¡Basta de genocidio! ¡No a la intervención del imperialismo!
¡Viva la heroica lucha del pueblo palestino!
Por una República Socialista de Palestina
El genocidio del pueblo palestino es la expresión de la descomposición y pudrición del capitalismo en su etapa imperialista, de su agotamiento. Para sobrevivirse busca expandirse por medio de guerras en todo el mundo. Promueve el mayor armamentismo anunciando que la guerra comercial potenciada este año por Trump se puede transformar en guerra bélica internacional en mayor escala. El objetivo declarado de su guerra es China.
El Estado de Israel puede sostener su ofensiva genocida por el respaldo militar y financiero de EE.UU., de otra forma no podría sostenerse. Lo apoya, junto a Argentina, casi en soledad, contra todas las resoluciones de la ONU. EEUU e Israel quieren controlar completamente Oriente Medio. Bombardearon las instalaciones nucleares de Irán con el objetivo de detener su desarrollo atómico.
Este genocidio se produce a la vista de todo el mundo con más de 65.000 muertos, la mayoría ancianos, mujeres y niños. Decenas de miles de heridos, de desaparecidos, sus viviendas destruidas como sus hospitales y escuelas. Impiden el acceso de alimentos y medicamentos, cortan el suministro eléctrico y de agua. Es LA BARBARIE misma.
Las resoluciones de la ONU, las condenas de los países, las declaraciones muestran toda su impotencia, la política genocida sigue su marcha buscando el aplastamiento completo, el desarme de la resistencia, su rendición.
Ha habido movilizaciones extraordinarias en todo el mundo en solidaridad, condenando la masacre, con profundas muestras de simpatía en los pueblos árabes. Pero no es suficiente. Los gobiernos son cómplices del Estado de Israel porque no toman medidas efectivas, drásticas, para terminar con esta masacre.
Debemos poner en marcha un poderoso movimiento antiimperialista desde nuestros países para golpear las bases materiales de EEUU y de Israel, sus negocios, sus multinacionales, su aprovisionamiento militar. Y también reclamar el armamento de toda la población árabe y palestina para enfrentar el terrorismo sionista. No es con declaraciones y discursos bienintencionados que se puede derrotar esta ofensiva.
No podrá haber dos estados, es imposible la convivencia, la coexistencia, del Estado terrorista de Israel con un Estado palestino desarmado. Desde 1948 se ha negado un Estado palestino y la autodeterminación de su pueblo. La política del imperialismo es la anexión total de los territorios.
Estamos ante una situación extrema. Tantos conflictos han conducido sistemáticamente a la masacre de palestinos desde antes de la creación del Estado de Israel en 1948, es innegable que la burguesía sionista ha creado un enclave del imperialismo estadounidense en Palestina y Oriente Medio. Desde la década de 1920, bajo el Mandato Británico, se ha promovido la ocupación extranjera del territorio palestino por parte de judíos, y sus acciones políticas y militares siempre han culminado en la negación de la nacionalidad palestina. Inglaterra en 1917 decidió permitir que el movimiento sionista colonizara Palestina, tal proyecto solo podría lograrse mediante la dominación económica y la violencia policial-militar.
Las maniobras que presentan como planes de paz buscan ganar tiempo ante el rechazo generalizado en el mundo de sus crímenes. Ganar tiempo para retomar la ofensiva con más fuerza. La declaración de Macron y otros mandatarios por el reconocimiento del Estado palestino es una maniobra. El imperialismo está históricamente comprometido con las masacres del pueblo palestino para crear y sostener el Estado sionista. Ponen como condición marginar e impedir que Hamás forme parte de cualquier acuerdo.
La bandera palestina es nuestra bandera y más hoy que Latinoamérica está amenazada. En nombre de su seguridad, del supuesto combate al terrorismo y al narcotráfico EEUU ocupó el canal de Panamá, despliega su flota en el Caribe con el portaviones más grande, realiza vuelos sobre la costa de Venezuela y autoriza las operaciones militares terrestres, han hundido varias lanchas con decenas de muertos, amenaza permanentemente al gobierno de Venezuela y de Colombia. EEUU busca extender sus bases militares en el Continente bloqueando todos los pasos marítimos. El peligro de guerra es cierto. Sólo la movilización antiimperialista encabezada por la clase obrera, apuntando a sus intereses, puede frenarlos. Buscan apoderarse del petróleo y de todas las riquezas minerales. Buscan bloquear las relaciones con China en todos los terrenos. Debemos defender incondicionalmente a Venezuela y Colombia, como defendemos a Palestina.
Israel debe detener la matanza y retirar inmediatamente sus fuerzas militares de la Franja de Gaza. Reclamamos el derecho de los palestinos a la autodeterminación.
La magnitud de la crisis en Oriente Medio exige un levantamiento popular. No habrá una solución favorable al pueblo palestino negociada por el imperialismo. La postura de la Autoridad Palestina refleja la traición que se gesta en el seno de los propios palestinos.
La crisis de dirección mundial es dramática e impide que la clase obrera se levante como fuerza impulsora de las luchas antiimperialistas y anticapitalistas. Pero objetivamente, en medio de las catástrofes capitalistas, emerge el programa de la revolución social. Es por esta dirección que debe guiarse la vanguardia con conciencia de clase.
La caída del colonialismo y el imperialismo sionistas provendrá de la lucha estratégica por los Estados Unidos Socialistas de Oriente Medio. La solución histórica se centra en la tarea de los palestinos, los judíos y otras nacionalidades oprimidas para lograr una República Socialista de Palestina.
El 29 de Noviembre participamos de la movilización internacional con esta perspectiva.
