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Detener el cierre de empresas y los despidos

En todos los rubros de la producción, en todo el país.

Es el producto de la política industricida de Milei. No es un error, no es un accidente, es un objetivo deliberado liquidar lo que queda de industria. Por eso el dólar barato combinado con la apertura indiscriminada de las impor­taciones.

En pocos días se produjo la quiebra de La Suipachense, Fravega cierra su local en Temperley y despide 300 traba­jadores. El super mayorista Yaguar cerró la sucursal Ba­hía Blanca con 100 despidos. Dana, autopartista de origen norteamericano, cerró su planta en San Luis con 50 despi­dos. Granja Tres Arroyos cerró uno de sus dos frigoríficos en Concepción del Uruguay. Blanco Nieve textil de Río Grande, Tierra del Fuego, que fabricaba ropa de cama Ca­sablanca cerró después de 30 años por “falta de ventas”. La bodega Norton se declaró en concurso preventivo. La fábrica de ollas Essen de Venado Tuerto echó al 10% del personal, sus trabajadores sospechan que reemplazará por productos importados parte de los productos que vende. El Ingenio Ledesma lleva 220 despedidos en el año. New­san, colocada como ejemplo productivo, por Milei despi­de 150 trabajadores. Cierra Whirpool instalada hace tres años invirtiendo 53 millones de dólares… y tantas más.

Miles de despidos que no tienen donde reubicarse.

La CGT y los sindicatos deben intervenir inmediatamen­te para impedir los cierres y despidos, para reabrir los que cerraron. Exigiendo el proteccionismo de la industria lo­cal por medio del monopolio estatal del comercio exterior y terminar con el parasitismo financiero que hunde el país. Y exigiendo salarios y jubilaciones que como mínimo cu­bran el costo de la canasta familiar. La brutal caída del consumo también es un objetivo buscado por las políticas del Gobierno.

Debemos terminar con este régimen antes que sea dema­siado tarde. La parálisis de las direcciones sindicales es sinónimo de complicidad y traición. Necesitamos direc­ciones que representen genuinamente los intereses de los trabajadores, no de los patrones o los gobiernos.

(Nota de Masas n°493)