Las “propuestas” de Milei ya han fracasado en Argentina y en todo el mundo

En el discurso triunfal del domingo: “Estamos frente al fin del modelo de la casta, ese modelo basado en esa atrocidad que dice que ‘donde hay una necesidad, nace un derecho’ pero se olvida de que ese derecho alguien lo tiene que pagar… esa aberración llamada justicia social, que es injusta porque implica un trato desigual frente a la ley y está precedida de robo… Somos la verdadera oposición, somos los únicos que queremos un verdadero cambio… Hoy nos hemos puesto de pie para decirle basta al modelo de la decadencia”.

Aquí sintetiza su política: Sólo tendrán “derechos” los que pueden pagarlos. Los que no pueden pagar no tienen derechos.

Esta es la vía para eliminar más impuestos a las grandes empresas, a los más ricos. Para Milei los impuestos son un “robo”. Plantea terminar de privatizar absolutamente todo. Si el Estado no tiene que financiar la educación, la ciencia, la salud, no tiene que solventar las jubilaciones, si no tiene que subsidiar ningún servicio, ni empresa estatal, entonces se pueden eliminar o rebajar fuertemente los impuestos y las retenciones. Lo encubre con el nombre de terminar con “la casta”.

Por esta vía se incrementarán fuertemente las ganancias de los monopolios multinacionales y locales a los que les eliminarán regulaciones y controles, para que tengan toda la libertad. Aún más que la que ahora tienen.

En su idea el Estado quedaría reducido a su función esencial, órgano de represión y dominación de las masas. La dictadura del capital expuesta descarnadamente. En coherencia con estas formulaciones se alienta la tenencia de armas y que se puedan formar ejércitos privados para proteger a los más ricos. Seguridad para quien la pague.

Estas políticas se han aplicado en Chile por ejemplo, que terminaron con la explosión social del 2019. Y avanzaron mucho con Menem, que también llevaron al levantamiento del año 2001, como consecuencia de estas políticas aplicadas por Cavallo con su dolarización y un endeudamiento record del país. No es una novedad.

Confirma la bancarrota del capitalismo que no puede garantizar las condiciones de vida, no puede garantizar el trabajo a millones de personas, y tiene que arrancar los derechos que supieron conquistar en décadas pasadas. Quiere eliminar todas aquellas políticas que buscan atenuar el impacto de la barbarie. Rechaza y llama a desconocer la propia Constitución Nacional que incluye en sus “Declaraciones, derechos y garantías” los derechos civiles y sociales que la burguesía no puede garantizar ni podrá. Milei pretende terminar con toda esta hipocresía y declarar que el único derecho que se debe reconocer es el de la propiedad y a realizar la máxima ganancia que puedan.

Nunca se le escuchará pronunciarse contra la deuda descomunal y fraudulenta y lo que significa su pago y el sometimiento al FMI, nunca se lo escucha hablar de contrabando y evasión, ni de los monopolios que controlan sectores vitales de la economía, estrangulándola. Porque, al igual que todos los candidatos y partidos patronales de la “casta” no tiene ninguna vocación de resolver los problemas reales del país. Defiende incondicionalmente el interés del gran capital.

En sus declaraciones de desconocimiento de derechos suma su oposición a la legalización del aborto y a la educación en temas de género e identidad en las escuelas públicas. Propuso la reducción de subsidios a las empresas que prestan servicios y que el valor de la tarifa real sea transferido a los usuarios. Para Milei la “tarifa real” es la quieran fijar las empresas, independientemente de sus costos “reales”.

Otra propuesta es retirar el “cepo al dólar”, que es una medida actual que limita la cantidad de dólares que un ciudadano argentino puede adquirir por mes. Macri lo liberó apenas asumió permitiendo comprar hasta 2 millones de dólares por mes y que las empresas pudieran pagar sus importaciones, girar dividendos y deudas sin límites. Las consecuencias fueron desastrosas y el mismo Macri tuvo que reimplantarlo. Una medida que favorece a unos pocos cientos de empresas y empresarios contra el interés de la mayoría que no puede comprar ni un dólar.

Esta política no se derrota votando a Massa. Para derrotar a la derecha hay que aplastarla, para derrotar a los representantes de la oligarquía terrateniente y financiera hay que organizarse y salir a luchar ahora mismo.  Defendiendo a capa y espada todos nuestros derechos, nuestras reivindicaciones, impidiendo que avancen sobre ellos, reconquistando los que nos han sacado. Empezando por la defensa del salario y la jubilación que deben cubrir lo que cuesta la canasta familiar, terminando con toda forma de trabajo precario, flexibilizado, esclavo.

Claro que no será votando a los otros candidatos que han demostrado que no sólo no defienden los derechos sino que también han avanzado sobre ellos. Massa es el ministro de Economía de este gobierno. Sólo se derrota a la derecha con la acción directa de masas, con su lucha, con su organización, conquistando la independencia política, recuperando todos los sindicatos y las centrales para los trabajadores.

(Nota de MASAS nº440)

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