¿Por qué perdió las elecciones el peronismo?

Es importante hacer un buen balance, profundo, de las razones de la derrota del peronismo en las elecciones, después de haber vivido la experiencia desastrosa con Macri hasta hace 4 años y la amenaza que significa el gobierno de Milei. Rechazamos cargar las “culpas” en los votantes, en los jóvenes, en su supuesta “ignorancia” o su desprecio a las alertas de lo que puede significar un gobierno de ultraderecha, o caracterizar que hay un desplazamiento a la derecha de las masas.

El presidente Alberto Fernández es un cínico o un ignorante, o ambas cosas. No quiere reconocer que la causa de la derrota es su mal gobierno, el fuerte retroceso del poder adquisitivo de la mayoría, la precarización, su incapacidad para enfrentar la inflación, su sometimiento al FMI, a los grandes capitalistas.

Dice que la pobreza está mal medida, se pregunta “¿cómo puede haber 40% de pobreza, si tuvimos 37 meses consecutivos de creación de empleo registrado, si 1,3 millón de puestos de trabajo fueron creados; si llevamos 30 meses consecutivos de crecimiento del consumo”. Dice que la pobreza es medida a través de la Encuesta Permanente de Hogares, y es posible que la gente “no diga toda la verdad” cuando el encuestador le pregunta por sus ingresos. Como si los empobrecidos hubieran votado a Milei porque escucharon las encuestas negativas. Votaron porque se sintieron estafados por un gobierno que hablaba de proteger a los desprotegidos, a los más vulnerables, y repetir el mismo discurso mientras vivían una situación cada vez más insoportable.

Hay que explicarle a Fernández que más del 90% de la población es pobre porque no alcanza a cubrir las necesidades vitales. Quedó demostrado que bajo su gobierno los trabajadores formales, bajo convenio, no cubrían lo que cuesta la canasta familiar, no solo no recuperaron lo perdido bajo el gobierno de Macri sino que siguieron perdiendo poder adquisitivo y los trabajadores informales perdieron ¡más del 30%! de poder adquisitivo, abandonados por los sindicatos y la CGT. Estos no son datos de encuestas, son los datos que arroja su propio Ministerio de Trabajo.

No quiso elevar el salario mínimo vital y móvil para empujar a las categorías más bajas de los convenios para recomponer los ingresos de los trabajadores formales porque las patronales exigían una política de salarios de hambre. Massa hizo mayor ajuste de presupuestos, hizo la devaluación que potenció la inflación en los meses de las elecciones, hizo fuertes concesiones a los exportadores mejorándoles la cotización del dólar para recuperar reservas.

Fernández no quiere entender porqué perdió el peronismo porque no quiere admitir el fracaso de su gobierno. ¿No sabía el efecto de la inflación que se dispara con el acuerdo con el FMI? Si es lo mismo que ocurre cada vez que se aplican sus programas.

Insiste con la “mala suerte”: Pandemia, deuda de Macri, guerra en Ucrania, sequía histórica… Eso no explica porque aplastó los salarios mientras las empresas escalaron en las ganancias. No fue capaz de expropiar Vicentín y recuperar los cientos de millones de su estafa contra el Banco Nación, la AFIP y otros. No fue capaz de recuperar los puertos y el río Paraná. No fue capaz de defender las divisas, dilapidando todos los dólares del comercio exterior. No fue capaz de revertir ni una sola medida neoliberal de los gobiernos anteriores. No fue capaz de enfrentar a una Justicia colonizada por el capital financiero… 

Que haya ganado las elecciones un personaje como Milei es muestra del fracaso no solo del peronismo sino de la democracia burguesa, de las políticas de conciliación de clases, del burocratismo de las organizaciones sindicales, del sometimiento a las exigencias del FMI, de la oligarquía terratentiente, de los exportadores, del gran capital.

El peronismo está agotado sólo en el sentido de que no pudo ni podrá cumplir con las banderas del nacionalismo burgués que enarboló en sus primeras décadas. El 45% de los votos, pese al mal gobierno de Fernández, muestra que aún tiene ascendencia sobre buena parte de los oprimidos. Especialmente el kirchnerismo que tempranamente tomó distancia del gobierno y lo fue criticando, pretendiendo parecer que no era su gobierno.

El kirchnerismo es responsable de haber elegido a Fernández para no hacerse cargo de la conducción del peronismo, es responsable de haber apoyado a Massa renunciando otra vez a su responsabilidad directa. Es la repetición de su concepción de unidad nacional bajo la dirección de la burguesía que encarna en gobernadores, politiqueros de derecha y burócratas traidores que fueron parte del menemismo, que supieron adaptarse a Macri y que ahora buscan cómo sobrevivir con Milei. El llamado “movimiento nacional” está en esas manos. Convivir en ese medio es traicionar las banderas nacionales y populares que en algún tiempo levantaron.

La burguesía volverá a recurrir al peronismo para contener la crisis. De hecho, estaban prefiriendo un Massa que les garantizaba cierta gobernabilidad frente al imprevisible Milei con su discurso anarco-capitalista.

El peronismo sólo podrá ser superado cuando la clase obrera y la mayoría oprimida se independice políticamente, construyendo su partido revolucionario, que los oriente hacia la toma del poder y terminar de una vez con este capitalismo putrefacto que su descomposición nos empuja más y más hacia el abismo de la barbarie.

En ese proceso miles de compañeros peronistas, combativos y abnegados luchadores, deben reconocer el error de seguir apoyando direcciones y políticos burgueses que defienden la gran propiedad, que no se animan a defender a la nación contra las imposiciones del imperialismo. Deben reconocer que sólo la clase obrera es portadora de un programa, de una política que liberará a la nación. Es la hora de terminar con las ilusiones tantas veces frustradas.

(Nota de MASAS n°447)

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