Derrotar el programa dictatorial de Milei

Una dictadura civil no se puede imponer por decreto. Necesita derrotar a las masas, no electoralmente, sino físicamente. El Gobierno cree que el régimen político se puede imponer con amenazas y con decretos.

Ciertamente un sector de la burguesía se orienta en ese sentido para imponer un fuerte ajuste y retroceso a las masas, arrancándoles los derechos que quedan, aplastando aún más el poder adquisitivo, avanzado en la precarización laboral, endeudando más al país, apoderándose de las empresas del Estado. Quieren completar la obra de la dictadura militar, de Menem y de Macri, que antes intentaron la Libertadora en el ’55 y Onganía-Krieger Vasena en el ’66. Saben que bajo formas democráticas lograron los mayores avances contra la nación y los trabajadores, pero esas formas ya no alcanzan.

Milei también creyó que habiendo ganado las elecciones con 56% de los votos estaba habilitado para imponer sus políticas por decreto y que contaría o compraría los votos que necesita en el Congreso para que ratifiquen sus medidas. Y que si no lo conseguía podría encontrar la forma de pasarlo por encima. Cuenta con el favor de la Justicia y el poder de los medios de comunicación. Y fundamentalmente los recursos de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros presionando sobre los legisladores con todos sus recursos. Pero el régimen de conjunto está atravesando una profunda crisis y ninguna de las fracciones en pugna logra ver más allá de sus propias narices, siguen improvisando.

Milei anunció el miércoles 20 un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de desregulación de la economía, que derogará más de 300 leyes.  Abogados constitucionalistas de todas las corrientes ideológicas rechazaron la forma autocrática de avanzar con estas reformas. La “necesidad” es la necesidad de un puñado de empresarios que se benefician con estas medidas. Inmediatamente dieron su apoyo las cámaras empresarias más poderosas. ¿Urgencia? Son leyes que tienen décadas, que tienen reformas, que han sobrevivido a todas las legislaturas y pretenden derogarlas todas juntas en un solo acto.

ATENTA CONTRA LAS LIBERTADES DEMOCRÁTICAS CUANDO PRETENDE ILEGALIZAR AL MOVIMIENTO OBRERO LIMITANDO FUERTEMENTE EL DERECHO DE HUELGA ya que uno de los objetivos más importantes de este Megadecreto es la reforma laboral para terminar con los derechos de los trabajadores.

El Megadecreto limita el derecho a huelga de docentes, transportistas, aduaneros y personal de la Salud, impone un cumplimiento mínimo del 75%, limitando las medidas de acción sindical en Argentina.

“En lo que respecta a la prestación de servicios mínimos, en el caso de los servicios esenciales, en ningún caso podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75%) de la prestación normal del servicio de que se tratare”.

Afecta a: Los servicios sanitarios y hospitalarios, así como el transporte y distribución de medicamentos e insumos hospitalarios y los servicios farmacéuticos;

La producción, transporte y distribución y comercialización de agua potable, gas y otros combustibles y energía eléctrica;

Los servicios de telecomunicaciones, incluyendo internet y comunicaciones satelitales;

La aeronáutica comercial y el control de tráfico aéreo y portuario; incluyendo balizamiento, dragado, amarre, estiba y remolque de buques;

Servicios aduaneros y migratorios, y demás vinculados al comercio exterior; y

Cuidado de menores y educación de niveles guardería, preescolar, primario y secundario, así como la educación especial.

En los servicios de importancia trascendental, no “se podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al CINCUENTA POR CIENTO (50%)”.

Engloba a producción de medicamentos y/o insumos hospitalarios; transporte marítimo, fluvial, terrestre y subterráneo de personas; servicios de radio y televisión, actividades industriales continuas, entre otras tareas.

Recordamos que La Constitución Nacional, liberal, garantiza el derecho a huelga sin hacer ninguna consideración, (proyecto redactado por Juan B. Alberdi, invocado tantas veces por Milei).

Además, el decreto detalla, en el caso del derecho a huelga y las protestas laborales, las actividades que quedarán prohibidas o restringidas como forma de protesta: Asambleas y Congresos. Los trabajadores podrán realizar asambleas y congresos como medidas de fuerza, siempre y cuando no perjudique las actividades normales de la empresa ni afecte a terceros.

Acciones prohibidas: el artículo 20 del documento elimina tres acciones relacionadas con las protestas laborales: “Afectar la libertad de trabajo de quienes no adhieran a una medida de fuerza”, “Provocar el bloqueo o tomar un establecimiento” y “Ocasionar daños en personas o en cosas de propiedad de la empresa”.

“Injuria laboral grave”: señala que “configura injuria laboral grave la participación en bloqueos o tomas de establecimiento” durante una medida de acción directa; se impida u obstruya total o parcialmente el ingreso o egreso de personas y/o cosas al establecimiento; se ocasionen daños en personas o en cosas de propiedad de la empresa o de terceros situadas en el establecimiento (instalaciones, mercaderías, insumos y materias primas, herramientas, etc.) o se las retenga indebidamente.

Situaciones excepcionales: contempla la posibilidad de que el Poder Ejecutivo Nacional dicte reglamentaciones especiales en situaciones en las que la interrupción o suspensión de un servicio o producción pueda provocar una crisis nacional aguda, peligrar las condiciones normales de existencia de parte de la población, o poner en peligro el adecuado abastecimiento de productos críticos para la población y/o afectar metas de recaudación asociadas a las políticas de equilibrio fiscal.

Gran parte del peronismo llamó a confiar en que los legisladores no dejarían pasar en el Congreso las reformas antiobreras, anipopulares y antinacionales.

Pero la acción inmediata de las masas en las calles en todo el país rompió todos los protocolos y la pretensión de esperar a la acción de los legisladores. Impuso una línea de rechazo al Megadecreto de ajuste y a las medidas represivas. Cambió la situación política, el fenómeno que protagonizaron las masas jujeñas hace pocos meses ahora es nacional, se reproduce en todas las provincias, en todas las ciudades, en cada barrio.

¿Se repitió la historia? Un 19 de Diciembre de hace 22 años, caía el gobierno de De la Rúa-Cavallo por la irrupción popular, por sostener las mismas políticas que Milei reivindica y quiere implementar, y que habían estallado. Justo cuando De la Rúa anunciaba por cadena la declaración del Estado de Sitio, todo el pueblo salió a las calles y los volteó.

La movilización popular empezó a derrotar el protocolo fascista de Bullrich-Milei. Ese protocolo represivo es parte indispensable de la política reaccionaria de Milei que sólo se puede imponer por la fuerza.

Todas estas medidas pretenden terminar con el derecho de huelga, las asambleas, las movilizaciones, los actos. Que no haya resistencia a la entrega, al saqueo, a la corrupción generalizada, a la esclavización de todos los trabajadores. Sólo los oprimidos con su lucha unitaria, con sus métodos, con independencia de la burguesía, orientados por la clase obrera pueden derrotar, como lo han hecho en el pasado, la política que pretende instaurar un régimen de dictadura civil.

(Nota de MASAS N°448)

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