Comunicados

ANTE LA CUARENTENA OBLIGATORIA DECIDIDA POR EL GOBIERNO

1) Es una medida excepcional que se adopta para atenuar las consecuencias que puede tener el coronavirus ante la desastrosa situación del sistema sanitario.

 

2) Toda la burguesía, los partidos, los empresarios, las instituciones, se alinearon detrás del gobierno, que concentra así toda la autoridad, y toda la responsabilidad por las medidas que se adoptan, y las que se dejan de tomar.

 

La mayoría de la población acepta estas medidas extraordinarias porque ha sido preparada durante semanas con 24horas de noticias por día alimentando el pánico por el virus.

 

3) La medida limita fuertemente las libertades democráticas en nombre de un bien superior a custodiar, la salud pública.

 

La libertad de reunión, de movilización, de asambleas, de circulación, etc. están canceladas o limitadas.

 

Tenemos que ser conscientes de lo que esto signifi ca, sumado a la intervención de todas las fuerzas represivas en las calles.

 

En un momento de derechización de los gobiernos, cada vez más autoritarios, estas medidas son una justifi cación para controlar y vigilar a las masas e ilegalizar sus movimientos. Es claro cómo les viene como anillo al dedo esta situación a los gobiernos de Chile, Colombia o Francia.

 

4) Estas medidas pueden ser extendidas. Se espera que el pico de contagios se produzca en dos meses

 

5) No le damos un aval al gobierno ni a la oposición.

 

Todos tienen responsabilidad en haber generado el desastre del sistema sanitario. Hoy quieren transmitir una fuerte idea de unidad nacional, de que se puede hacer frente a la pandemia.

 

No olvidamos que el Congreso votó todos los presupuestos que fueron liquidando la salud pública y los gobernadores acompañaron esas decisiones.

 

El gobierno recién en las últimas semanas, o en los últimos días, atiende alguno de los reclamos del sector. Dejó pasar más de dos meses sin reincorporar o recuperar a los trabajadores que fueron despedidos o se fueron del sistema. El presupuesto de salud no fue elevado para cubrir todas sus necesidades. Aun hoy desde los hospitales reclaman por la ausencia de insumos básicos.

 

El gobierno confía en que los empresarios privados colaboren, que produzcan lo que se necesita, que no especulen con los precios. Lo que corresponde es que el estado tome en sus manos el control total de la salud y que se ponga a producir todo lo que hace falta.

 

 

6) El sistema de salud debe ser integral, universal, nacional, gratuito, para todos. Esta cuestión elemental, de concentrar todos los recursos, no ha sido siquiera mencionada por el gobierno. Se debe terminar con la discriminación clasista en el sistema de salud

 

Enfermar nos podemos enfermar todos, pero más nos enfermamos los que estamos en la pobreza, con ingresos que no alcanzan a cubrir lo que cuesta la canasta familiar, mal alimentados, con viviendas precarias, mal curados, etc. Mientras un sector mínimo de la sociedad puede pagar prepagas y atenderse en los centros de salud más avanzados, la mayoría tenemos que atendernos en lugares que no cuentan con el equipamiento mínimo, ni los elementos indispensables, donde hasta tenemos que pagar para que nos atiendan o nos saquen una radiografía, o nos dan turnos para dentro de dos meses. Esos somos los más vulnerables ante cualquier virus. Lo que no van a mostrar las estadísticas es qué porcentaje nos infectamos y morimos según los ingresos que tenemos y cómo se tratan nuestras enfermedades.

 

7) Estas medidas agravarán la situación económica. Por el impacto de la crisis económica y fi – nanciera internacional y por las propias medidas que paralizan gran parte de la producción. La producción y el consumo siguen cayendo fuertemente.

 

Todos los trabajadores seremos perjudicados y como siempre decimos, la mayoría en la informalidad, en la precariedad laboral, haciendo changas, no podremos soportar estas condiciones. Es urgente que se adopten medidas de protección real de todos aquellos que no tienen garantizados sus ingresos y que se deje de negociar y pactar con los acreedores, no se puede vivir pendiente de lo que se opina y decide en Wall Street

 

8) La cuarentena exigida en nuestros hogares desconoce la situación de millones de personas a lo largo y ancho del país. Los sectores que pueblan las “villas” – barrios privados de los derechos básicos – están siendo conducidos a una situación aún más desesperante. Solo en CABA y GBA se calculan dos millones de habitantes. Ambientes hacinados en donde muchas familias comparten no solo baños y cocina sino cuartos abarrotados, mal ventilados, en donde sus habitantes generalmente sufren la malnutrición crónica, y en donde las condiciones de seguridad son poco menos que deplorables. No es casualidad que esos sectores tengan los índices más alarmantes de tuberculosis (“tuberculosis como condición de vida del capitailsmo” según escribía Marx hace 150 años), o actualmente dengue. Son barrios donde las ambulancias directamente no entran, los bomberos difícilmente llegan ante las emergencias, y las calles son intransitables ante mínimas caídas de lluvias. Ante esa situación, la “cuarentena total” y “aislamiento” agrava las ya de por sí paupérrimas condiciones. En esas condiciones la pandemia puede causar una brutal masacre. El problema de la vivienda para millones de personas no puede esperar un solo segundo más, y los distintos gobiernos de ayer y hoy son completamente responsables de ello.

 

9) Las direcciones sindicales burocráticas se suman incondicionalmente a las medidas que se han adoptado. No tienen ninguna independencia política. No son ellos los que puedan plantear los reclamos, las reivindicaciones, los puntos de vista de la clase obrera y los trabajadores en general.

 

10) Los partidos políticos que se reclaman de la clase obrera, los sindicatos combativos, las agrupaciones sindicales, los delegados y activistas, deben mantener su actividad, la guardia en alto, la coordinación, en esta situación extraordinaria. Tenemos una gran respondabilidad. Ya conocemos el peligro de semejante concentración de poder en un gobierno.

 

11) La clase obrera debe responder con su propia política ante esta situación excepcional:

 

– fuerte aumento del presupuesto para salud, para que alcance para todo lo que se necesita, basado en un impuesto extraordinario a los capitalistas;

– sistema único de salud pública, universal, nacional, gratuito, que integre las obras sociales, prepagas, clínicas privadas, laboratorios, etc.

– aumento real de salarios y jubilaciones para que alcancen a cubrir como mínimo lo que cuesta la canasta familiar;

– garantizar la distribución gratuita de alimentos y artículos de higiene a toda la población, suspender el pago de alquileres y monotributo, garantizar la gratuidad y el acceso a todos los servicios: luz, agua, gas, teléfono, internet, etc.

– terminar con toda forma de trabajo precarizado, en negro y terminar con la desocupación repartiendo todo el trabajo entre todos los trabajadores;

– plan de obras públicas, que comience por la construcción de los hospitales y escuelas que hacen falta y no menos de 400.000 viviendas por año. En manos de una empresa estatal bajo control colectivo de los trabajadores; – expropiar a los terratenientes;

– recuperar todos los recursos, estatizar sin pago toda la industria hidrocarburífera y minera;

– nacionalizar todas las privatizadas;

– estatización de la banca y el comercio exterior;

– desconocimiento y no pago de la deuda externa;

 

Estas medidas elementales para imponer la soberanía nacional y resolver los problemas de la mayoría oprimida solo podrán ser impuestas por una gran rebelión popular, nunca por medio de leyes o constituyentes.

 

Los gobiernos patronales, cualquiera que sea su signo, están atados a la gran propiedad y por lo tanto impotentes y cobardes para terminar con ella. La crisis impone tomar medidas radicales en defensa propia. Y solo la clase obrera no tiene ninguna atadura con la propiedad privada y este régimen de privilegio. Por eso debe encabezar la rebelión de todos los oprimidos e imponer su propio gobierno. No solo la salud, la vida misma está en juego en esta época amenazada por la hecatombe capitalista.

 

Partido Obrero Revolucionario 20/03/2020


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