No al desalojo en Guernica
La justicia dio un nuevo plazo para que se cumpla el desalojo de las 2.900 familias que se encuentran en el predio de localidad Guernica (partido de Presidente Perón), al sur del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Ahora la fecha es el 14 de octubre. El gobierno de la Provincia busca desgastar la toma. Desde que comenzó la toma los ocupantes vienen sufriendo el hostigamiento constante por parte de las fuerzas policiales.
El gobierno nacional y provincial ya se posicionó por el rechazo de las tomas, trabaja para desactivarlas y ya dijo que va a tener que cumplir la orden de desalojo. Por un lado amenaza a los ocupantes con represión y por el otro les ofrece unas chapas y alguna que otra mísera ayuda. A su vez los grandes medios de comunicación exigen día y noche la represión inmediata en defensa de la “sagrada” propiedad privada. Lo que reclaman es muy simple, un lote, ahí o en otro lugar, para poder empezar a resolver el problema, no quieren dinero o que les paguen un alquiler por unos meses, porque esa no es ninguna solución.
La realidad es que hoy en día, construir una vivienda, ha pasado para la gran mayoría prácticamente imposible, ante la carestía de la vida, el agravamiento de las condiciones de pobreza y miseria, la desocupación, la precarización laboral. Los bajos salarios y el precio de los alquileres agravan la situación. Son varias generaciones que terminan viviendo hacinados en la misma vivienda, mientras otros lo hacen en sus grandes mansiones de barrios cerrados.
Los distintos gobiernos burgueses, fueron incapaces de resolver la cuestión habitacional de las más de 4.000.000 de viviendas que hacen falta en el país. En definitiva no han podido ni pueden garantizar el propio artículo 14 Bis de la Constitución Burguesa, por ellos mismos sancionada que dice que “garantiza el derecho a la vivienda”.
Debemos denunciar el rol de la CGT que está borrada de esta lucha y de todas las demandas de los trabajadores. Sus direcciones dan la espalda a los reclamos de millones de trabajadores cada vez más desesperados por la destrucción de puestos de trabajo y la pérdida del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, o cobrando planes que no alcanzan ni para comer. Dan la espalda a las miles de familias que ocupan terrenos y están amenazadas de desalojo.
Es necesario ligar el derecho a una vivienda digna con la lucha por un plan de obras públicas estatal de largo plazo que abarque no solo las miles de viviendas que hacen falta sino también los hospitales, y centros de salud que a su vez generarían decenas de miles de puestos de trabajo.
La resolución de los delegados de la toma es resistir y defender los derechos de los trabajadores. Hay que rodear de solidaridad la toma, contribuir con las colectas para los ocupantes y estar preparados para responder coordinadamente en caso de represión. El único lenguaje que entienden los gobiernos y la burguesía, es el lenguaje de la acción directa de masas, los sindicatos deben pronunciarse y rodear de solidaridad a los compañeros.
¡No a la represión!
¡Por un plan de viviendas populares controladas por las organizaciones y los delegados de las tomas! ¡Defendamos la toma de Guernica!