Fernando «Pino» Solanas falleció en Paris, después de varias semanas de internación, por coronavirus.

Desde fines de los años 60 se hizo conocido por sus películas, politizadas, con potentes denuncias antiimperialistas que son verdaderos documentos de época, algunos de ellos imprescindibles.

Fue militante político del nacionalismo burgués enfrentándose con sus alas más conciliadoras. En 1975 tuvo que abandonar el país amenazado de muerte por la Triple A. En mayo de 1991, con Menem presidente, fue baleado después de haber criticado duramente la política neoliberal del gobierno.

Crítico del kirchnerismo, en 2007 fue candidato a presidente de Proyecto Sur. Elegido diputado en 2009 con el 24% de votos. En 2013 fue parte de UNEN con la Coalición Cívica Ari (Carrió), la Unión Cívica Radical, Libres del Sur, GEN y el Partido Socialista y fue elegido senador hasta 2019. Carrió había enacabezado aquella lista en Diputados.

En 2019 se integró al Frente de Todos, promoviendo un amplio frente anti Macri, «tragándose todos los sapos que había que tragarse», encabezó la lista de diputados y obtuvo 35% de votos. No asumió porque aceptó el cargo de representante del país ante la UNESCO. Fue un ejemplo de la incapacidad de encontrar la expresión política de sus lúcidas denuncias antiimperialistas, que sólo pueden llevarse hasta el final, consecuentemente, con la política de la clase obrera, nunca por medio de los partidos e instituciones de la burguesía.

Destacamos su defensa en el Congreso de la Ley de Aborto poniendo énfasis en que el debate había sido logrado por la enorme movilización de las mujeres y que más tarde o más temprano sería impuesto. Lo recordamos presente en las luchas de derechos humanos.

07-11-2020