Docentes – Buenos Aires: No avalamos la precarización Laboral
Uno de los principales ejes de la reforma educativa que impulsa el Banco Mundial es la precarización laboral de los trabajadores de la educación. En este contexto, la pandemia está siendo aprovechada por el gobierno de Kicillof para terminar de aplicar el ajuste que Vidal dejó inconcluso. Esto es posible gracias a la complicidad de la burocracia de Baradel quien está dispuesto a entregar nuestro Estatuto del Docente (convenio colectivo de trabajo) a cambio de prebendas de cogestión.
Después de intentar ocultar el fracaso de la modalidad virtual con estadísticas falsas, sobrecarga laboral y soportes técnicos a cargo de los docentes, gobierno y burocracia se empeñan en continuar con su programa precarizador a través de los planes “Piedas y ATR”, degradando aún más nuestras condiciones de trabajo.
En ambos casos, se establece una diferenciación en relación al ingreso salarial. Mientras el salario testigo del preceptor es de $14625, el Piedas es de $10000 y el ATR es de $8000. De esta manera, se vulnera el principio básico de “a igual trabajo igual salario”. Además, se recortan una serie de bonificaciones que aumentarían el salario de bolsillo que en el caso del preceptor es de $31193,27 según la grilla de diciembre, mientras que el coste de canasta familiar es de $80000. En ambos casos se recortan los sistemas de licencias, asimismo la irregularidad de la aplicación no garantiza el cumplimiento de parte del Estado-patronal. Por un lado, expone a los trabajadores a los abusos por parte de las autoridades, como sobrecarga laboral, no cobro, o asignación de tareas no específicas. Y por otro lado, el caso del ATR con la excusa de llevar la escuela a las casas, se introduce el precedente del trabajo a domicilio y temporario para estudiantes avanzados, sin el reconocimiento de la antigüedad ni aporte jubilatorio, ni tampoco cobertura social (sólo ART).
El gobierno aprovecha la situación para poder implementar precarización laboral, los compañeros no tienen opción y los toman, lo cual es comprensible. Pero una conducción que dice luchar contra los planes del gobierno no puede avalarlos, debemos exigir creación de horas y cursos y acceso al trabajo por asamblea en las mismas condiciones del estatuto docente. Aunque persistan los planes nunca hay que bajar esa consigna.
Los trabajadores de la educación tenemos que debatir de forma urgente por escuela, por distrito, votar delegados e impulsar un plan de lucha, que contenga la refacción de las escuelas de forma urgente y la creación de horas. Es en la presencialidad y en las asambleas que los trabajadores podemos organizarnos y luchar en defensa de nuestras condiciones de vida y de trabajo.