La derecha golpista sigue actuando porque sus bases materiales no han sido tocadas

Apareció una Mesa de Enlace de militares y policías retirados, anunciada por los diarios Clarín y La Nación, y reproducida por todos sus medios en el país, denominada pomposamente “Mesa de Encuentro Libertador General San Martín”, haciendo conocer su proclama. Son sociedades y mutuales vinculadas a estos sectores que dicen representar a unos quinientos mil uniformados.

Son los mismos sectores que actúan durante las últimas décadas pretendiéndose portavoces  de las fuerzas armadas. En su presentación decían: “Nosotros queremos representar ante la sociedad el pensamiento de los cuadros de las Fuerzas de Defensa y de Seguridad”. Desconociendo y desafiando abiertamente al presidente y los mandos actuales de las fuerzas. Sus cabezas más visibles tuvieron actuación en la última dictadura cívico-militar. Todos los que participaron de la Mesa tuvieron altos cargos en las fuerzas.

¿Cuál es su programa? Cuando dicen “dar visibilidad a la problemática de la Defensa Nacional y la Seguridad Pública, y generar conciencia a través del debate público y político” están retomando las recomendaciones del Comando Sur de EE.UU. de que las fuerzas armadas deben intervenir en seguridad interior, realizando tareas policiales en nombre del combate al narcotráfico y el terrorismo. Es en esta línea han insistido tantas veces algunos de sus integrantes.

Entre sus objetivos mencionan: “determinar intereses comunes y particulares de los uniformados” sobre “leyes, haberes, obra social, protección legal para actuar, etc.)”. Ante la ausencia de organizaciones sindicales ellos se postulan como los voceros de sus intereses. Cuando dicen “protección legal para actuar” se refiere a cómo defenderse ante sus acciones represivas, ¿a qué otra cosa pueden referirse? Estos sectores no han tenido ningún pronunciamiento público frente al hundimiento del submarino ARA San Juan, la responsabilidad del gobierno y los mandos, el ocultamiento de información a los familiares de las 44 víctimas y el espionaje criminal que les hizo el gobierno. Ante un hecho de semejante gravedad estos sectores se encuentran alineados en la vereda de enfrente de las víctimas y sus familias.

Hablar de “rescatar los valores y el rol histórico de nuestras Fuerzas Armadas, de Seguridad y Policiales” no es otra cosa que reivindicar el papel que jugaron en todas las dictaduras militares, como brazo armado del imperialismo, es reivindicar ese rol histórico antinacional y antiobrero. A continuación resaltan como una virtud su “respeto a la propiedad privada”, más claro, agua.

Existe un encadenamiento entre la formación de esta Mesa de Enlace con la actuación de sectores golpistas en la última crisis policial, las amenazas de Duhalde, con los reclamos de protección a la justicia mafiosa y los servicios de inteligencia.

Bastó la amenaza del gobierno de que no toleraría ninguna conspiración financiada con dinero del Estado para que los organismos que decían que la integraban renunciaran a su existencia pública, pero su proclama ya había sido lanzada. Esto no quiere decir que dejarán de conspirar, siguen y seguirán siendo serviciales al opresor imperialista y los grandes capitales nacionales, esperando órdenes para actuar.

¿Cómo se termina con esta amenaza permanente contra las libertades democráticas? Las declaraciones y pronunciamientos de repudio sirven de poco. Es necesario extirpar de la sociedad a estos elementos nefastos y a quienes los alimentan: las multinacionales, los grandes capitales y terratenientes. No olvidemos que en medio de la descomposición mundial del capitalismo afloran las tendencias más nefastas de la derecha en todas partes. Esa y no otra es la base de esta conspiración permanente.

Recordamos que la democracia burguesa alimentó a estos sectores. Creció el dominio de las multinacionales sobre la economía nacional, su concentración y saqueo. Bajo las formas democráticas avanzó la entrega nacional, los rasgos coloniales se han profundizado.

El Gobierno Nacional también ha actuado en el sentido de impulsar a estos sectores, sobre todo desde el inicio de la cuarentena estricta. Las fuerzas represivas operan envalentonadas para regimentar a la población. Alberto Fernández ya en febrero pedía por “dar vuelta de página” respecto a la actuación de los militares durante la última dictadura cívico-militar, donde para el mandatario solo hubo “inconductas” aisladas. Y fue en vísperas de un 24 de marzo cuando sostuvo que “lo que no entra con la razón, va a entrar con la fuerza”.

También el propio Agustín Rossi, Ministro de Defensa, se jactaba de poner en las calles “el mayor despliegue militar desde la Guerra de Malvinas”, o pretendió utilizar la ESMA como fábrica de alcohol en gel por parte de las fuerzas represivas. Y está Berni… que sigue caminando impunemente luego del crimen de Facundo Castro y las tremendas represiones para desalojar a los más necesitados, como en Guernica. Es decir, no pueden desentenderse de lo que han sembrado.

El gobierno es impotente para enfrentar esta amenaza porque defiende la gran propiedad nacional y multinacional. Sólo la clase obrera con sus propios métodos de lucha, con su organización, puede enfrentar consecuentemente a estos sectores y derrotarlos, acaudillando a todos los oprimidos que una y mil veces hemos ganado las calles para hacer frente a las amenazas y los ataques a las libertades democráticas.

 

(nota de MASAS nº 382)

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