Los acreedores privados exigen más ajuste
Reclaman que se llegue a un acuerdo urgente con el FMI. Y que se conozca el plan que se ejecutará “que garantice la solvencia fiscal y si este tiene como soporte reformas estructurales para que esa sustentabilidad dure en el tiempo. … al menos hasta el 2035. Exigen que el FMI garantice que no sólo el gobierno de Alberto Fernández se comprometa a estas políticas, sino que el organismo aplique controles directos y constantes para que las metas se cumplan en el tiempo” (Ámbito Financiero).
Los bonistas esperan que los técnicos del FMI apliquen la presión suficiente como para que el país se comprometa a cumplir metas concretas y duras, en los terrenos fiscales, monetarios y cambiarios; que estos se reflejen en reformas estructurales (previsionales, impositivas y de gasto público) y que Argentina acepte las fiscalizaciones dispuestas en el capítulo IV del estatuto del Fondo Monetario.
Los acreedores están preocupados por la caída actual de las cotizaciones de los bonos que recibieron en la reestructuración de la deuda. Creen que el acuerdo con el FMI con su plan de pagos, mejorará la cotización de los bonos.
El gobierno nos vendía el éxito de su negociación con los acreedores. Ahí están, presionando en todos los terrenos para hacer cumplir los compromisos con mayor ajuste y que dure hasta que cobren todas las deudas.
El único camino soberano, que permite la utilización de todos los recursos para ponerlos al servicio de las necesidades de los oprimidos es desconocer la deuda externa, romper relaciones con el FMI que actúa como el agente del capital financiero metiéndose en las políticas que se aplican en el país y estatizar todo el sistema bancario privado incorporándolo al público.