Preparar la lucha por la recuperación de los salarios y los puestos de trabajo
Hemos vivido un año catastrófico. La gran crisis que se vivía a comienzos de año se potenció por la pandemia. En nuestro país y en todo el mundo.
Quedó al desnudo la pudrición capitalista, el desmantelamiento de los sistemas de salud, la precarización de las condiciones de vida y de trabajo de cientos de millones de oprimidos.
Ahora vemos el espectáculo lamentable de la guerra de las vacunas como una expresión de la guerra comercial, ante la necesidad urgente de que toda la población sea asistida en forma perentoria.
Los gobiernos y las empresas han aprovechado para despedir, reducir salarios y precarizar aún más el trabajo.
Por eso que vale tanto haber impuesto la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo después de tantos años de lucha. Por eso vale tanto el triunfo de aceiteros después de tantos días de huelga. Como cada una de las luchas que dimos desde el primer día, y que como partido hemos tenido un gran acierto en decir que sin salario, sin vivienda no había cuarentena posible.
El problema de los problemas es que seguimos a merced de los gobiernos y las patronales sin poder defendernos, sin poder imponer nuestra propia política. Por un lado porque gran parte de la población tiene ilusiones en el gobierno, confía en él, y deja hacer. Y por otro, por el papel traidor de las direcciones sindicales, que se someten y entregan a los gobiernos, que aplauden el pago de la deuda externa y boicotean toda forma de organización y lucha desde las bases en nombre de nuestra salud, “para cuidarnos”. Que pactan reducciones de salarios y despidos, que garantizan paz social.
El desafío del nuevo año será preparar la lucha por la recuperación de los salarios y los puestos de trabajo, por presupuesto, salud y educación. Tenemos el empuje de las victorias que han impuesto las enormes luchas del Movimiento de Mujeres y los Aceiteros y Recibidores.
Pero lo más importante, lo imprescindible, es que avancemos en la construcción de la dirección revolucionaria, del Partido, el que expresa conscientemente la rebelión inconsciente de las masas, que se estructura alrededor de la estrategia de la clase obrera, de la revolución y dictadura proletarias, en nuestro país y en todo el mundo. Esta es una tarea histórica que tiene que ser resuelta.
Las condiciones para dar este paso son mejores, pocas veces se pudo constatar simultáneamente en todo el mundo la bancarrota del capitalismo, la cobardía de los movimientos nacional-reformistas y el papel de las burocracias. Se puede ver que no hay ninguna posibilidad de reformas bajo el capitalismo que nos condena a la barbarie.
No sólo es el Covid, ¡la verdadera pandemia es el capitalismo y la propiedad privada! ¡Acabemos con ella!