Brasil: El POR realizó su conferencia regional en el Nordeste
El POR celebró su Conferencia Regional entre el 30 y el 31/01, en Natal. Estuvieron presentes delegados, contactos y simpatizantes de RN (Rio Grande Do Norte), CE (Ceará), PE (Pernambuco) y PB (Paraíba), además de un representante de São Paulo. La actividad estuvo precedida, la noche anterior, por el lanzamiento del libro del POR “Pandemia, avanzan el hambre y la miseria”. La Conferencia fue iniciada puntualmente y tanto las presentaciones como las intervenciones se mostraron disciplinadas. La preparación anterior de los materiales y la discusión previa de los delegados en sus regionales (que pudieron presentar enmiendas a los documentos) mostró que el POR busca aplicar el método leninista de construcción del programa, sin improvisaciones ni presentaciones de divergencias a última hora. El poco avance organizativo-partidista del último período, a pesar de la enorme desintegración económica capitalista, ha demostrado la tremenda fuerza de los obstáculos colocados para superar la crisis de la dirección revolucionaria, que es internacional. Su pilar en Brasil ha sido el bloqueo impuesto a la acción de la clase obrera por la burocracia sindical, secundada en esta tarea por la izquierda revisionista y electorera.
La Conferencia se dividió en dos momentos. El primer día se discutieron las propuestas de resolución sobre la situación nacional y sobre la política del nacional-desarrollismo para la región Nordeste. En el segundo, se trataron los balances de actividades y los problemas políticos a los que se enfrenta el POR, para la penetración del marxismo-leninismo-trotskismo entre los oprimidos.
Hubo un rico debate en torno a la resolución sobre el nacional-desarrollismo, que buscaba mostrar, en primer lugar, la importancia del tema, dada la retomada por parte del nacional-reformismo (dado del cierre de Ford) de la propaganda del “proyecto nacional de desarrollo y reindustrialización” en alianza con la burguesía “democrática”.
La discusión buscó mostrar que los desequilibrios regionales marcan profundamente a los países semicoloniales atrasados. Que su raíz radica en la penetración capitalista de afuera hacia adentro y en el desarrollo desigual del capitalismo, que combina las relaciones de producción burguesas modernas (regiones más avanzadas, sus técnicas más mejoradas) con relaciones más arcaicas (regiones más atrasadas y técnicas rudimentarias). La discusión buscó mostrar que, en el siglo XX, se destacó una fracción de la burguesía nacional, que levantó la tesis de que sería posible, en el marco general del desarrollo económico de la nación, superar las desigualdades regionales, a partir de una fuerte intervención del Estado, tanto en la promoción de un proyecto de desarrollo regional, como en grandes cantidades de recursos, creación de empresas estatales y regulación del mercado. La tesis del nacional-desarrollismo fue puesta en práctica, a su manera (con avances y retrocesos), por gobiernos nacionalistas burgueses, por gobiernos militares, después del golpe de 1964 y, más recientemente, por el nacional-reformismo del PT, después del 2003. Su aplicación resultó en la fundación de poderosas empresas estatales y grandes obras estructurales, sin romper jamás con el dominio imperialista de las fuerzas productivas internas, ni el control de la gran burguesía sobre la economía nacional; razón por la que fallaría, y fracasó. El debate concluyó con la observación de que la tarea democrática de superar los desequilibrios regionales pasó desde hace mucho tiempo a manos del proletariado. Esto se solucionará, como las demás tareas pendientes del capitalismo atrasado, únicamente a través de la revolución y dictadura proletaria.
El debate sobre la resolución nacional se centró en el cierre de Ford y la política de traición de las corrientes de izquierda, que abrazaron la política burguesa de aislamiento social. En ambos casos, hubo un bloqueo enorme de las centrales sindicales y la dirección reformista a la acción generalizada y nacional de la clase obrera, en defensa del empleo, el salario y la salud. En particular, llamó la atención la miserable posición de las direcciones sindicales al recurrir a negociar indemnizaciones para los miles de empleados despedidos de la automotriz norteamericana, en oposición a la bandera de ocupación, control obrero y defensa de su estatización sin indemnización. El debate también destacó la hipocresía de las izquierdas electoralistas, de oponerse a los actos en las calles, y refugiarse en actividades virtuales, de criticar al POR por denunciar la suspensión de la jornada nacional de lucha el 18 de marzo, mientras salían a buscar votos con actividades públicas, en medio de las elecciones de noviembre. La jornada finalizó su trabajo el primer día con un voto favorable a la aprobación de las dos resoluciones y enmiendas presentadas.
El segundo día se reservó para la discusión de los balances de actividades. Se hizo un esfuerzo por mostrar los avances y retrocesos en los sectores en los que ha intervenido el POR, así como las dificultades encontradas por el lento desarrollo de los cuadros. Se hizo hincapié en la necesidad de que los militantes superen la pasividad ante los problemas y tareas político partidarias, así como de elevarse como buenos organizadores y de tener en cuenta los problemas de la intervención del partido en los frentes. Llamó la atención el problema del internacionalismo y la necesidad de superar la división del trabajo dentro de la militancia. El partido leninista se caracteriza, sobre todo, por la formación de militantes profesionales, que a la vez cumplen el papel de buenos propagandistas, agitadores y organizadores. Se prestó especial atención a la discusión sobre el trabajo obrero. Por primera vez, la conferencia pudo hacer un balance del trabajo obrero en sus regiones, a partir de una intervención práctica y regular. El POR lucha por penetrar en el proletariado y ayudar a transformar el instinto comunista de clase en conciencia revolucionaria. Notamos las dificultades inherentes a trabajar de afuera hacia adentro, y la necesidad del boletín Nuestra Clase para expresar tantos problemas sindicales, como los directamente políticos. Hubo una recomendación particular para el trabajo entre los jóvenes, especialmente en los estudiantes de secundaria. La conferencia terminó con un saludo y un viva la construcción del Partido Obrero Revolucionario.
El POR sale fortalecido de su conferencia regional. El mayor nivel de debate y la mayor homogeneidad política señalan avances en la formación de cuadros partidarios. Las tendencias de estancamiento y crisis, las muertes provocadas por la pandemia, los despidos y el desempleo insoportable, así como la reanudación de las contrarreformas, castigan con dureza a las masas y lanzarán a los explotados a la lucha. El POR, que realiza sus conferencias en medio del colapso económico y la ofensiva general de la burguesía, invita a la vanguardia a asimilar el programa de la revolución proletaria y a enarbolar la bandera del frente único en defensa del empleo, los salarios, los derechos y la salud a todos.
(POR Brasil – MASAS nº628)