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Bolivia: Burocracia sindical cobista, agente del gobierno y los patrones

Rebaja la demanda de incremento salarial a 5% como base de negociación con los empresarios

A título de la crisis económica agravada por la pandemia, los empresarios categóricamente se oponen a cualquier incremento salarial por esta gestión. Arguyen que, primero la inflación durante la gestión 2020 ha sido mínima (1,17% a enero 2021) y, segundo que un incremento traerá más despidos y que lo que importa es preservar las fuentes de trabajo.

Se trata de un descarado chantaje a los trabajadores por parte de los miserables empresarios amenazando con más despidos y cierres de empresas cuando ya han despedido a más de 70.000 trabajadores, han chantajeado a otros miles rebajándoles salarios, cerrado empresas dolosamente sin pagar sueldos devengados y menos liquidaciones, aportes a las AFPs y la CNS, han pisoteado los derechos y conquistas sindicales y sociales, en fin han llevado adelante un verdadero genocidio laboral dejando en la calle a miles de familias.

Y, ante semejante arremetida empresarial con complicidad del Gobierno, la burocracia sindical controlada por éste, en vez de organizar a los trabajadores despedidos y los activos que permanecen trabajando bajo amenaza permanente de ser despedidos, dadivosamente rebaja la demanda salarial a un miserable 5% como base de negociación. Es decir, que espera consensuar un menor porcentaje o probablemente ninguno como exigen los empresarios.

¿Qué es el salario? Es el precio por el que el dueño de los medios de producción compra la fuerza de trabajo de sus obreros.

El valor de la fuerza de trabajo del obrero, como cualquier mercancía, está determinado por el trabajo socialmente necesario para producirla. Corresponde al monto que el obrero necesita para reponer su capacidad de trabajar y que su familia requiere para vivir en condiciones humanas y así reproducir fuerza de trabajo futura.

En Bolivia, el salario de la gran mayoría de los obreros, está muy por debajo del valor de su fuerza de trabajo, es decir, que no alcanza para cubrir las necesidades mínimas indispensables de una familia: alimentación, vivienda, vestimenta, salud, educación, esparcimiento, para vivir en condiciones humanas.

El objetivo de la lucha salarial es alcanzar el Salario Mínimo Vital, calculado ya hace varios años, en por lo menos 8.000 Bs. El mínimo nacional es apenas de 2.000 Bs.

Para la enclenque y miserable burguesía nativa, la reactivación económica significa no sólo preservar sus ganancias sino incrementarlas a costa de la miseria de los trabajadores y de las grandes mayorías oprimidas y con el auxilio del Estado con recursos fiscales en detrimento de la salud, la educación y todos los servicios públicos indispensables.

Si la burguesía y su Gobierno, se declaran incapaces de alimentar a sus propios esclavos, entonces la conclusión obligada es que su sociedad, capitalista atrasada, no puede seguir existiendo y hay que destruirla instaurando un nuevo régimen social donde ya no hayan propietarios privados de los grandes medios de producción que engordan sus fortunas a costa de la miseria de la mayoría nacional.

La revolución de todos los explotados vanguardizada por el proletariado, la clase que no tiene ninguna forma de propiedad sobre los medios de producción, se convierte en una necesidad urgente a contrapelo de la cual, marchan los burócratas vendidos agarrados de la leva de los explotadores y del gobierno proburgués y vende-patria del MAS.

¡SI LA BURGUESÍA NO PUEDE PAGAR SALARIOS QUE PERMITAN CUBRIR LAS NECE SIDADES MINIMAS DE SUS TRABAJADORES, HAY QUE HECHARLA DEL PODER!

¡SALARO MÍNIMO VITAL CON ESCALA MÓVIL!

(nota de MASAS nº 2644 – 30/03/2021 – POR Bolivia)

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