Es necesario un acto unitario el 1° de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores
Organizado en cada regional por las corrientes políticas, sindicales y sociales que se reclaman de la lucha de los trabajadores.
Un acto presencial, con todos los cuidados, como se hizo el 8 de Marzo y el 24 de Marzo, como están haciendo los trabajadores de la salud en Neuquén con más de 40 días de movilizaciones, asambleas y piquetes cortando toda la Provincia.
Rechacemos la excusa de la cuarentena y la pandemia para no realizar actos presenciales. Si todos los días tenemos que ir a trabajar viajando amontonados en los medios de transporte y trabajamos sin todas las protecciones necesarias.
Vivimos una situación excepcional, de agravamiento de las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría oprimida. Por la pandemia y también por el desempleo creciente, la precarización del trabajo, la miseria y el hambre. Los indicadores de pobreza son escandalosos.
Esta situación no tiene respuesta por parte de las direcciones sindicales conciliadoras y traidoras, que priorizan sus acuerdos con el gobierno y las patronales y en nombre de “cuidar la salud” rechazan organizar y movilizar a los trabajadores y cuestionan y llaman a reprimir a los que sí lo hacemos.
Abandonaron completamente el terreno de la independencia política y sindical para ponerse al servicio de las políticas burguesas.
La decisión de reemplazar la presencialidad por la virtualidad en numerosas actividades deformó toda forma de organizar la acción colectiva en el momento de mayores dificultades.
La función elemental de los sindicatos, de defender las condiciones de trabajo, los empleos, los salarios, ha sido abandonada, desnaturalizando completamente su función.
Debemos tomar la protección de la salud en nuestras propias manos. Los gobiernos se han mostrado incapaces de tomar las medidas más elementales de protección, se ha perdido un año. Los trabajadores somos los más interesados en defender la vida, pero las condiciones de bioseguridad esenciales para protegernos deben ser impuestas a las patronales y los gobiernos.
EE.UU. retiene las vacunas compradas e incluso las fabricadas en el país junto con México. ¿Qué medidas tomó el gobierno para defender nuestro derecho a contar con las vacunas? ¿Qué medidas toma en defensa de la salud pública contra semejante atropello?
La crisis económica y social es anterior a la pandemia, que la agravó. Situación que se empeora por la decisión del gobierno de concentrar toda su orientación económica en reconocer y pagar la deuda externa, ajustando los presupuestos en función de las instrucciones del FMI, que requiere más ajustes. Las patronales y el gobierno han aprovechado la pandemia para avanzar con despidos, precarización laboral y retroceso salarial. La situación es insoportable para la mayoría que no responde por el papel miserable de las direcciones sindicales, políticas y sociales.
Por eso es tan importante poner en pie referencias de lucha, de organización, de alternativa política. Hace ya muchos años que no tenemos actos unitarios en casi ningún lugar del país, donde los protagonistas de las principales luchas obreras tomaban la palabra y participaban todas las corrientes sindicales clasistas y antiburocráticas y todos los partidos que se reclamaban de la clase obrera, el 1° de Mayo era el punto de encuentro de toda esa militancia obrera y popular. El democratismo y sectarismo de muchas organizaciones ayudó a impedir que se materializara.
Hoy más que nunca es necesario denunciar la traición de las direcciones burocráticas y plantear la necesidad de una nueva dirección, de combate, independiente de las patronales y el gobierno, para pelear por un plan de emergencia, para dar respuesta urgente a la crisis.
En defensa de las condiciones sanitarias, de vida y de trabajo. Para defender la salud, pelear por el salario mínimo igual a la canasta familiar para todos los trabajadores; por trabajo para todos, reduciendo la jornada laboral y distribuyendo el trabajo entre todos los trabajadores; para terminar con todas las formas de precarización laboral; para imponer un plan de obras públicas que resuelva las mayores demandas de la población; para desconocer y no pagar la deuda externa; para imponer la estatización de la banca y el comercio exterior; la expropiación de la oligarquía terrateniente; recuperar los puertos y los ríos; y todas las privatizaciones de empresas públicas vitales. Plan que sólo podrá ser impuesto con los métodos de lucha de la clase obrera, con su dirección política, nunca por medio de las leyes o de constituyentes.
El capitalismo ha mostrado su rostro de barbarie en todo el mundo, su descomposición y putrefacción. No hay cómo rescatarlo o reformarlo. Es hora de terminar con la explotación capitalista. Sólo la clase obrera, que nunca ejerció el poder puede transformar la sociedad sobre otras bases, poniendo todos los recursos materiales y humanos al servicio de los oprimidos, por medio de la revolución social que imponga un gobierno obrero-campesino, de los oprimidos de la ciudad y el campo.