Resolución del CC de Argentina sobre la situación política nacional

1. El Gobierno ratifica permanentemente sus lineamientos centrales:

a) Ordenar se plan económico para pagar la deuda externa, aplicando las recomendaciones del FMI, buscando llegar a un acuerdo sobre la base de reconocer toda la deuda, que le permita no realizar pagos en los próximos años, estirando los plazos de vencimiento y bajando la tasa de interés;
b) respetar la gran propiedad nacional y multinacional y sus conquistas de las últimas décadas. Sólo aumenta algunos impuestos para elevar la recaudación buscando lograr el equilibrio de las cuentas fiscales.
c) Las grandes conquistas “neoliberales” de los últimos 40 años no se tocan. La grandes empresas privatizadas, monopólicas, no serán estatizadas. Las reformas impuestas en todos los terrenos no serán tocadas.
La rebaja de retenciones a las exportaciones, la rebaja de impuestos y los tarifazos que aplicó Macri significaron una gigantesca transferencia de ingresos a los sectores más poderosos y un saqueo a la mayoría oprimida. Esas superganancias empresarias son intocables para el gobierno que tímidamente aprobó un aporte por única vez del 1% para las 12.000 personas más ricas del país.
d) El gobierno busca el apoyo de los países imperialistas para que no lo ahoguen con el pago de la deuda externa de manera de contar con un poco más de recursos para mejorar la economía y la situación de las masas.
e) en este marco intenta que los salarios y las jubilaciones, como la creación de puestos de trabajo, mejore lentamente por la vía de una mejora de la actividad económica. Por un lado porque no cuenta con recursos presupuestarios (no está dispuesto a avanzar sobre los grandes capitalistas) y por otro porque sabe que una reconstitución del poder adquisitivo de la población aumenta la demanda y al aumentar la producción aumentan las importaciones, y eso termina creando un problema en la balanza comercial. Teniendo en cuenta que su objetivo es acumular divisas para poder pagar la deuda externa, la depresión del consumo interno aumenta los saldos exportables y reduce la importación de insumos, por lo tanto esta situación de bajos salarios y jubilaciones y empleos superprecarizados sirve a ese propósito. Por eso deja las jubilaciones, los subsidios a los sectores más empobrecidos y el salario mínimo en un nivel de miseria.
d) acordar con el FMI y equilibrar las cuentas le sirve a la burguesía porque despeja la posibilidad de default de la deuda en el mediano plazo, eleva la cotización de los bonos de la deuda, baja el riesgo país y facilita que las empresas puedan tomar créditos del exterior y a tasas de interés más bajas.
e) en este cuadro no habrá una reactivación económica que permita salir del estancamiento. No aparece ningún sector de la burguesía que plantee una resistencia a esta política

Sin embargo, la pregunta que nos tenemos que hacer es ¿a quiénes representan o pretenden representar las voces que cuestionan la política entreguista del gobierno? Que reclaman algunas medidas nacionalistas.

Recordamos que la burguesía nacional ha renunciado a siquiera enunciar las tareas nacionales y democráticas pendientes. Se somete a la opresión imperialista y omite cualquier referencia a la oligarquía terrateniente. Se resigna al papel que le asigna el imperialismo.

Sólo podrán desarrollarse las fuerzas productivas si se termina con la gran propiedad de los medios de producción.

 

2. Los objetivos económicos del gobierno chocan con la situación de pobreza, miseria y desocupación masivos, a niveles pocas veces visto.  La extensión de la pandemia agravará esta situación. No podrá recuperar siquiera los niveles económicos del macrismo.

– Sólo pueden ser mantenidos esos objetivos económicos con el enfriamiento de la lucha de los trabajadores ocupados y desocupados. Por eso la colaboración de las direcciones sindicales y de los movimientos de desocupados es fundamental. Las direcciones burocráticas aceptan no recuperar toda la masa salarial perdida en los últimos años, no defender los puestos de trabajo, aceptan la super precarización creciente.

– La pandemia les sirve como excusa para reclamar que todos se queden en sus casas, para no tomar ninguna medida de lucha, para aislar y criticar a los que luchan.

– Gobierno y burocracia saben que tan pronto como se convoque a una lucha general se termina el gobierno y su política. La burocracia cobra su precio por esta colaboración y está atenta hasta dónde sus bases soportaran tanta pasividad.

– las masas no han sido derrotadas. Han recibido fuertes golpes y retrocesos en sus condiciones de vida y de trabajo. Están presentes las huelgas generales contra Macri, las poderosas movilizaciones, haber derrotado buena parte de las reformas que quería imponer en 2017, bloquear el avance de un régimen de dictadura civil.

Las movilizaciones permanentes de los movimientos de desocupados, las masivas movilizaciones de las mujeres y el 24 de Marzo, muestran la disposición a retomar las calles. Por ahí se manifiesta la bronca popular, que no se puede expresar en las organizaciones sindicales.

Hay resistencias parciales a los despidos, a la falta de pago de salarios o por ajustes salariales, pero muy aisladas. Sólo la lucha de los aceiteros aparece como “ofensiva” defendiendo radicalmente su conquista de la canasta familiar.

– la elevada desocupación, subocupación y trabajo en negro, combinado con la incertidumbre de la extensión de la pandemia, ejercen una presión muy fuerte, conservadora, sobre el conjunto de los trabajadores que no arriesgan a salir a la lucha.

– Están presentes las ilusiones de las masas en su gobierno, sobre todo por el recuerdo de lo que fue el gobierno anterior. La situación económica y social grave que recibió el gobierno se sumó la pandemia, lo que sirve para justificar el actual estado de cosas. Y también por la política ultrareaccionaria que juega esa oposición burguesa que dispone de casi todos los medios de comunicación.

– están presentes las ilusiones en el gobierno y en el sistema capitalista. La ausencia de referencias revolucionarias no permite ver a las masas una alternativa por fuera del capitalismo y todo parece reducirse a choques entre neoliberales y antineoliberales, populistas y antipopulistas, peronistas y antiperonistas, etc.

– Es fundamental tener presente que los sectores más empobrecidos ya no soportan ningún ajuste más. Están al límite. No soportan un mayor retroceso en sus condiciones. Pueden notar una leve mejoría en algún momento pero no retornar siquiera a la situación de hace 10 años.

– la inflación imparable se ha convertido en el tema principal de preocupación junto con la falta de trabajo. Los ingresos miserables se ven licuados permanentemente por la suba de precios de los productos esenciales.

El gobierno no tiene cómo contener el alza de precios que multiplica la bronca de la mayoría. Los índices oficiales de pobreza muestran la gravedad de la crisis.

En cinco décadas de privatizaciones, reprimarización de la economía, destrucción de decenas de miles de empresas, de monopolización de sectores estratégicos, eliminación de controles y regulaciones al comercio exterior, han producido un extraordinario crecimiento estructural de la pobreza.

– La aceleración de contagios es un factor de crisis, el sistema de salud está colapsado y peor por la falta de respuesta del gobierno y las patronales a los reclamos de sus trabajadores. La cantidad de contagios se ha mantenido muy elevada y proyecta una multiplicación mayor que el año pasado siendo difícil este año una restricción de la actividad productiva y comercial.

– las condiciones objetivas están a la vista de todos. Como el papel de las direcciones para evitar una respuesta popular a esta situación. Más que nunca es evidente la ausencia de referencias clasistas, revolucionarias, para las masas. La construcción del partido revolucionario es una tarea de primer orden.

 

  1. Características del régimen político

– El gobierno asumió sabiendo de la desconfianza y hostigamiento que sufriría por parte de los sectores más concentrados de la economía, nacional y extranjeros. Y también por parte de aquellos sectores políticos y sindicales que cogobernaron con Macri como antes cogobernaron con Menem y que ahora son parte de su Frente.

– Sectores que reclaman la más absoluta libertad para evadir, negrear, para comprar y fugar divisas, que rechazan toda forma de regulación o control del Estado, que quieren avanzar con la reforma laboral, que no quieren que el Estado se haga cargo de ninguna empresa, que bajen los impuestos, que “se achique el estado”, etc. Ese es su programa explícito. Y viven en guerra para defender ese programa.

– Sectores que apostaron por Macri hasta el final y siguen alineados con ese sector. Y sectores que solo ante el hundimiento de Macri saltaron al Frente que gobierna. Y que pueden volver a saltar de vereda tan pronto el barco pueda parecer que se hunde.

Alberto Fernández gobierna con todos esos sectores que ejercen la máxima presión para defender sus conquistas y evitar cualquier medida que las pueda limitar. Busca asegurar la “gobernabilidad” del Frente teniendo en cuenta el alto poder desestabilizante de la Embajada, los medios de comunicación y los monopolios que dominan la economía.

El gobierno buscó funcionar con los gobernadores, darles mayor participación en las decisiones. Dar una mayor actividad en el Congreso, buscando acuerdos con la oposición y también en el Frente gobernante, en ese terreno. En sus formas, trata de reforzar los rasgos democráticos y federales.

Por primera vez en muchísimo tiempo se dio un debate sobre el presupuesto nacional, “ley de leyes” intentando que no sea un dibujo, sino una referencia obligada que encuadre las pretensiones de todos los sectores dominantes, creyendo que las fracciones burguesas se disciplinarán a ese encuadre de las variables económicas.

Desde el primer momento trató de neutralizar el poder de la Justicia y los servicios de inteligencia sabiendo que trabajarían en su contra.

En su primer año tuvo una actitud conciliadora respecto al poder judicial, pidiendo que se autodepure, que limpie su imagen desacreditada. Esta política fracasó, siguieron operando de la misma forma. Ahora ensaya una ofensiva política para lograr sacarse de encima una parte de la estructura mafiosa que tiene profundas ramificaciones en todo el Estado.

Esa estructura es la fiel representación del dominio de un puñado de monopolios y  especialmente multinacionales, sobre la economía. Tienen un fuerte poder de condicionamiento, extorsión sobre los gobiernos.

– no hay ningún rasgo progresivo en el desmantelamiento de esa mafia judicial, ya que lo que se busca es limitar su poder de fuego, limitar su interferencia en la vida política, en las decisiones económicas, sin tocar su base de sustento. No cambia el contenido de clase de esta Justicia.

– su necesidad de garantizar su gobernabilidad por medio de tantos acuerdos lo hace débil, le deja poco margen de maniobra generando tantas idas y vueltas en sus decisiones. Con una economía altamente monopolizada y centralizada y con tantos antagonismos no hay espacio para maniobrar “democráticamente” y dejar conformes a todas las partes.

En sus decisiones finales termina satisfaciendo siempre al sector más poderoso, nacional o multinacional. Dio marcha atrás con la salud privada, con Vicentin, con las distribuidoras de electricidad, las exportadoras, etc.

– Todos estos conflictos pueden administrarse mientras no irrumpan la clase obrera, los oprimidos, con sus demandas, con sus métodos de lucha, que tira abajo la capacidad de arbitraje entre las fracciones más poderosas del gran capital.

 

  1. ¿Cómo impacta la guerra comercial?

– Las imposiciones de EEUU y sus recomendaciones de no incrementar los vínculos con China y Rusia son un factor de crisis permanente.

– La cuestión Venezuela y la reciente salida del “grupo de Lima” son un aspecto de esos roces. La presión de EEUU para disciplinar a todos los países en su cruzada por derribar al gobierno de Maduro es insoportable y genera roces entre oficialismo y oposición y también dentro de la coalición gobernante.

– El gobierno argentino busca apoyos de las principales potencias para negociar la deuda externa con el FMI y el Club de París. La negociación de esos apoyos lleva a realizar concesiones a esos países. Ninguno de esos países está dispuesto a quebrar las reglas del FMI aunque conozcan perfectamente las condiciones fraudulentas del otorgamiento del crédito a la Argentina, no están dispuestos a ir a un choque con EEUU que sigue siendo el mandamás del organismo, menos ahora que Biden busca un acercamiento con Europa.

Esas negociaciones llevan implícito el reconocimiento de toda la deuda y su pago.

– El agravamiento de la guerra comercial entre EEUU y China con más sanciones y choques se traslada sobre nuestros países en todos los terrenos de disputa, sean telecomunicaciones, energía, pesca, infraestructura, o las vacunas.

Condiciona también la existencia del Mercosur y las disputas entre los países que lo integran. El acuerdo con la Unión Europea prácticamente ha sido descartada.

– Las presiones del imperialismo yanqui ayudan al gobierno a mostrarse como “independiente”, que tiene cierta autonomía, situación que ayuda a confundir a los oprimidos que son llevados a suponer que este gobierno defiende el interés nacional.

 

  1. La lucha se extiende por todo el país

– La política de ajuste del gobierno nacional y los provinciales, combinada con la entrega de los recursos naturales a través de los acuerdos de la megaminería, han  generado crisis políticas de impacto nacional. Comenzó con la gran lucha del pueblo mendocino, que apenas asumido Fernández, logró frenar el proyecto megaminero.

– Luego la crisis de Chubut, que todavía continúa, donde los trabajadores estatales cobran en cuotas, y las escuelas y hospitales están totalmente desmantelados. El rechazo masivo a la zonificación impulsada por Arcioni, los escándalos de corrupción, hace que sea popular y masiva la pelea en toda la Provincia. El objetivo de Arcioni, de zonificar la Provincia, es el de dividir, ya que no puede convencer al pueblo de Esquel y a otras ciudades, pretende en los lugares donde hay menor densidad poblacional aplicarlo.

La meseta de Somuncurá es muy rica en recursos naturales y hace años que intentan llevar adelante sus proyectos allí. Recordemos que en los años ´90 quisieron instalar un basurero nuclear en Gan Gan, y que no pudieron hacerlo por la gran resistencia que se generó.  De hecho, Arcioni  todavía no ha podido avanzar en votar el proyecto de Zonificación porque las asambleas ambientales están en permanente alerta. A esto se sumó los incendios en la zona del Bolsón, donde hoy todavía no llega la ayuda de Nación, está por llegar el inverno y son cientos de familias las que han perdido su hogar. Los compañeros que están organizados en las asambleas ambientales y son activistas contra la megaminería son continuamente hostigados por los punteros, la policía  y por las patotas de la UOCRA. Ellos afirman que los incendios fueron intencionales, por la simultaneidad con la que se generaron, están seguros que es un amedrentamiento del gobierno.

– La lucha de los trabajadores de salud de Neuquén ha tomado relevancia nacional y ha puesto al gobierno del MPN contra las cuerdas, ya que el epicentro se encuentra en el corazón del circuito petrolero, de donde las multinacionales se llevan todas las ganancias.

– Asimismo en el comienzo de las clases, vimos grandes movilizaciones de docentes en Chaco y Tucumán, donde las condiciones laborales son terribles. A su vez, como denuncian los compañeros de AMSAFE, en las barriadas de Rosario la desocupación y el hambre acechan.

– El conjunto del panorama nacional, profundizado por la crisis de la pandemia y la descentralización de los presupuestos hacen que los conflictos estallen en las provincias. Si bien, el gobierno nacional intenta despegarse de algunos gobiernos provinciales, queda claro su alineamiento como ocurre con la política de impulsar la megaminería en Chubut.

 

  1. El papel de la izquierda democratizante, su crisis

– el imperialismo resolvió a fines de los años ´70 la orientación de que las dictaduras militares debían llegar a su fin porque se transformaban en un peligro para su dominación ya que unificaba a los opositores y legitimaba la utilización de los métodos de acción directa más radicales para derribarlas, y que era un riesgo apostar a esa forma de dominación. Los militares debían quedar como una reserva última del régimen de dominación. Así fueron presionando a todos los países para que abrieran paso a formas de democratización.

– la ley electoral de la dictadura establecía un piso mínimo de votos para poder acceder a un cargo, para limitar a las organizaciones de izquierda, y también una forma de votación que hace que se requiera un porcentaje elevado para poder entrar (al renovar por mitades o por tercios las legislaturas). Y cantidad de requisitos burocráticos para afiliar, cantidad de afiliados, comprobación de las afiliaciones, etc.

– la orientación se complementaba con la legalización de organizaciones de izquierda en los procesos electorales de manera de hacer más creíble la democracia y tendiendo un puente a su institucionalización, para que jueguen dentro del terreno “democrático”, para que se adapten a sus reglas. La izquierda, ilegalizada durante décadas tuvo la oportunidad de legalizarse y lo hizo en los términos que imponía el régimen burgués. No luchó por un programa revolucionario sino que adoptó un programa que obligaba al respeto de la Constitución. Abandonó toda lucha por la legalización de sus programas por limitados que fueran. Cambiaron de nombres para que no se los relacionara directamente con las organizaciones que existían antes del golpe militar. (organizaciones que habían sido explícitamente censuradas).

– Para estas organizaciones la democracia burguesa no será cuestionada, no será cuestionado el parlamentarismo, no trabajarán por hacer consciente que sólo por medio de la acción directa de masas se pueden imponer todos los reclamos y que sólo por esa vía los oprimidos conquistarán el poder y derribarán la dictadura del capital. La cuestión de la necesidad de expropiar la gran propiedad prácticamente desaparecerá de su propaganda, como la necesidad de la revolución social.

– La conquista de cargos legislativos, la aparición en los medios de comunicación de los principales dirigentes de izquierda, contribuye a la idea general de que por fuera del capitalismo no hay alternativa. ¿Por qué razón la clase obrera va a abandonar el peronismo si la izquierda que conoce no la ofrece?

– Por un lado las organizaciones centristas se orientarán a construir sus aparatos electorales y adoptan formas movimientistas y por otro el stalinismo se disolverá integrándose a los gobiernos nacional-reformistas.

– Es importante tener presente estas características generales para poder entender su intervención en el movimiento obrero y las dificultades y bloqueos que aparecen en la lucha por la independencia política de la clase obrera.

 

  1. La situación en el movimiento obrero

– la burguesía tenía el reaseguro de la burocracia sindical controlando que la izquierda no accediera a la dirección de las fábricas y los sindicatos. Sin la colaboración de la burocracia sindical la burguesía no puede gobernar. La dictadura militar tuvo el apoyo de una fracción de la burocracia, incluso para reprimir a los sectores independientes. Numerosos sindicatos no fueron intervenidos.

Cada vez que se plantearon terminar con toda clase de prebendas y facilidades a la burocracia llegaron a la conclusión de que era mejor pagar el precio de sostenerla para evitar lidiar directamente con los trabajadores. A veces estas iniciativas solo buscan presionar fuertemente a la burocracia para que mantenga su disciplinamiento.

Fue la gran burguesía la que impidió que prosperara la idea de Alfonsín de renovar la burocracia sindical sacando de los sindicatos al sector de los “gordos” que conciliaron abiertamente con el régimen militar. Su proyecto del ENTRA con la burocracia renovadora y la Ley Mucci fracasaron.

Las últimas paritarias se habían realizado en 1975, al igual que las elecciones en los gremios. Alfonsín mantenía la Ley 21307 de la dictadura que le permitía establecer los ajustes salariales por decreto acordado por los ministros de economía y de trabajo y negociaba los porcentajes con la cúpula de la CGT. A partir de 1988 se restablecerán las paritarias.

– Los famosos 13 paros generales de la CGT contra Alfonsín no tienen que ver con una actitud “destituyente y antidemocrática” del sindicalismo “autoritario” como acusan desde el radicalis-mo sino con la presión de lucha desde las bases que venía desde los últimos años de la dictadura.

El gobierno recibía toda la presión de la lucha salarial de conjunto porque los ajustes salariales eran otorgados por el gobierno para todos. De ahí que diseñaron una forma de volver al sistema de paritarias, para que cada sector negociara por su cuenta, y estableciendo períodos distintos para los distintos gremios asegurándose qué gremios debían negociar primero para convertirse en referencia. Esta forma de paritarias debilitó la centralización del movimiento obrero a través de la CGT, que era uno de los objetivos buscados.

Aunque ha bajado fuertemente la cantidad de afiliados a los sindicatos y la cantidad de trabajadores formales, y su dirección está superburocratizada e integrada de todas las formas al Estado, la clase obrera y la gran mayoría de los trabajadores la consideran su organización y acatan sus convocatorias.

– La radicalización social que comenzó a principios de los ´80 impulsó a la organización del movimiento obrero desde las bases, reconstituyendo el entretejido quebrado por la dictadura, una nueva vanguardia surgió y un sector se incorporó a los partidos de izquierda. Por primera vez en la historia la izquierda conquistaba la Plaza de Mayo llenándola, llenaba estadios de fútbol, construía corrientes sindicales muy numerosas. La burocracia y las patronales alertaron sobre el peligro de que se repitiera la experiencia de los ´70.

En pocos años ese proceso fue liquidado, se restableció el poder de la burocracia barriendo con delegados y comisiones internas, con esas agrupaciones. Por medio de despidos, persecuciones, judicialización de las protestas, fueron desmantelando a esa nueva vanguardia que se estaba formando y quedó muy aislada. La política centrista de la izquierda facilitó el trabajo de las patronales, los gobiernos y la burocracia. Combinado con la destrucción masiva de puestos de trabajo que se produjo desde el 89 con la hiperinflación y las políticas de reformas del gobierno de Menem.

El desmantelamiento de fábricas, de ferrocarriles, la descentralización de la educación, apuntaron también a debilitar físicamente a la clase obrera y las organizaciones sindicales, que cada vez que se ponían de pie amenazaban con audacia la ciudadela de la burguesía.

– las corrientes centristas que habían conquistado algunas posiciones en el movimiento obrero las perdieron. Por la ofensiva de patronales, gobierno y burocracia; y por sus propias políticas exponiendo a sus activistas más de lo necesario, con políticas ultras, aparateando con esas representaciones, desgastando a los dirigentes y la base que representaban, bloqueando toda forma de unidad en la lucha de todos los sectores que se reclamaban independientes y de izquierda, ese aislamiento criminal facilitó el trabajo de la burguesía. ¿Por qué tanta actitud mezquina? Porque privilegiaron el crecimiento y fortalecimiento de cada aparato con la estrategia colocada en los procesos electorales y crecer en las campañas y negociar las candidaturas o la formación de los frentes electorales.

– el PC, el PCR y otras corrientes de izquierda buscarán una vía de integración directa al nacionalismo burgués, a sus frentes y sus gobiernos, que se expresa en su apoyo a fracciones burocráticas en los sindicatos y movimientos sociales.

 

  1. La situación de los sectores “combativos” de la burocracia

– una fracción de la burocracia como camioneros, bancarios, y los sindicatos que los acompañan, tienen sindicatos organizados y se convirtieron en referencia por sus luchas por mejores salarios y convenios, por encuadrar a trabajadores dentro de sus sindicatos. Y también porque aparecieron tempranamente enfrentando a Macri, como antes había ocurrido con Menem.

Tienen un discurso “combativo” cuestionando la deuda externa, la precarización laboral, las bajas jubilaciones, y con capacidad de movilización. Estos sectores también actúan como bloqueo a la evolución independiente de los trabajadores.

En este terreno incluimos a los movimientos de desocupados de la CTEP que con discursos críticos y capacidad de movilización han logrado por ahora institucionalizar a los movimientos piqueteros, quitándoles los rasgos más radicales de sus protestas. Su masividad y la importancia de su papel (que se verificó bajo el gobierno de Macri) les permitió recibir recursos económicos muy significativos para poder jugar su papel de control.

 

La lucha por la independencia política de la clase obrera exige dar batalla contra los principales bloqueos políticos en la vanguardia, derrotar ideológicamente a las corrientes que se reclaman de izquierda que aún conserva militancia en la clase obrera y los sectores peronistas que se reclaman “nacional y populares” que tienen mucho peso en los sindicatos estatales. Mostrar que sus políticas, sus estrategias, de adaptación al capitalismo sólo garantizan derrotas para los trabajadores, que las condiciones de vida y de trabajo seguirán retrocediendo si la clase obrera no abre una perspectiva en la sociedad con su programa, con su estrategia.

 

  1. Las elecciones

El gobierno buscará un respaldo a su gestión y ganar algunas bancas más que le permitan tener más margen para sacar las leyes que quiere sin depender de acuerdos con otras bancadas. La lucha por la conformación de las listas será una crisis, porque todos buscarán asegurar su peso dentro del Frente.

Nuestra intervención deberá centrarse en la propaganda de las cuestiones estratégicas:

La pudrición que mostró la pandemia / la catástrofe sanitaria y social / el crecimiento de la pobreza, destrucción de puestos de trabajo, desocupación y precarización / hace 40 años que retrocedemos en las condiciones de vida y de trabajo / el “neoliberalismo” se adueñó del país imponiendo sus políticas / ponemos el acento en las medidas antiimperialistas que se deben tomar y que sólo la clase obrera por la vía revolucionaria puede imponer / el debate que queremos imponer es que el capitalismo está agotado y nos empuja a la barbarie, debemos terminar con la gran propiedad privada para ordenar la economía sobre bases completamente distintas

Machacar que con discursos y votos no se resuelven los problemas. Ni tampoco recaudando un poco más de impuestos. Debemos parar el país para tomar las riendas ante la cobardía y postración de todos los gobiernos.

Intervenimos en las elecciones y lo haríamos con candidatos propios si pudiéramos hacerlo. Se debe intervenir en las elecciones porque existen ilusiones democráticas en las masas, no para alimentarlas sino para ayudar a superarlas.

Cuando se trata de legalizar el partido para intervenir en las elecciones hablamos de su programa y no otro. Toda la lucha por poner en pie el partido revolucionario es también la lucha por imponer su reconocimiento, su “legalidad” de hecho. Rechazamos cualquier mecanismo de adaptación a la justicia burguesa para conseguir un sello, recorrer todas sus chicanas y condicionamientos, hechos para no reconocer a una organización revolucionaria.

Las elecciones son un terreno de propaganda que utilizamos para desnudar la ausencia de alternativas por parte de los candidatos patronales y también los de “izquierda”.  Planteamos un programa, una estrategia, combinada con un método para imponerlo, para que no quede la idea de que por la vía de las elecciones o en el Congreso o constituyentes se puede llevar a concretar esas tareas. Diremos que sólo la acción directa de masas puede resolver esas tareas.

 

  1. La cuestión de la pandemia

* Vacunas:

– Denunciamos la maniobra de acaparamiento de la producción y distribución por un puñado de países para multiplicar las ganancias de las farmacéuticas, imponer sus productos y condicionar políticamente a los países. Rechazamos los condicionamientos políticos o económicos.

– Exigimos liberar las patentes para que se pueda producir más, más rápido, con el mayor acceso a las vacunas.

– desarrollar urgentemente el laboratorio estatal sobre la base de la expropiación de los existentes, con capacidad para producir las vacunas, desconociendo todas las patentes. Es imprescindible la lucha por coordinar con los países latinoamericanos cómo organizar la producción y distribución masiva.

– hacer públicas todas las negociaciones y condicionamientos, contra el secretismo en una cuestión sanitaria vital para la humanidad.

– las prioridades de vacunación: primero a los más vulnerables que son los que más posibilidades tienen de una complicación severa en su salud.

– investigación y sanción de todos los casos de uso de las vacunas al margen de las prioridades establecidas.

* Estatización de toda la salud en un sistema nacional único y gratuito

– expropiar sin pago los laboratorios medicinales/famaceúticos

– producción de todos los remedios necesarios de uso masivo y su distribución gratuita

– expropiación de las clínicas privadas y laboratorios de estudios y análisis, de las prepagas y de las obras sociales

– integrar todos los sistemas en un sistema único universal y gratuito

– todos los recursos deben ser centralizados por el Estado nacional. La lucha contra las pandemias no es una decisión de cada provincia o municipio, es del mayor interés general.

– Rechazar al aislamiento social para ganar las calles, como única forma de imponer nuestras reivindicaciones. Ningún aislamiento ni cuarentena estricta va a funcionar bajo la dirección de la burguesía. No podemos dejar en sus manos el combate a la pandemia. Quedó a la vista el desmantelamiento de los sistemas de salud y ha perdido un año en implementar medidas de protección de los trabajadores y las actividades. No pudo resolver ni el transporte público, ni condiciones edilicias, ni horarios de trabajo, ni cómo imponer normas de bioseguridad en los lugares de trabajo. La burguesía dispuso de sus recursos para irse a vacunar a otros países o vacunarse privilegiadamente abandonando a su suerte a los trabajadores a los que exige presencialidad para que la producción y las ganancias no se detengan.

La clase obrera debe tomar el control de la lucha imponiendo un plan de emergencia y todas las condiciones para garantizar la vida de los oprimidos.

* Presencialidad

– no se puede organizar a los trabajadores, ni realizar asambleas, ni luchar, virtualmente. La clase obrera no puede desistir de sus métodos de organización y lucha, aplicando todos los cuidados.

– son los trabajadores quienes deben deliberar y decidir cómo se trabaja. Si las condiciones están garantizadas. Son los trabajadores los que deben imponer a los gobiernos y las patronales que haya suficientes medios de transporte para poder trasladarse en condiciones de bioseguridad. Nadie puede ser obligado a trabajar si no se respetan los protocolos de seguridad aprobados por los trabajadores.

– las patronales y los gobiernos han perdido un año y se han ahorrado recursos al evitar la presencialidad en los lugares de trabajo.

– todos aquellos trabajadores que por sus antecedentes sean considerados de riesgo deben permanecer licenciados cobrando su salario como si trabajaran.

– Todos aquellos trabajadores que no puedan trabajar porque no están garantizadas las condiciones de trabajo o de movilidad deben percibir un ingreso que les permita vivir, no una limosna.

 

 

  1. ¿Por dónde pasa la construcción del partido revolucionario?

La lucha por la independencia política de la clase obrera es central, de esto depende la transformación revolucionaria de esta sociedad. Se concreta en la construcción del partido revolucionario que se estructura tras la estrategia de la revolución y dictadura proletarias.

Será un partido de cuadros. Hemos dado los primeros pasos en la elaboración del programa que se ha verificado en general como correcto.

El problema es cómo damos la lucha para ganar a la vanguardia militante a ese programa.

Vanguardia que busca una respuesta política a la crisis estructural de la sociedad, que no restringe su actividad a la lucha sindical.

Por un lado es importante la precisión de las consignas centrales con que intervenimos en cada momento, de las caracterizaciones, de las tácticas para intervenir.

Pero lo más importante es que discutamos cómo llegamos con nuestros planteamientos a esa vanguardia poco politizada, con muchos prejuicios contra los partidos de izquierda en general y contra el trotskismo. Un trabajo lo realizamos con la prensa, los boletines, las declaraciones que distribuimos a nuestros simpatizantes y que llegan a un sector de la vanguardia y otro con la intervención más abierta en piqueteos y volanteos. Es necesario hacer un seguimiento de toda la red de relaciones para poder analizar hasta dónde avanzamos organizativamente con ellos. Y capturar nuevos contactos todo el tiempo.

Intervenimos en los barrios en las puertas de fábrica, en las movilizaciones, para que nos conozcan para que puedan entrar en contacto con nosotros.

Necesitamos hacer un seguimiento de las posiciones de las corrientes de izquierda y del nacional-reformismo y polemizar con ellas, todo el tiempo, tenemos que ayudar a procesar la crisis que se incuba en esas organizaciones. A que puedan ver la raíz de su democratismo. Para poder ganarnos a los mejores elementos. El p. se debe nutrir de esos compañeros.

Hay un terreno favorable para el desarrollo de nuestras posiciones.

 

  1. La situación que se vive

La situación internacional viene cambiando en los últimos años con la mayor intervención de las masas, no sólo en las semicolonias sino también en las metrópolis.

El levantamiento de masas que se produce en 2001-2, con una de las mayores crisis de la burguesía en su historia, no fue derrotado, fue desviado apoyándose en las ilusiones democráticas de las masas, en sus direcciones nacionalistas burguesas. El kirchnerismo apareció como el gran bombero para poder contener y desviar a las masas en nombre de la “nueva política”. Ese recurso sigue vigente, con menos potencia que entonces pero sigue vigente. Las huelgas generales contra Macri y las jornadas históricas de Diciembre de 2017 mostraron también la vigencia de aquel levantamiento. Las poderosas movilizaciones del movimiento de mujeres y de libertades democráticas, como las de los movimientos de desocupados, son muestras del mismo fenómeno.

La burguesía ha avanzado en institucionalizar los movimientos para mejor controlarlos y tratar de evitar su estallido. Sus direcciones han sido cooptadas, con la colaboración de la iglesia. Incapaz de resolver la pobreza, la miseria, el desempleo y la precarización estructurales trabaja sobre el control de la rebelión, sobre sus direcciones.

Salvo pocas excepciones, las luchas obreras son en defensa de los puestos de trabajo, ante despidos o suspensiones, o por el no pago de salarios. Luchas aisladas que no logran generalizarse. El punto más avanzado ha sido en Neuquén que arrancó tempranamente con las movilizaciones en la pandemia, enfrentando todos los obstáculos, y que ha protagonizado una lucha extraordinaria en los trabajadores de salud, cuestionando a la burocracia sindical en las calles, desbordando a sus direcciones, recibiendo la solidaridad de otros sectores en lucha y la simpatía general de los trabajadores. Es un anticipo de que el dique de contención de las direcciones burocráticas puede ser superado. Es imprescindible coordinar esas luchas que aparecen rodearlas de solidaridad, moldear la unidad en la lucha, contra las maniobras de la burocracia y las aparateadas de la izquierda.

El avance de la pandemia limita la respuesta colectiva por lo que ya hemos dicho pero la bronca crece como la desilusión en el gobierno. Se van creando la condiciones para que los oprimidos irrumpan nuevamente con todos sus reclamos.

La situación prerrevolucionaria que parecía podía abrirse en 2018 no llegó a madurar debido al papel de las direcciones que pudieron desmovilizar y garantizar la gobernabilidad de Macri hasta el final con la confianza de que podían derrotarlo en las elecciones. Pero la posibilidad está latente y las luchas de Neuquén muestran un anticipo, las condiciones objetivas están más que maduras.

 

  1. Los ejes de nuestra intervención

Plan de emergencia o pliego único de reivindicaciones que incluye

– salario mínimo igual al costo de la canasta familiar para todos los trabajadores

– trabajo para todos, reducción de la jornada laboral, distribución de todo el trabajo entre todos los trabajadores, escala móvil de horas de trabajo

– fin de toda forma de precarización laboral o trabajo en negro

– ningún cierre, suspensión o despido de trabajadores, ocupar los establecimientos para defender los puestos de trabajo

– urgente plan de obras públicas

Para construir 300.000 viviendas por año

Para llegar con agua corriente y cloacas a toda la población

Para construir la cantidad de hospitales y escuelas que se necesiten

Para ampliar la red ferroviaria reconstruyendo en una primera etapa lo que destruyó Menem y la dictadura

Para poner en pie nuevamente los astilleros construyendo dragas y barcos para una flota mercante estatal

Se deben destinar todos los recursos necesarios para poner en marcha este plan que generará cientos de miles de puestos de trabajo genuinos y ayudará a poner en marcha otros sectores de la economía. El plan del gobierno es una burla, no responde a las necesidades más urgentes y el empleo que crea ni siquiera podría denominarse empleo por el grado de precarización que implica.

– Estatizar todo el sistema de salud, incorporando todas las clínicas, prepagas, laboratorios, obras sociales, en un sistema único

– vacunar a todos, empezando por los más pobres

– incorporación de trabajadores al sistema de salud. Pase a planta de todo el personal. Ajuste salarial. Incremento del presupuesto.

– el laboratorio estatal debe estar en condiciones de poder producir las vacunas que se necesitan. Imponer al imperialismo el fin de las patentes.

– Desconocimiento y no pago de toda la deuda externa

– Estatización del comercio exterior y la banca.

– anular todas las privatizaciones de sectores vitales de la economía

– recuperar los puertos, los ríos, los lagos, recuperar el Paraná

– recuperar los yacimientos, las minas, la riqueza pesquera

– recuperar las generadoras y las distribuidoras de energía

– recuperar las plantas de producción de acero y aluminio

– recuperar los ferrocarriles, la flota nacional, y todo el sistema de transporte

– expropiación de la oligarquía terrateniente

 

– recuperar todas las organizaciones sindicales para la lucha, ¡fuera la burocracia traidora!

– imponer la democracia obrera, las asambleas, elegir delegados en todos los lugares de trabajo, los más confiables, los más decididos, los que no transan con la burocracia del sindicato ni con las patronales. Debatir cómo recuperamos la CGT para los trabajadores hoy al servicio de las grandes patronales.

 

Estas medidas sólo podrán ser impuestas por el levantamiento popular encabezado por la clase obrera, con sus métodos de lucha, con su estrategia política. La clase obrera deberá unirse a todos los oprimidos de la ciudad y el campo para enfrentar y derrotar a la minoría que concentra los grandes medios de producción. Para destruir su Estado, para terminar con la dictadura del capital y poner en pie un nuevo estado producto de esa revolución social, con un gobierno obrero-campesino (dictadura del proletariado).

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *