La propaganda golpista en los principales medios de comunicación
En Masas 391 analizábamos la presencia del jefe del Comando Sur de EE.UU. y de un enviado de Biden, días después se produce la intervención radial de un elemento que reproduce la orientación de la Embajada, como una advertencia.
Dijo Marcelo Longobardi en diálogo con Lanata: “… ciertos niveles estrafalarios de pobreza estructural hacen cortocircuito con una vida democrática plena, la democracia no es para cualquier país que requiere estándares de bienestar económico, de igualdad económica, de oportunidades, estabilidad… de una serie de cuestiones que no están dadas hoy en la Argentina, algún día, lamentablemente, tendremos una sorpresa y porque vamos a tener que formatear a la Argentina de un modo más autoritario para poder manejar semejante descalabro, y para mí este es un tema muy de fondo en la Argentina”.
En un programa de radio que tiene la mayor audiencia y cuyos mensajes repiten diarios, radios y canales de televisión en todo el país. ¿Cuál es la preocupación de Longobardi? No es terminar con la pobreza “estrafalaria”. Su preocupación es aplastar los reclamos inevitables de los pobres y está previendo que Fernández no va a poder, que la tendencia al agravamiento de las condiciones de vida y de trabajo están cada vez más presentes.
Longobardi es el defensor a ultranza de los empobrecedores, de quienes más se enriquecen apropiándose de los recursos y la riqueza que producimos.
Longobardi traduce para la Argentina un documento reciente de la CIA sobre la “evaluación anual de amenazas 2021” que se pregunta ¿cuáles son los puntos críticos en América Latina? El incremento de la pobreza. Un documento que pronostica escenas de violencia, de convulsión social a largo plazo, de inestabilidad política y pone como ejemplo a Venezuela. Incluye sombrías advertencias sobre los operativos de influencia encubiertos de Rusia y China, para aumentar su presencia geopolítica, diciendo que ambas aspiran a tener una ventaja a través de la diplomacia de las vacunas…
La CIA participa activamente en nuestros países y ha actuado en la preparación de sangrientos golpes militares en las últimas décadas. Esta advertencia es una señal de que el golpismo siempre está presente.
¿EE.UU. “no quiere a Fernández”? Se preguntan algunos periodistas oficialistas. Lo que hace permanentemente EE.UU. con cualquier gobierno es disciplinarlo, imponerle toda su orientación en todos los terrenos. El amo imperial usa la diplomacia y también el garrote, no esconde cuáles son sus exigencias. Longobardi no es un periodista, es un operador de esos intereses. La respuesta autoritaria de la que habla es para todo el mundo, es la salida de la burguesía que ajusta contra las masas y no puede impedir que se rebelen como pueden, con lo que tienen. Es una burguesía que no puede ofrecer más que barbarie a los oprimidos.
Es en ese sentido que deben entenderse los dichos del empresario santafesino Daniel Stechina durante una asamblea de SRA y CRA «están dispuestos a que esta porquería que está en el gobierno se vaya a patadas». Propuso «destituir y hacer desaparecer a toda esta gente, porque no es una institución el problema, el problema es la gente que está dentro del gobierno”. El tambero entrerriano Chemes agregó: “Como en la guerra, hay que ir matando a los de la primera fila. Hay que barrer a la mayoría, a la mugre, para después sí empezar a remar… Hay que cortarles la mano a los Kirchner porque vienen por más”.
El atentado con explosivos contra un local de La Cámpora en Bahía Blanca, el 25 de Mayo, expresa esta línea.
La respuesta es terminar con el poder imperialista expulsándolo de nuestro país, haciéndonos soberanos. Recuperando las empresas, los recursos naturales, dejando de pagar la deuda externa. La política del gobierno por el contrario es de sometimiento, de renuncia a una política de independencia nacional.