Este 28 de Junio se recordó los 55 años del derrocamiento militar del presidente Illía

La mayoría de las crónicas no mencionan que el golpe militar fue ordenado por los laboratorios farmacéuticos extranjeros y las multinacionales petroleras cuyos contratos había anulado.

A tal punto llegó la presión de los laboratorios que cuando Illía renegoció la deuda con el Club de Paris le pusieron como condición que se debían liberar los precios de los medicamentos, de lo contrario Suiza, que tenía una parte del crédito del Club, no aprobaría la refinanciación (se necesitaba el acuerdo de todos los países).

No hay duda de la motivación económica del golpe militar. EE.UU. estuvo detrás de este golpe, como en todos los demás. El nuevo gobierno dictatorial anularía la llamada Ley Oñativia de salud, liberaría los precios de los medicamentos, sancionaría una nueva ley de hidrocarburos para facilitar la presencia privada. El ministro de Economía sería el liberal Adalbert Krieger Vasena que suspendió por dos años los ajustes salariales y suspendió los convenios colectivos de trabajo.

Illía llegó al gobierno con un 25% de los votos, sobre la base de la proscripción y persecución al peronismo. El golpe militar ordenado por las multinacionales, fue apoyado de hecho por el peronismo. Perón mismo dijo que Onganía era un militar patriota y que “había que desensillar hasta que aclare”. Ya se podía observar en ese momento el abandono de su prédica nacionalista y el colaboracionismo de la mayoría de la burocracia sindical con el gobierno militar. Tampoco se puede olvidar que bajo esa dictadura se aprobó la ley de Obras Sociales.

Y siempre recordaremos que esa dictadura que prometía quedarse por 20 o 30 años voló por el aire con el Cordobazo, una gesta histórica de la clase obrera que abría su camino de independencia política que la burguesía y el imperialismo cerraron con el golpe genocida de 1976.

(nota de MASAS nº396)