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Bolivia: El paro cívico y el wiphalazo

PULSETA ENTRE LA VIEJA DERECHA AGLUTINADA ALREDEDOR DE LOS COMITÉS CÍVICOS BAJO LA BATUTA DEL COMITÉ CÍVICO CRUCEÑO Y EL M.A.S. IMPOSTOR QUE UTILIZA LA INDIGNACIÓN INDÍGENA POR LAS ACCIONES RACISTAS DEL FACHO CAMACHO CONTRA LA WIPHALA

El paro cívico fue un fracaso. Como era fácil prever, en La Paz y Cochabamba y otras capitales de departamento sólo salieron los vecinos de los barrios residenciales, es decir la pequeña-burguesía acomodada, con sus pititas a bloquear calles ante una tolerante indiferencia de la mayoría de la población. En Santa Cruz el paro se hizo sentir más peo no pudo avanzar más allá de los barrios de emigrantes collas como el Plan Tres Mil, por ejemplo. En la populosa ciudad de El Alto no hubo paro alguno.

Sí hubieron marchas masivas de los gremiales que están en pie de guerra contra la “Ley Contra la Legitimación de Ganancia Ilícitas, …”, de la que temen ser víctimas; un legítimo movimiento de este masivo sector social de cuentapropistas que no es resultado de la convocatoria de los cívicos. Por el contrario, los cívicos quisieron apoyarse en ellos para atribuirse una gran convocatoria que se ha comprobado no tienen.

El MAS, por su parte, ha recurrido a todos los medios que le brinda su condición de estar en el Gobierno para lograr concentraciones masivas, fundamentalmente en Santa Cruz y La Paz, apoyándose en las Organizaciones Sociales que controla, los funcionarios públicos y la legítima indignación del pueblo indígena, particularmente campesinos en La Paz, ante las provocaciones racistas del Facho Camacho.

Los explotados y oprimidos debemos unir fuerzas y así ganar las calles para luchar por nuestras propias reivindicaciones concretas, contra el hambre y la miseria propios del atraso del país, agravadas por la crisis económica, sin mezclarnos con las pugnas entre los politiqueros de la vieja derecha racista y la nueva derecha masista, sirvientes ambas de la burguesía y el imperialismo.

¡VIVA LA INDEPENDENCIA POLÍTICA Y SINDICAL DE LOS EXPLOTADOS Y OPRIMIDOS!

 

(nota de MASAS No.2672 – POR Bolivia)

 


Disputa entre la vieja derecha y el MAS

UNA FALSA POLARIZACIÓN POLÍTICA QUE NO DEBE CONFUNDIR A LOS EXPLOTADOS Y OPRIMIDOS

El 11 y el 12 de octubre se han realizado movilizaciones en el país, la primera a través de un paro cívico nacional parcialmente acatado, convocado por los comités cívicos a la cabeza de Santa Cruz con las consignas de la defensa de “la democracia, de las libertades constitucionales y contra una supuesta dictadura socialista – comunista” y, la segunda, convocada por el gobierno, las llamadas organizaciones sociales, el pacto de la unidad y la COB, con las consignas de “desagravio a la Wiphala ofendida por los racistas, contra los aprestos golpistas de la derecha reaccionaria y por la defensa del proceso de cambio”.

Al margen de que las convocatorias hubieran merecido o no el respaldo de la población, la primera buscando montarse en el malestar popular contra el inútil y corrupto gobierno masista que no atina a resolver los graves problemas de los sectores de la población más castigada por la crisis económica y la segunda, apoyada en las organizaciones afines al gobierno y en los empleados del Estado que acuden bajo amenazas de sanciones pecuniarias. No se puede decir que las masas salen delirantes a las calles en completa identificación política con la vieja derecha o con el oficialismo masista; está claro que ellas salen mediadas por sus necesidades materiales y concretas, o por preservar sus fuentes de trabajo aquellos que dependen del Estado o por el temor que tienen los cuentapropistas a que el gobierno les hurgue los bolsillos con la proyectada ley contra las ganancias ilícitas.

Al margen de las consideraciones hecha sobre la actitud de las masas frente al oficialismo y a la derecha tradicional, lo importante es comprender que no puede haber polarización política entre sectores que, en lo esencial, sostienen la misma política; ambos son defensores de la gran propiedad privada de los medios de producción; ambos defienden al Estado burgués y a la democracia representativa liberal; ambos se relaman defensores de la Constitución Política que, en última instancia, encarna los intereses de la clase dominante. En esta medida, ambos desarrollan una política francamente derechista con ligeras diferencias más de forma que de fondo.

Por tanto, las diferencias entre la derecha tradicional y el MAS no van más allá de la menuda politiquería desesperada por copar el mismo espacio destinado a preservar el orden social burgués decadente y en plena descomposición; la derecha tradicional desarrolla un furioso discurso anticomunista para asustar a las inmensas masas de cuentapropistas, atribuyéndole al gobierno masista la impostura de ser socialista o comunista; por su parte los oficialistas juran defender la democracia al servicio de los pobres, el Estado de derecho que garantice la distribución de la riqueza de manera “justa y equitativa” ente todos los bolivianos, etc.

¿Cómo puede haber polarización política entre estas dos facciones de la misma clase dominante? Se trata de una apariencia que, en determinado momento puede terminar desorientando a las masas y convertirse en el canal que conduzca a la pérdida de la independencia política de las organizaciones obreras, como hasta ahora está ocurriendo con los movimientos minero y fabril, cuyas direcciones no atinan a romper con el tutelaje político de un gobierno contrarrevolucionario y antiobrero.

Ahora, más que nunca, corresponde desenmascarar radicalmente esta aparente polarización política entre la vieja y nueva derecha, la diferenciación de ella permitirá que el proletariado desarrolle su propia política para convertirse en la dirección de toda la nación oprimida.

Si se quiere resolver los grandes problemas de la mayoría nacional, es el momento de salir a las calles bajo las banderas de la independencia política de las organizaciones obreras y populares.

LA CONSIGNA NÍTIDA DEBE SER: NI EL MAS, NI LA VIEJA DERECHA. VIVA EL GOBIERNO DE OBREROS, CAMPESINOS Y DE LAS INMENSAS MASAS POBRES DE LA CLASE MEDIA DE LAS CIUDADES Y DEL CAMPO.

 

(nota de MASAS No.2672 – POR Bolivia)

 

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