¡Basta de impunidad!
Como en la dictadura, el gobierno de Macri utilizó los servicios de espionaje para perseguir a todos los opositores, incluso los de su propio partido y también para montar operaciones de chantaje y saqueo de empresas y empresarios.
Su impunidad muestra el papel de la justicia y hasta la complicidad del gobierno actual. Todos los responsables deben ir presos. Estamos frente a un delito de una gravedad extraordinaria contra las libertades democráticas. Macri es el principal responsable de haber ordenado todas las persecuciones y también los ministros involucrados y jefes de la AFI, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
Macri está siendo citado por ese motivo a la Justicia. No es un perseguido político. Es un criminal que goza de impunidad por todo el poder que representa.
Realizar tareas de inteligencia sobre los familiares de los submarinistas del ARA San Juan desde finales de 2017 hasta finales de 2018 que reclamaban información sobre el destino del submarino, porqué se había hundido, su localización, quiénes fueron responsables, es de los hechos más aberrantes de un gobierno que actuaba de esa forma porque sabía que gozaba de impunidad.
Dice el Juez Bava: “No solo las más altas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia estaban en pleno conocimiento de las acciones ilegales que realizaban en Mar del Plata, sino que además, le retransmitían estas acciones al Presidente de la Nación. Es otro argumento que permite demostrar que el entonces Presidente de la Nación, Mauricio Macri, se encontraba en pleno conocimiento del especial interés y el seguimiento que realizaba la Agencia Federal de Inteligencia respecto de los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan”.
Todas las maniobras de espionaje deben ser investigadas, es parte de la lucha por la vigencia de las más amplias libertades democráticas para enfrentar el poder de una minoría que lo sigue ejerciendo bajo dictadura militar o bajo formas de democracia burguesa: siempre la dictadura del capital.
Juicio y castigo a los que espiaron y dieron la orden de espiar a las familias del submarino hundido, a los movimientos sociales, activistas sindicales, organizaciones sociales, a la familia de Santiago Maldonado