“No al pago de la deuda” fue la consigna central de la movilización y acto masivo del domingo 17
La consigna de la marcha fue por el “No pago de la deuda externa” y Hebe consideró que es un tema prioritario: “Pensamos que es muy importante insistir en no pagar la deuda, porque eso de pagar una deuda que no es nuestra, que se la robaron, es un disparate”. La Plaza se llenó.
En ese sentido, señala que “estamos haciendo un gran trabajo de contar al mundo sobre esto, y si conseguimos que no la paguen, ya es un buen golpe. Tengo mucha esperanza de que no tengamos que pagarles. Nos va a hacer bien si no paga”.
La marcha que ingresó a la Plaza fue encabezada por esa consigna. Cuando comenzó el acto se lo anunció “contra el FMI”. Abrió el Acto Hebe, presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, diciendo que este sería el primero de los actos para pedir “No al pago de la deuda externa”… al Presidente: “Le quiero decir que este acto es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda. Hoy empezamos.”
También dijo Hebe: “Cuando las Madres convocaron esta marcha muchos dijeron que sería opositora, en contra del Gobierno, pero nosotros sabemos muy bien donde está el enemigo”… “Queremos que la deuda la pague (Mauricio) Macri y no el pueblo”. Algo parecido dijo Roberto Baradel: “no se puede pagar la deuda con las necesidades de nuestro pueblo” …”que la pague quien la contrajo, quienes fugaron los capitales”.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner decidieron no concurrir a la Plaza. No querían aparecer pegados a una movilización que reclamaba el No Pago. Pero tampoco se hicieron presentes la mayoría de dirigentes políticos y sindicales que apoyan a este gobierno.
La importancia de movilizarse y llamar a una serie de actividades contra el pago de la deuda tiene una extraordinaria importancia. Es un tema central de la situación política y cuestiona el corazón de la política de este gobierno desde el principio, reconocer todas las deudas y arreglar para pagarlas, sabiendo que son un fraude. En un momento en que desde todos los sectores que apoyan al gobierno se ponen de rodillas frente al capital financiero y repiten a coro a sus seguidores “no se puede”, Hebe hace estallar esta contradicción.
Al mismo tiempo marca los límites de la lucha ya que sigue considerando a este gobierno su gobierno y lo votará en Noviembre. No es correcto pedir que la pague Macri, ¿cómo haría para pagarla? ¿Debería haber un nuevo gobierno para que pague? El planteo pareciera que suena bien ante la bronca de la mayoría contra el saqueo que hizo su gobierno, pero es inconducente.
Toda la deuda debe ser desconocida y debemos obligar a todos los empresarios que se llevaron los dólares al exterior a que los traigan en un plazo perentorio. Son más de 400.000 millones de dólares, muchísimo más que toda la deuda. El patrimonio de todas las empresas que fugaron divisas al exterior con Macri, con Kirchner, o con Menem y la dictadura deben ser expropiados. Por todos ellos el país fue endeudado y nos obligan a todos a que la paguemos.
Es confuso decir que no se pague con las necesidades de nuestro pueblo, siempre que se pague será sacrificando nuestras necesidades. Cada dólar que se está pagando es un dólar que se quita de los presupuestos de salud y educación, de los salarios y las jubilaciones, de la obra pública. Ya está ocurriendo, son miles de millones de dólares de la deuda externa que se están pagando bajo este gobierno. Y la deuda sigue creciendo porque se acumulan los intereses de la deuda.
Nuestra organización ha señalado desde el primer día de este gobierno que reconocería y pagaría la deuda. Inevitablemente debían refinanciar los plazos porque tal como estaban previstos no se podían cumplir y también aceptar una rebaja en la tasa de interés altísima que habían pagado porque el capital quiere asegurarse el cumplimiento de los pagos.
La deuda externa es un extraordinario mecanismo de extorsión sobre los gobiernos para forzarlos a que entreguen empresas, recursos, para mantener a nuestros países acogotados sin posibilidad de desarrollar su economía. No se puede llamar a votar a un gobierno que desde el primer día promete pagar la deuda.