Avanza la entrega del país para garantizar el pago al FMI
El gobierno espera algún apoyo de EE.UU. en su negociación con el FMI para mejorar las condiciones de refinanciación de la deuda. EE.UU. fue quien ordenó al FMI entregar el préstamo extraordinario al gobierno de Macri para evitar su default, facilitar la fuga de capitales que había entrado para especular y facilitar la reelección.
Nunca se debe olvidar que EEUU es la principal potencia opresora sobre nuestro país, responsable de todos los golpes militares, de la represión terrible sobre el movimiento obrero y la juventud, interviene descaradamente en la política interna, ayudó a Inglaterra a derrotar militarmente a la Argentina en 1982, y domina los principales medios de comunicación que son voceros de sus políticas, etc. Es una potencia enemiga, gobierne quien gobierne.
EE.UU. exige una rendición completa del país y sometimiento a sus políticas internacionales, respecto de China, Venezuela, Cuba, Nicaragua, etc. El tratamiento es de colonia. Las declaraciones del nuevo embajador en el Congreso de EE.UU. muestran claramente su prepotencia imperial.
Las ilusiones del gobierno en Biden se desmoronaron rápidamente, su política no difiere de la de Trump. La insistencia de una política de amistad con las principales potencias ha fracasado, todas exigen negociar con el FMI, reconocer la deuda y pagar, sin importar su carácter fraudulento, todos recomiendan negociar con EE.UU. que tiene poder de veto en el Fondo. No solo se perdió tiempo, miles de millones de dólares imprescindibles para la economía del país fueron destinados al pago de esa deuda, y miles de millones habrá que pagar en los próximos meses.
El gobierno ha ido cediendo una a una todas las pretensiones del capital financiero, el resultado es que la economía sigue estancada y se agrava día a día el desastre social. Ha hecho un ajuste formidable reduciendo fuertemente el déficit fiscal, ha reducido los niveles de emisión, no permite que salarios y jubilación recuperen lo arrebatado durante el gobierno anterior, invierte lo mínimo en obra pública, etc.
No está dispuesto a revertir ninguna de las reformas neoliberales introducidas fuertemente en el menemismo, ni a incrementar las retenciones a las exportaciones agropecuarias y mineras que son las que dejó Macri. Ya se vio su conducta ante la necesidad de estatizar Vicentin y recuperar los más de 300 millones de dólares que le fueron entregados en forma fraudulenta, sus idas y vueltas frente a los precios de los alimentos controlados monopólicamente por un puñado de multinacionales y empresas nacionales. El dragado y balizamiento del Paraná repetirá el negociado que inauguró Menem, los puertos no serán nacionalizados. Por encima del interés nacional operan las agroexportadoras extranjeras que imponen sus políticas.
Después de la derrota de los proyectos mineros en 2019 por la movilización popular, volvieron a la carga ahora inmediatamente pasaron las elecciones en Chubut, con un resultado similar. Están desesperados por apurar el saqueo para juntar dólares para pagar la deuda externa y dejarnos sin recursos.
En este número mostramos esa lucha como también la que rechaza que se instalen plataformas de exploración petrolera en el Atlántico que fue autorizada a fin de año, también se entrega el litio.
Todas medidas para desnacionalizar más la economía, reprimarizarla, profundizando el atraso. Esta es la esencia de la política de este gobierno.
El camino para enfrentar la entrega y defender la soberanía nacional es el que marcó Chubut, es el que señalaron los pueblos del litoral del Paraná el año pasado. Es en las calles, en las rutas, parando, movilizando, para impedir que avance el saqueo. La burocracia sindical es cómplice de los negociados, ha perdido toda independencia frente al Estado y frente al poder de las multinacionales. Pero es imprescindible remarcar que sólo la clase obrera puede parar el país para derrotar definitivamente estas políticas, acaudillando a todos los oprimidos.
La burguesía esta entregada, atada de pies y manos a las órdenes del capital imperialista y sus socios locales. Ninguna confianza en las legislaturas y en la justicia que trabajan para esos intereses. Es una muestra de la descomposición y pudrición del capitalismo acá y en todo el mundo. Confiemos exclusivamente en nuestras propias fuerzas, en nuestros propios métodos de lucha, en nuestra propia estrategia política de independencia frente al Estado, los empresarios y sus partidos.
En las movilizaciones de Chubut se retomó la consigna “que se vayan todos y no quede ni uno solo”. Esta vez el movimiento debe poner en pie la alternativa que represente nuestros intereses nacionales, democráticos y sociales para echarlos y ocupar su lugar, combinando la organización desde las bases con la tarea de construir la dirección revolucionaria que exprese esos intereses y pueda llevar la lucha hasta el final.