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Al igual que bajo la dictadura militar, empresarios, servicios de inteligencia, Justicia, el gobierno y los grandes medios coordinaron sus acciones contra los sindicatos y las organizaciones sociales

La aparición de videos que muestran las reuniones entre empresarios, altos funcionarios de los servicios de inteligencia, representantes del gobierno, senado, justicia, coordinando las provocaciones, los escritos, las denuncias para avanzar contra varios sindicatos son una prueba contundente de sus operaciones, acciones que se llevaron a cabo tal como lo habían planificado.

“… si yo pudiera tener una Gestapo, una fuerza de embestida para terminar con todos los gremios, lo haría”. Marcelo Villegas, ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. (15 de junio de 2017)

Explicó que el plan no era solo ir contra los sindicatos, sino también contra los trabajadores públicos: “las leyes son las leyes, tengo que modificar la ley 10.430, sacarles estabilidad a los empleados públicos de la Provincia”.

Carlos Pagni en La Nación lo sintetiza así: “Un entramado mafioso en el centro de la democracia”. “Se verifica una convivencia entre el espionaje y los tribunales; hay nombres que se repiten y prácticas que vuelven; son las ruinas circulares del sistema, donde prospera la corrupción… En los expedientes judiciales relacionados con la inteligencia clandestina desbordan las evidencias. La primera denuncia detallada sobre esta deformación se publicó el 2 de abril de 2017”.

Son las prácticas que identifican un régimen de dictadura civil, violando la legalidad burguesa, su Constitución y leyes. Un atentado a las libertades democráticas que debe ser castigado inmediatamente ya que están a la vista todas las pruebas del accionar criminal de todos los sectores involucrados.

¿Habrá castigo bajo este régimen que pretendía democratizar las instituciones, o quedará impune como tantos crímenes de la dictadura militar?

Quedarán impunes. Serán moneda de cambio en las negociaciones entre los partidos de gobierno y oposición. El poder judicial está colonizado y más temprano que tarde todas las causas son derivadas a los jueces amigos que les garantizan impunidad.

Estas operaciones que violan las formas democráticas y republicanas que dicen defender son la tendencia de la burguesía, acá y en todo el mundo. La descomposición capitalista no deja margen para reformas, por el contrario apunta a liquidar todas las conquistas de los trabajadores en décadas de lucha, por eso aparecen formas autoritarias, dictatoriales de gobierno.

El objetivo de Macri-Vidal no era tal o cual burócrata repodrido. El objetivo era terminar con las organizaciones sindicales y los métodos de lucha de la clase obrera. Empezaron por los más corruptos e indefendibles pero el objetivo era encarcelar a los dirigentes que no se disciplinan a sus políticas y coronar con la reforma de la Ley de Asociaciones Profesionales para ilegalizar al movimiento obrero.

Encarcelaron a dirigentes sindicales, intervinieron una docena de sindicatos, dispusieron de sus fondos, pusieron a su gente al frente. En ningún caso se convocaron a asambleas y elecciones de los trabajadores para que debatieran y eligieran a sus conducciones. Es mentira que buscaban terminar con las mafias en los sindicatos, para democratizarlos.

Persiguieron, espiaron, investigaron y amenazaron a cientos de organizaciones sindicales, sociales y políticas.

Es un plan contra los sindicatos y los trabajadores, contra sus condiciones de trabajo y de vida. Una aspiración que la dictadura militar no pudo completar.

No defendemos a los burócratas miserables, defendemos incondicionalmente los sindicatos. Detrás de la campaña contra los más nefastos se lanza el ataque contra todos. Sólo los trabajadores podemos recuperar nuestras organizaciones, con nuestros propios métodos, seleccionando a los mejores dirigentes.

La CGT, CTA, las organizaciones de desocupados, las organizaciones políticas que se reclaman de la clase obrera, deben movilizarse para exigir castigo a los responsables de estas operaciones antidemocráticas. Sólo la clase obrera y los oprimidos, con sus propios métodos de lucha pueden defender las más amplias libertades para los trabajadores y sus organizaciones.

Nunca olvidamos que esos burócratas fueron alimentados y sostenidos por el Estado de la burguesía y los empresarios para impedir que la clase obrera se independice, mal pueden ellos liberarnos de esa lacra.

Los grandes medios de comunicación son parte fundamental del régimen de dictadura civil, con sus campañas de difamación, persecución, falsas denuncias, sincronizadas con gobierno, justicia, servicios. No son “funcionales” son parte del plan. Y hoy que están a la vista todas las evidencias tratan de ocultar el escándalo de las evidencias y buscan justificar los métodos dictatoriales, antidemocráticos, mafiosos, para combatir a los opositores. Y tratan de decir que en todos los gobiernos fue igual.

Bajo el kirchnerismo actuó Berni con su prepotencia represiva, con infiltrados en las marchas, enjuiciaron y metieron presos a los petroleros de Las Heras, armaron el Proyecto “X” de investigación y seguimiento de las organizaciones, no desmantelaron los servicios de inteligencia, mantuvieron a Stiuso hasta el final. Pero con Macri el régimen dio un salto de calidad para liquidar las libertades democráticas.

La aparición de los videos deja al desnudo la inmundicia de la Justicia que días antes había dictaminado que las operaciones de los espías eran “cuentapropismo”, operaciones que hacían “por su cuenta” sin recibir órdenes de ningún superior. De esta manera cada uno de los involucrados era responsable por sus acciones.

Deja al desnudo los enfrentamientos entre fracciones de la burocracia y sus miserias. Algunos sectores de la burocracia sindical más cercanos al macrismo, como antes los fueron de Menem o de la dictadura militar fueron cómplices de las acciones contra otros burócratas o por los menos dejaron hacer para librarse de ellos.

Unos exigen “que la Justicia actúe de manera inmediata y vamos a hacer todo lo posible por eso”… “Vidal fue la responsable política y, a nivel nacional, Macri” (dijo Moyano). Yasky (CTA) anunció que acudirán a la OIT y reclamó que “no pueden quedar impunes (los acusados) en un país que tiene todavía la cicatriz del terrorismo de Estado”. Y otros evitan pronunciarse como tampoco lo hicieron cuando querían meter preso a los Moyano.

La burguesía es una clase en descomposición. Su podredumbre abarca a todas las instituciones de su Estado, a todos sus partidos políticos, donde se mire hay muestras de corrupción, saqueo, narcotráfico, evasión, entrega, etc. Esta situación no tiene arreglo. Es irreversible. Habrá que acabar con esta clase parasitaria y su Estado para poder empezar a construir una nueva sociedad. No hay otra vía para los oprimidos que la revolución social. Ya estamos cansados de las denuncias, de las promesas, de los discursos, barramos con la inmundicia de la politiquería burguesa.

 

(nota de MASAS nº408)

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