Devuelven los derechos como afiliados a trabajadores expulsados por la dirección del sindicato
El 12/11 el SOIVA devolvió su carácter de afiliados a dos compañeros expulsados del sindicato en el 2016. Ese año la burocracia del SOIVA había montado una asamblea trucha para sancionar a seis compañeros de las fábricas de RA, SPORTECH, CONTARTESE y AG en una maniobra que buscaba evitar cualquier tipo organización opositora a la dirección del sindicato.
Luego de más de 4 años finalmente la justicia ordenó al sindicato dar marcha atrás con las expulsiones, demostrando así que aquella asamblea fue una maniobra antidemocrática con el objetivo de perseguir a los compañeros que criticaban a la dirección sindical. Esta conquista de la re-afiliación no se podría haber logrado sin el apoyo de sus compañeros en la fábrica, que todo este tiempo han defendido que se les restablezcan todos los derechos como afiliados.
Saludamos la firmeza los compañeros que no se dejaron amedrentar por las persecuciones y amenazas, que con honestidad han mantenido su voz en alto contra las injusticias que sufrimos día a día los trabajadores textiles.
La unidad dentro de la fábrica ha sido fundamental contra la persecusión: las asambleas en la puerta de fábrica, los petitorios firmados por todos los trabajadores, la firmeza de los trabajadores en la defensa de sus delegados. A su vez, esta lucha no se hubiera resuelto a puertas cerradas, fue fundamental también la difusión del conflicto por otras fábricas, el llamado a otras organizaciones, los comunicados de apoyo por parte de otros sectores, la solidaridad de otros delegados, el apoyo legal de los abogados. Está pendiente aún la tarea de fortalecer la unidad del sector y seguirse vinculando con otros sectores en lucha.
La persecución que sufrieron los compañeros es la misma que sufrimos en cada fábrica cuando los trabajadores intentamos organizarnos para luchar por nuestros derechos. Sufrimos en carne propia la actitud de la dirección del sindicato que no otorga la cantidad de delegados que nos corresponden, que mantiene al gremio en la pasividad sin ningún tipo de organización.
Es necesario recordar que las expulsiones realizadas en 2016 fueron un intento de desmovilizar e intimidar a los compañeros que se venían organizando en el gremio textil y que entre otras cosas se habían movilizado el 10 de noviembre de ese año al sindicato por la muerte de una compañera, Elsa Montero. Ese día la dirección del sindicato les negó la entrada a los familiares, les cerró la puerta en la cara a los trabajadores y los patovicas del sindicato respondieron a la movilización con gas pimienta.
Desde Nuestra Clase sostenemos que solamente con nuestros métodos de lucha podemos arrancar y pelear por nuestras reivindicaciones más sentidas. Que no podemos esperar nada, ni del Ministerio de Trabajo ni de la Justicia que siempre terminan jugando para las patronales.
Como señalábamos allá por 2016 los trabajadores tenemos que reunir fuerzas, agrupar a todos los trabajadores en torno a nuestras reivindicaciones más sentidas para convertir a nuestro sindicato en la herramienta que necesitamos para enfrentar la situación actual:
- Rechazo a cualquier tipo de persecución a los delegados y convocatoria a elecciones de delegados en todas las fábricas que no tienen y en las que el mandato este vencido.
- Correcto funcionamiento de la obra social por medio de la fiscalización. Que nos informen en que se gasta cada centavo. Luchar por un sistema único de salud público y gratuito.
- Re-apertura de las paritarias para recuperar lo perdido por la inflación e imponer un salario que cubra el costo de la canasta familiar (hoy por encima de los $120.000).
- Defensa incondicional de los puestos de trabajo mediante la ocupación de toda fábrica que cierre o despida.
Nuestra Clase – Enero 2022