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Viaje de Alberto Fernández a Rusia y China

Argentina presentó a China un plan quinquenal y la cuestión ferroviaria será una de las prioridades. La referencia es para la rehabilitación del Sistema FFCC Belgrano Cargas, del Sistema FFCC Línea San Martín, del Sistema FFCC Línea Roca y un plan de Modernización de Redes Ferroviarias. En esta caso, los fondos se usarían para compra de material rodante a la industria china y para obras de mejoras. El fondeo abarcará parte de obras de carga para 13 provincias. Entre las mejoras y la compra de trenes, el volumen será de más de 5000 millones de dólares.

Recientemente denunciamos la compra de material ferroviario por más de 800 millones de dólares a Rusia. Ahora, en vez de utilizar las divisas que genera el comercio con China para importar solo lo que no se puede producir localmente, se importan productos que se pueden y deben fabricar en el país, desarrollando la industria, incorporando a decenas de miles de trabajadores a puestos de trabajo genuinos. Esos miles de millones de dólares son más que suficientes para reabrir todos los talleres y fábricas modernizándolos para producir desde los rieles hasta las locomotoras.

Esta política condena al país a la primarización de la economía, a exportar cereales y carne, litio y gas, para potenciar la industria de otro país. Este es el mandato neoliberal que los gobiernos no animan a cuestionar. Fábrica o industria que se cierra no se vuelve a abrir.

El oficialismo presenta los acuerdos con China y Rusia como un avance para no depender de EEUU y del FMI, pero las condiciones en que se somete son prácticamente las mismas. Argentina seguirá siendo un proveedor de materias primas.

No desconocemos que este acercamiento, en este momento de agudización de la guerra comercial y amenazas de guerra causa rechazo en los medios burgueses disciplinados a EEUU y ven el viaje y las declaraciones como un grosero error político que puede ser castigado por el amo imperial. La realidad es que la política agresiva de EEUU para imponer sus alineamientos es insoportable y puede obligar a los gobiernos a buscar alguna salida. Pero esta “salida” no tiene nada progresivo para la Argentina por más indignados que se muestren los delegados del imperio.

Ante la incapacidad de la burguesía y sus gobiernos para liberar a la nación y desarrollarla, la clase obrera tiene otro programa que solo puede ser impuesto por la vía revolucionaria: la planificación socialista de la economía, basada en la expropiación sin pago y estatización bajo control obrero colectivo de todas las empresas vitales y de todos los recursos, terminar con todo el caos y anarquía capitalista,  emprender la industrialización e imponer el pleno empleo.

 

(nota de MASAS nº410)

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