Buenos Aires: Formación sobre la restauración capitalista
El domingo 22/05 llevamos a cabo el primer encuentro sobre el proceso de restauración capitalista. No se trata de una formación académica, sino de partir del estudio para intervenir en la situación política combinando la teoría con los problemas prácticos. En este caso enmarcado en la campaña internacionalista del CERCI sobre la guerra en Ucrania.
Para este primer encuentro nos centramos en la discusión del libro “La contrarrevolucionaria perestroika – Derrumbe de la burocracia estalinista” de Guillermo Lora, texto escrito entre 1988 y 1990 en el medio de la aplicación de las reformas por parte del gobierno de la URSS, o sea tiene la importancia de estar formulado en el calor de los hechos.
Lora caracterizaba a la Perestroika en su momento como el paso más atrevido y decisivo en la restauración. El conjunto de medidas aplicadas apuntaban directamente contra los pilares del Estado de Obrero, como lo son la propiedad estatal y la planificación económica. Bajo los rótulos de “autogestión” y “democratización” la burocracia restauracionista daba pasos adelante debilitando la propiedad estatizada y descentralizando la economía. En paralelo la perestroika abría la Unión Soviética al capitalismo, liberando el monopolio del comercio exterior y permitiendo la apertura a las inversiones extranjeras por medio de llamadas sociedades mixtas. Lora señalaba que si bien las medidas adoptadas no derribaban la economía planificada apuntaban a debilitar los cimientos de la revolución de octubre de 1917.
Otra cuestión importante es el carácter inseparable de la perestroika de la llamada glasnot, un conjunto de medidas que según la prensa internacional buscaba “democratizar” la URSS. Como bien se explica en el libro las limitadas medidas de la glasnot no devolvían a las masas el control de la economía, sino que quien continuaba al mando del poder político era la burocracia restauracioncita que buscaba legitimarse para continuar con la perestroika.
Parte importante de la formación fue la caracterización de la burocracia, capa social que le arrebató a la clase obrera la dirección política del Estado Obrero y del Partido Comunista. Lora en el texto define a la burocracia como “la negación del marx-leninismo no solamente porque lo ha revisado a fondo teórica y políticamente, sino porque en su forma gorbachovista actúa abierta y directamente como un instrumento del imperialismo para destruir los fundamentos económicos (los gérmenes del comunismo) del Estado obrero degenerado, a pesar de ser todavía obrero. Ahora ya nadie puede negar que el stalinismo es sinónimo de contrarrevolución”.
Gorbachov, al igual que la política estalinista del “socialismo en un solo país”, ocultaba la verdadera causa del estancamiento económico en la URSS, producto del aislamiento del país y del predominio de la burocracia en el Estado y en el Partido Comunista. Así la perestroika abría sus puertas al imperialismo, aflojando el estatismo centralizado que actuaba como palanca para orientar los recursos del país hacia determinadas metas. Lora señalaba: “Las medidas administrativas que propone la perestroika pueden o no tener éxito en algunos sectores de la economía, pero son insuficientes para proyectar a la URSS hacia el comunismo, que supone la destrucción del imperialismo y no la convivencia con él”.
Lora destacaba la importancia de la defensa incondicional de las conquistas logradas por la clase obrera. De esta forma la revolución política tenía un rol central. Se trata de defender el Estado Obrero como “parte de la revolución internacional, y que esta defensa permita que la clase obrera reconquiste el poder y efectivice la democracia proletaria”. Para restaurar el capitalismo en Rusia era necesario “derribar las antiguas formas de propiedad” y que no había lugar para la revolución social mientras la restauración no concluya con la reestructuración de la clase burguesa y la reconstitución plena del Estado capitalista.