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Chile: Acelerado desengaño con el gobierno de Boric

En muy pocos meses muchos de los que guardaban alguna ilusión en el izquierdista “Boric” se están desengañando. No libera a los presos por luchar, muchos de ellos sin cargos; no castiga a los represores, que son intocables; refuerza la militarización contra los Mapuche; reprimió el acto clasista del 1° de Mayo, y murió asesinada la periodista Francisca Sandoval Astudillo que cubría la movilización independiente ante la complicidad de carabineros; Boric en persona viajó a EE.UU. para prometer que no tomaría ninguna medida radicalizada y garantizaría las inversiones extranjeras; etc. Cada día más parecido al Piñera y el régimen de dictadura civil. No pocos izquierdistas y “trotskistas” que llamaron a votarlo querrán olvidar sus votos. Siempre hay que recordar que Boric fue el principal artífice de la maniobra del llamado a la Constituyente en 2019 para desviar y dividir el levantamiento popular y garantizar la gobernabilidad a Piñera.

En estas semanas el presidente Boric anunció el cierre de la planta de fundición de cobre de Ventanas, una localidad a orillas del mar a unos 140 kilómetros de la capital de Santiago de Chile. Boric argumenta que le avergüenza el deterioro ambiental y de la salud de los chilenos.

Hace unas semanas se produjo un nuevo episodio de contaminación que afectó a cientos de estudiantes, con varios antecedentes graves como el de 2018 donde cientos de personas acudieron con síntomas graves y vomitando sangre por un escape de gas. Son reiterados los episodios de contaminación ambiental, que afectaron a la población de las localidades de Quintero y Puchuncaví. Cualquiera que conoce esta zona, sabe que es una “zona de sacrificio” y que durante décadas se ha contaminado de forma indiscriminada.

La excusa de Camila Vallejo para cerrar es que no se puede “poner en riesgo la salud de los niños de las comunidades” y agrega que “nuestro compromiso con terminar con las zonas de sacrificio tiene que empezar a cumplirse y esto no es contradictorio con las demandas de las y los trabajadores”.

Los trabajadores mineros se oponen al cierre anunciado por el gobierno de Gabriel Boric y explican que el gobierno decide cerrar en lugar de invertir. Necesita 53 millones de dólares para unas cápsulas que retengan gases y así continuar realizando sus operaciones bajo cumplimiento ambiental.

Los trabajadores señalaron al presidente de Codelco, Máximo Pacheco, y al gobierno que “tienen una desconexión absoluta con el desarrollo estratégico de la empresa más importante del país que pertenece a todos los chilenos y chilenas”. La dirección sindical, comprometida con el gobierno, se coloca contra los trabajadores que tomaron la empresa 2 semanas, anunciaron, como tantas veces, que se ponían a la cabeza de la lucha, pero para traicionarla.

Es obvio que las declaraciones de Boric y Camila Vallejo son hipócritas en un país donde han adherido a cuanto acuerdo internacional hubo para regalar los recursos naturales, generando consecuencias gravísimas. Como ocurre en el sur con las sequías producto de las forestales, o la contaminación del mar chileno por los criaderos de salmón. La explotación minera del cobre es un puntal de la economía chilena y quizás uno de los pocos refugios estatales, que fue fuertemente impulsado y sostenido por la dictadura militar por los ingresos que generaba y sigue generando en el PBI chileno.

Boric promete la reubicación de 350 trabajadores, pero los trabajadores rechazan las ofertas, saben que esta medida no sólo afecta a 350 familias sino a miles que viven de la minería, subcontratistas, pirquineros, etc. Un aspecto a observar es que cerraría la empresa estatal pero no a las mineras privadas que se encuentran en el mismo lugar, con lo cual se parece más a un avance contra la estatal y de privatización que una preocupación por el medio ambiente. La decisión del cierre está en línea con las exigencias del capital financiero de avanzar con la privatización de la explotación del cobre.

Hay que escuchar a los obreros y sus familias y a todos los trabajadores que viven en la zona, son ellos los que mejor conocen las medidas que se deben tomar para que cese la contaminación atroz del lugar. Bajo ningún punto de vista se puede avalar el cierre, el consumo de cobre no cesará en el mundo, no se puede aceptar ninguna excusa para cerrar o limitar la minera estatal. No hay ninguna garantía que las privadas no contaminen, por el contrario la experiencia de Chile demuestra lo contrario.

Por ello, se debe defender la empresa estatal y expropiar bajo control obrero colectivo a todas las privadas que explotan la cordillera de los Andes dejando contaminación en su camino y hacen uso indiscriminado del agua, este es el mejor camino para defender el medio ambiente.

La valiosa vanguardia que se ha ido gestando en tantos años de lucha debe hacer un balance de todas estas experiencias, de la inviabilidad de las constituyentes y el democratismo y sumarse a la tarea de construir el partido revolucionario de la clase obrera, que plantea que no hay otra alternativa para los oprimidos más que la revolución social acaudillada por la clase obrera, que imponga un gobierno obrero-campesino, de la gran mayoría oprimida. No hay ninguna vía intermedia. En esa perspectiva trabajan los camaradas del POR-CERCI.

(nota del Boletín del CERCI nº35)

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