Lucha económica o Congreso pedagógico
La reforma educativa avanza de mano del gobierno y la burocracia sindical. Entre los argumentos que esbozan desde los gobiernos, para desprestigiar a quienes nos oponemos, es que no tenemos propuestas educativas, es decir que no damos respuestas pedagógicas.
Ante esta cuestión las corrientes de izquierda reaccionan de distinta manera, algunas plantean que nuestra lucha es económica por el salario, las condiciones laborales y edilicias, y otras sostienen que es necesario abordar las cuestiones pedagógicas.
Desde la Púrpura, la agrupación docente de POR, entendemos que como trabajadores de la educación estamos obligados a dar una respuesta a la cuestión pedagógica. Que la lucha por presupuesto es fundamental pero insuficiente para explicar la crisis del sistema educativo. Como marxistas que somos, entendemos que la raíz de la crisis se encuentra en la división entre la teoría y la práctica de la sociedad y que se expresa en la sociedad. Con la precarización laboral, la desocupación y la desindustrialización producto de la política de sometimiento del imperialismo las escuelas cada vez más se transforman en espacios de repetición de ideas, divorciadas completamente de la práctica.
Por ello, entendemos que las luchas por presupuesto educativo y salario están ligadas a la pedagógica. Sin embargo, se debe advertir que no hay soluciones mágicas, las respuestas de fondo deberán ser consignas transicionales. Por ejemplo, si planteamos que todas las escuelas debieran ser politécnicas, se debe unir la teoría con la práctica, que estudiantes y docentes deben rotar por el sistema productivo hay un choque concreto con la propiedad privada. Por estas razones, estamos dispuestas a dar esta batalla ideológica contra las ideas posmodernistas que inundan los libros y las escuelas. Estas teorías pretenden hacernos creer que los problemas de la sociedad se resuelven entre las paredes de las escuelas y ponen la carga sobre las espaldas de los trabajadores de la educación. La única forma de abordar esta lucha ideológica contra la burocracia es meterse en estos debates con un programa claro: la nueva escuela será producto de la nueva sociedad.