¿Qué cambia con Batakis?
La Ministra contó con el apoyo de gobernadores y la burocracia sindical, que trataron de mostrarla como completamente distinta de Guzmán. Antagonismo que ella mismo se encargó de desmentir rápidamente.
Ganaron en encontrar un culpable. Guzmán pasó a ser el responsable de todos los ajustes, de todas las maniobras y desajustes de los últimos años. Corroborado por la forma intempestiva en que renunció antes que le explote en la cara la imposibilidad de cumplir con el programa trazado por el FMI y también por el agravamiento de las condiciones de vida de las masas que no toleran un ajuste más.
Cuando asumió Batakis dijimos que en lo esencial era la continuidad de la política aplicada por Fernández desde 2019. Respetar el acuerdo con el FMI y garantizar su cumplimiento renegociando alguna meta que ya se sabe que no se puede cumplir. El viaje de la Ministra a Washington muestra hasta dónde las decisiones se toman en Estados Unidos y no en Argentina. Hasta las más mínimas medidas tienen que ser aprobadas por el FMI.
Este es un problema central, ya que la política del FMI es recesiva e inflacionaria, y pretende un ajuste mayor contra los oprimidos.
El anuncio de no incorporación de trabajadores al Estado en nombre de la racionalización del gasto y el equilibrio fiscal, al igual que la implementación del ajuste de tarifas que le retaceaban a Guzmán, fue una señal al Fondo y los grandes capitales de que el rumbo es el mismo y que no tenía ningún problema en empezar mostrando su disposición al ajuste. Lo que llaman “mercados” es la dictadura secante del capital, son sus sectores más concentrados y poderosos, a ellos se dirigió.
Lejos de calmar los “mercados” las cotizaciones del dólar se fueron a las nubes y le exigen devaluación, ese es su grito de guerra. Se realiza una remarcación furiosa de todos los productos previendo esa devaluación y se paran las ventas. ¿Cuánto tiempo se puede soportar esta situación?
En la desesperación por atender sus reclamos, bajando lo que denominan el “riesgo país” que lleva a que los bonos de la deuda con los acreedores privados se cotice al precio de default llegan a analizar utilizar los fondos de los jubilados (del Fondo de Garantía de Sustentabilidad) para salir a comprar esos bonos.
No es capaz de tomar alguna medida que identifique a los especuladores y vaya contra ellos. El gobierno sostiene que los secretos de la Bolsa, del sistema financiero, de la AFIP, no se pueden revelar.
La respuesta que esperaban algunos sectores que todavía tienen alguna ilusión en el gobierno, en el peronismo, era que diera alguna respuesta ante la inflación descontrolada. Alguna medida contundente. Nada, absolutamente nada. Los precios siguen su marcha a todo vapor destruyendo a su paso todos los ingresos, especialmente de aquellos sectores que no están formalizados y protegidos por un convenio laboral.
Todos saben quiénes son los que están actualizando las listas de precios, Papelera del Plata 10%, Papelera Samseng 20%, Cabrales 15%, Mondelez 14% y Fargo 16% en las últimas dos semanas como lo hicieron Vicentin, Molinos Río de la Plata, Ledesma, Nestlé y Unilever. Ya no se entregan harinas a precios subsidiados. El pan se ajustará un 10%, y puede llegar hasta $400 el kilo, materia grasa, azúcar y levadura lo que más subió. No hay ninguna medida exigiendo por lo menos que anulen las últimas listas de precios.
Fue desapareciendo la campaña de “que la deuda la paguen los que la fugaron” o la campaña por un impuesto a las “rentas inesperadas”. Tal vez para no molestar a los “mercados” que están “muy sensibles”.
Rechazamos la renovada tregua de las centrales sindicales al gobierno y a la nueva ministra. Su idea de preservar el Frente de Todos y garantizar la gobernabilidad para llegar al 2023. Agitan el cuco de la vuelta de la derecha y sus planes despiadados, mostrando que pueden ser ellos mismos quienes lleven adelante el programa de ajuste.