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Bolivia: La miseria aumenta; ola de movilizaciones de diferentes sectores que recurren a la acción directa

Las modificaciones en las causas del malestar social y la experiencia acumulada por los actores sociales hacen que las futuras movilizaciones se den en condiciones diferentes, priorizando la acción directa.

El telón de fondo, que la retórica del Presidente no puede encubrir, es la agudización de la crisis estructural del capitalismo a nivel mundial que, en los últimos meses, ha sido agravada por la guerra ruso-ucraniana que ha estremecido a las economías de todas las potencias imperialistas y de aquellos otros, que habiendo sido estados obreros, están viviendo un rápido proceso de restauración capitalista. La subida de precios de los combustibles y de los cereales, aparejada a una acelerada recesión económica, está iniciando una escalada inflacionaria global de la que Bolivia no está al margen, como insinúa Arce en su informe al Congreso Nacional.

La situación económica de los sectores sociales más desprotegidos, de los trabajadores asalariados, de los maestros y trabajadores de la salud, de esa inmensa masa de cuentapropistas se agrava día a día; los sueldos pierden su valor adquisitivo progresivamente debido al paulatino incremento de los precios en los artículos de primera necesidad, los ingresos de aquellos otros que trabajan por cuenta propia, como los artesanos, transportistas, campesinos pequeños productores, comerciantes minoristas, etc., merman de manera sensible haciendo la vida de todos ellos más insoportable. La campaña demagógica del gobierno en sentido de que Bolivia está blindada de los efectos de la crisis mundial -debido a su genial “Modelo Social Comunitario Productivo” de los gobiernos del MAS- tiene su límite, la realidad se encarga de contrastarla con el tormento del hambre que deben soportar los que no tiene el sustento diario asegurado.

Bolivia es un caldero que acumula vapor sin válvula de escape, puede explosionar en cualquier momento barriendo a la basura politiquera que pretende perpetuarse en el poder y que ya no es capaz de atender las necesidades de los explotados y oprimidos. Las nuevas explosiones sociales que estamos viviendo estos días no son más que el anticipo de una conmoción social que puede tornarse en imparable e incontrolable.

No se trata de una repetición mecánica de los movimientos sociales anteriores que encerraron una incontenible fuerza interna que ha obligado al gobierno a retroceder en reiteradas oportunidades. Los motivos de estos nuevos movimientos se han modificado haciéndose más insoportables para los inconformes y éstos han acumulado experiencias sobre sus aciertos y errores que permite que la nueva oleada de conflictos sociales se pueda dar en condiciones diferentes priorizando la acción directa; aunque persiste todavía esa gran limitación de las movilizaciones sectoriales, precisamente porque los movilizados parten de sus necesidades particulares, en ausencia de una dirección sindical políticamente independiente del gobierno. Situación que debe ser rápidamente superada para encontrar un cause político a sus acciones.

Los productores de coca de La Paz, víctimas de la caída de los precios de la hoja, saben que ahora tienen que liquidar con el mercado paralelo que fomenta el gobierno, los mineros de Huanuni que exigen que la Fundición de Vinto pague la millonaria deuda que tiene con Huanuni; las enseñanzas de la lucha diaria los conducirá a abandonar su estúpido colaboracionismo con el gobierno; los maestros, médicos y trabajadores en salud saben que ahora deben arrancar al gobierno sus exigencias si no quieren sucumbir frente a su política liquidadora tanto de la educación como de la salud; los beneficiarios del subsidio de lactancia, los productores de leche y de otros productos, los transportistas que sufren los efectos de los bloqueos, etc., saben que ha llegado la hora de defender sus derechos.

El desarrollo de este proceso social exige la rápida incorporación del proletariado para cumplir su papel de dirección política de esas inmensas mayorías oprimidas que ya están ocupando las calles y los caminos. Sólo su presencia política podrá impedir que sea una nueva frustración.

POR Bolivia – Masas nº2710


Desde Sucre:

LA POSTERGACIÓN DEL CENSO Y LA INCAPACIDAD DEL GOBIERNO PARA ENFRENTAR LAS CONSECUENCIAS DEL DESARROLLO DESIGUAL DE NUESTRO PAÍS

Mucho se ha hablado en los últimos días de la postergación del censo y de las diversas reacciones que ha desatado a nival nacional; de un lado los departamentos con mayor crecimiento poblacional, como Santa Cruz, ven en esta postergación un atentado a sus intereses pues con los resultados del censo piensan obtener más presupuesto y una mayor representación política en el parlamento, del otro lado, los departamentos postergados económicamente y que han visto una reducción significativa en su población temen que los resultados del censo sean utilizados como una herramienta para castigar más aún sus menguadas economías con la reducción de presupuesto por parte del Estado.

Para todos queda claro que el gobierno ha postergado el censo para evitar enfrentarse a los conflictos interregionales que hubiesen ocasionado sus resultados, pero la postergación del censo no resuelve nada, pues detrás de todas estas contradicciones se encuentra un problema fundamental que es el desarrollo desigual de las diversas regiones de nuestro país, porque en el marco general de nuestro atraso económico existen regiones más desarrolladas como el llamado eje central y otras regiones totalmente postergadas que han perdido parte de su población que ha terminado migrado precisamente a las zonas más desarrolladas en busca de mejores días.

La falta de desarrollo integral de nuestra economía se debe a que en nuestro país impera la economía capitalista en la que no existe una planificación económica que permita desarrollar todas las regiones de nuestro país; por el contrario, lo que prima es la presencia del imperialismo a través de las grandes empresas transnacionales que sólo invierten recursos en las zonas donde pueden saquear inmisericordemente nuestros recursos naturales para dejar solamente migajas en el país, todo esto bajo el amparo de la

política entreguista de los gobiernos de turno que han mantenido invariablemente su respeto por la sacrosanta propiedad privada de las transnacionales. El gobierno del MAS no escapa de esta realidad pues a título de su sociedad con las transnacionales ha mantenido el saqueo de nuestro país y se prepara para entregar a la voracidad del imperialismo nuevas riquezas como el litio.

El desarrollo integral de nuestra economía y del país es una de las tareas incumplidas por la clase dominante que al haberse sometido a los intereses del imperialismo ha devenido antipatria, los empresarios nacionales se han convertido en socios menores del capital transnacional. Esta tarea incumplida pasa a manos del proletariado que a la cabeza de la nación oprimida debe expropiar a las empresas transnacionales y a los grandes empresarios recuperando nuestros recursos naturales e industrias para desarrollar una economía planificada que busque el progreso de todas las regiones del país. Mientras esto no ocurra, continuarán surgiendo luchas fratricidas por las migajas que dejan las transnacionales y los empresarios privados al Estado y es evidente que en el escenario del agravamiento de la crisis económica capitalista que inevitablemente sacudirá a nuestro país también se acentuarán las contradicciones entre las regiones y departamentos. Sólo la clase obrera enarbolando sus banderas puede unificar a los trabajadores y al pueblo contra sus verdaderos enemigos, la clase dominante y los gobiernos vendepatrias, por eso la tarea fundamental es fortalecer las organizaciones sindicales y populares unificando la lucha bajo un pliego petitorio único donde se incluya la exigencia al Estado de mayor presupuesto para atender las necesidades de las diferentes regiones de nuestro país.

Sucre, 02 de agosto de 2022

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