Producto de la movilización y lucha unitaria liberaron a dos presas políticas mapuches
El día 25 de octubre recibimos la noticia que habían liberado a Débora Vera y Florencia Melo, que permanecían presas en la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Esta decisión de la jueza Domínguez es sin duda un paso adelante producto de la movilización unitaria y del impacto político que ha tenido la represión, detención y traslado de las presas a Buenos Aires.
Es evidente que no había razones para que estén presas y que se está armando una causa que incluye el pedido de captura de uno de los miembros de la comunidad. Entre las presas se encuentran la machi Betiana y Romina Rosas, quien tuvo que parir como presa y que hoy está con su hijita también presa del estado nacional y provincial.
Los argumentos de la jueza son vergonzosos, según ella no hay derecho de los mapuches a reclamar las tierras, no hay derecho a peticionar. Recordemos que es la misma jueza que le inició causas a los compañeros trabajadores de la salud, los Elefantes, y a los miembros de los movimientos de desocupados. A esto se suma las declaraciones de la gobernadora Arabela Carrera, quien dice: ¡que se puede considerar terrorista a los mapuches que tienen vínculos con el extranjero!, es decir desconoce que el pueblo mapuche es pre-existente a los estados nacionales de Chile y Argentina.
Tanto el gobierno nacional como el provincial son los voceros de la Sociedad Rural y “Consenso Bariloche” y están dispuestos a garantizar la paz social principalmente en lugares que pueden ser explotados por las empresas de la megaminería. Un gobierno que impulsa un presupuesto de ajuste, cuyo único horizonte es cumplir con las metas que le impone el FMI, no tiene otra salida que reprimir a todos los que luchan. Por ello, es fundamental mantener las acciones unitarias y mantener la campaña por la libertad de las lamgen (hermanas) además de exigir la restitución de las tierras al Lof Lafken Winkul Mapu.