Un guiño más a la Medicina Privada
El Gobierno acaba de acordar un nuevo aumento en las cuotas de la Medicina Prepaga para diciembre de un 13.8%. Sumado al reciente 11.34% de aumento en agosto, al 11.53% de Octubre, y a los que se dieron en los primeros meses del año, llegamos a un total de 114% de aumento en las cuotas de los servicios privados de salud. Un ataque sin precedentes en el sector.
Desde agosto último hay una actualización prácticamente automática en base a lo que denominan “fórmula polinómica” que toma en cuenta los aumentos inflacionarios, los precios de medicamentos, las paritarias del sector, y otros rubros menores. Este índice elaborado por la Superintendencia de Servicios de Salud es el que determina y determinará los aumentos brutales en la medicina privada.
Rápidamente, Cristina Kirchner salió al cruce y tildó de “francamente inaceptable” esta situación, señalando que estaba muy por encima de la inflación, y que habían manifestado su “opinión contraria” al aumento. Pero allí queda todo: en un tweet, en una opinión, en una queja reservada. Allí muestra todo su miserable programa de cobardía e incapacidad para enfrentar los golpes a las masas.
El tristemente célebre empresario de la salud, Belocopitt, salió también velozmente al cruce de la Vicepresidenta. Dueño de Swiss Medical Group, presidente de la Unión Argentina de Salud (una suerte de cámara empresaria de la medicina prepaga) y además dueño de importantes medios de comunicación (América TV, A24, radio La Red, entre otros), no solo rechazó que se trate de un aumento desproporcionado sino que vaticinó el curso de acción: “La cuota de medicina prepaga está todavía muy por debajo de la inflación”. Esto es una declaración de guerra con todas las letras.
Pero tenemos que detenernos en la hipocresía de Cristina Kirchner, que por momentos roza el cinismo. Lo “francamente inaceptable” no es solo el aumento, situación que se repite en cada sector de la castigada economía de las masas, sino principalmente la política de salud de este Gobierno, incluida fundamentalmente la pandemia. Esto se encuentra directamente relacionado con el rol que vino a jugar Belocopitt.
La Vicepresidenta se guarda muy bien de señalar que fue Belocopitt quien se encargó de propagandizar la criminal política burguesa de aislamiento social y las políticas (anti) salud que llevó adelante su Gobierno: políticas que implicaron colocar a la Argentina entre los peores países a nivel mundial en el manejo de la pandemia.
Oculta que lo “francamente inaceptable” fue haber permitido el tremendo enriquecimiento de la medicina prepaga que se desentendió de brindar los servicios de salud básicos para la población en 2020-2021. Olvida señalar que lo “francamente inaceptable” fue dar marcha atrás la centralización de la salud en menos de 24 horas. Se guarda en decir que lo “francamente inaceptable” fue el rol que jugó la medicina privada (tanto Obras Sociales y Medicina Prepaga) como enorme responsable de las 130.000 muertes de la Argentina por Covid-19.
La salud no puede continuar siendo un negocio, y cada vez más rentable, en detrimento de las necesidades de las masas. Todos los Gobiernos no hacen más que seguir desfinanciando la salud pública, los hospitales, los centros de atención primaria, los programas sanitarios, para favorecer el crecimiento cada vez más concentrado de la salud privada. Engendrando con ello estos Belocopitt únicamente atentos a incrementar sus ganancias a como dé lugar, sin importar el contexto y las consecuencias.
Para responder a esta crisis, la clase obrera tiene el programa de la expropiación y la incorporación de clínicas y sanatorios de la Medicina Prepaga y las Obras Sociales, a un sistema único, gratuito, público y estatal de salud. Asociado a la expropiación de las grandes farmacéuticas y laboratorios a un único sistema nacional de investigación, producción y comercialización. Bajo este programa y confiando únicamente en nuestras propias fuerzas y organización es que podremos rechazar el enorme negocio que pretenden seguir haciendo con la salud.