El acampe en el lago Escondido y la impotencia del nacionalismo burgués

El MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos), cuyo principal dirigente es Grabois, realizó un acampe durante 24hs en el lago Escondido. El acceso a este lago es impedido por la estancia de 12.000 hectáreas del magnate Joe Lewis. Otros grupos, e incluso periodistas, habían realizado anteriormente la denuncia sobre la imposibilidad de acceder al lago, como lo sostiene la Constitución Nacional.

Según las declaraciones de Grabois el objetivo de esta acción mediática era visibilizar la privatización de un bien de toda la sociedad en manos de un terrateniente extranjero, además de manifestarse contra la megaminería. Además de Lewis, en el sur del país encontramos el caso de Benetton, entre otros terratenientes extranjeros y nacionales que tienen decenas de miles de hectáreas y que montan, con el visto bueno de la Justicia y de la policía, su propio orden militar. Recordemos que aquellos casos donde se ha intentado recuperar unas pocas hectáreas han sido asesinados mapuches y militantes de esta causa, como Rafael Nahuel, Elias Garay y Santiago Maldonado. En el caso de Rafael Nahuel y de las presas políticas mapuches en el lago Mascardi hablamos de cuatro hectáreas.

Recordamos que en esta estancia privada es donde se llevó adelante el viaje de los jueces federales Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Yadarola y Pablo Cayssials; el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro; el jefe de los fiscales porteños, Juan Bautista Mahiques, un exfuncionario de inteligencia y directivos del Grupo Clarín, que salió a la luz con la filtración de los chats.

Por su parte los medios de comunicación reaccionaron escandalizados, a tal punto que hablaban: “de irrupción de la propiedad privada”. Mientras desde el gobierno de Río Negro de Arabela Carrera y del gobierno Nacional del Frente de Todos se defiende al magnate Lewis, las compañeras mapuches siguen presas y han sido acusadas por la gobernadora rionegrina de terroristas. De hecho, se realizó una conferencia de prensa y una reunión con el ejecutivo nacional por parte de una comitiva para exigir la liberación de las presas y la vuelta de la machi (autoridad religiosa mapuche) a su rewe (lugar de la ceremonia).

Llama la atención la acción de Grabois y su movimiento, así como también las realizadas anteriormente, como todas las denuncias contra los terratenientes. Sin embargo, señalamos la impotencia de sus ideas. No es la primera vez que el dirigente se posiciona en relación a la propiedad de la tierra. Todas las tareas pendientes de soberanía del territorio argentino, la lucha contra las empresas capitalistas que contaminan todo a su paso y por los derechos de los pueblos originarios, en este caso del pueblo mapuche, no pueden ser llevados adelante si no se ataca la propiedad privada, si no se la expropia.

Evidentemente en países como el nuestro, por su composición de las clases sociales, estas luchas serán llevadas por el Frente Único Antiimperialista. Las medidas antiimperialistas chocan indefectiblemente con el nacionalismo burgués que está condenado a ser servil al imperialismo. Un nacionalismo burgués que cada vez más es un títere, que paga la deuda externa condenando a la mayoría al hambre y que ofrece su soberanía al mejor postor. Por ello decimos que la tarea de expropiar a los terratenientes será llevada a cabo por la revolución social acaudillada por la clase obrera.

 

(nota de MASAS nº428)

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