El Estado sionista lleva a cabo otra masacre en Cisjordania. Crece la resistencia del pueblo palestino
Israel-Palestina
El 22 de febrero, en otra invasión en el norte de Cisjordania, esta vez en la ciudad de Nablús, el ejército israelí hirió a 102 palestinos, con 82 víctimas por disparos y 11 muertos. El ejército cerró todas las entradas a la ciudad hasta que rodeó y mató a dos militantes del recién creado grupo armado «Lion’s Den». En la invasión, los soldados israelíes se enfrentaron a jóvenes palestinos con piedras, momento en el que los soldados respondieron con sus rifles.
El grupo «Lion’s Den», en la ciudad de Nablús, y la Brigada de Yenín, en la ciudad de Yenín, se ha convertido en un imán para los jóvenes palestinos dispuestos a resistir con armas las invasiones israelíes. Ante el continuo descrédito de la Autoridad Palestina, que se limita a hacer declaraciones formales condenando las invasiones y masacres, los jóvenes han recurrido a las acciones armadas como forma inmediata de resistencia.
El avance del gobierno ultraderechista de Netanyahu sobre los palestinos, intensificando y legalizando los asentamientos judíos en Cisjordania y llevando a cabo invasiones y masacres, y la creciente radicalización de la resistencia contra el Estado de Israel apuntan a la tendencia de una nueva etapa convulsiva en la región.
Parte de esta tendencia es la aprobación en primera votación el 21 de febrero de la reforma judicial del gobierno de Netanyahu en el parlamento, que limita los poderes del Tribunal Supremo para anular leyes aprobadas por los parlamentarios, en una legislatura dominada por la ultraderecha que otorga al gobierno poderes en el nombramiento de jueces. La aprobación de la propuesta de reforma judicial ha ido acompañada de manifestaciones de decenas de miles de israelíes opuestos a la reforma, que han sido reprimidas por la policía israelí.
La ausencia de una dirección revolucionaria es un obstáculo para que los explotados palestinos y judíos, que sufren a manos del gobierno ultraderechista de Netanyahu, se unan en la lucha contra el Estado sionista de Israel y por la constitución de una República Socialista de Palestina unida e independiente. La solidaridad internacional con el pueblo palestino oprimido y los judíos explotados es fundamental. La clase obrera y los demás pueblos oprimidos del mundo unirán sus fuerzas a las del pueblo palestino para organizar la lucha antiimperialista en sus respectivos países.
(POR Brasil – Masas nº683)