Por un 1° de Mayo obrero, socialista e internacionalista
Los proletarios del mundo estamos llamados a acabar con la crisis y la barbarie capitalista que viene empujando a la humanidad hacia su destrucción
La guerra en Ucrania se prolonga, puede extenderse a todo el mundo y profundizarse por decisión de EE.UU. Solo la clase obrera, con su política, organizada, con sus métodos de lucha, puede derrotar al imperialismo, poner fin a la guerra en Ucrania e imponer una paz sin anexiones.
* Las condiciones de vida y de trabajo se agravan año tras año, década tras década. La situación de la mayoría explotada y oprimida no deja de retroceder. En las semicolonias, y también en las metrópolis. El agotamiento del capitalismo, su descomposición, nos empuja a la barbarie en todas sus formas. No solo no puede mejorar nuestras condiciones de existencia sino que las destroza todo el tiempo, de todas formas. Los desocupados superan los 200 millones, precarizan las condiciones de trabajo, se suman las migraciones de decenas de millones de personas por las guerras, por la falta de trabajo y la miseria.
* La respuesta frente a la pandemia mostró dramáticamente a qué extremos lleva la voracidad del capital financiero por imponer sus propias vacunas, bloquear el acceso a vacunas de China o Rusia, y también todos los condicionamientos para acceder a ellas o los equipamientos médicos necesarios. Los millones de muertos y los enormes padecimientos de la mayoría mostraron que el capitalismo es incapaz de cuidar la salud de los habitantes. Las penurias actuales nos hacen olvidar las situaciones terribles que vivimos recientemente y se pueden repetir.
* El imperialismo para sobrevivirse destruye fuerzas productivas y promueve la guerra comercial y guerras bélicas. Especialmente EE.UU. que quiere retener a cualquier precio su hegemonía en el mundo, utilizando la OTAN, su brazo armado. Quiere lograr el control de las materas primas esenciales y aquellos productos de alta tecnología. Quiere impedir que China dispute su hegemonía. Su intervención militar y sus sanciones económicas provocaron una mayor inestabilidad en la economía, con importantes alzas de precios en la energía y los alimentos que elevó la inflación en todo el mundo. Su política apunta a imponer un nuevo ordenamiento mundial ya que el reparto del mundo acordado cuando finalizó la Segunda Guerra ya se agotó.
* Ha provocado la guerra en Ucrania hace más de un año apretando el cerco económico y militar sobre Rusia que ya ha provocado la muerte de decenas de miles, la migración de millones de personas, la destrucción de viviendas, fábricas, campos, rutas, red eléctrica, etc. Una guerra que involucra a todos los países miembros de la OTAN que vienen aprovisionando con armamento, con ayuda financiera y comandos desde hace varios años. Quieren prolongar la guerra el máximo que puedan, para provocar el mayor desgaste y daño en la economía de Rusia y si pueden, voltear su régimen. El objetivo es apoderarse de sus enormes recursos, de las empresas estatales, dominar su territorio, y someter a sus fuerzas armadas. El conflicto se ha transformado en el choque militar más importante desde la Segunda Guerra.
La guerra impuesta por EE.UU. ha provocado una mayor crisis económica en Europa golpeando especialmente a Alemania, presionando para que sectores industriales trasladen su producción a EE.UU. Su prepotencia genera fricciones y roces entre las potencias ya que pareciera que sólo EE.UU. puede beneficiarse, perjudicando a sus aliados militares. Una extensión del conflicto a China profundizará esas fricciones, ya que sus socios no están aceptando sumarse a las sanciones económicas.
* La OTAN ha definido a Rusia y a China como sus enemigos y arma provocaciones contra China. Existe el peligro real de que la guerra militar se prolongue y se extienda. Crece el militarismo. Una proporción cada vez más importante de los presupuestos se destina a la producción y compra de armas. La sobrevivencia del imperialismo asegura un futuro de guerras permanentes en cualquier región. Se debe prestar atención a que Alemania y Japón, las potencias derrotadas en la Segunda Guerra se están rearmando.
* En Latinoamérica EE.UU. presiona al máximo para disciplinar a los países, a los gobiernos, trasladando su guerra comercial contra China tratando de impedir sus inversiones, los acuerdos comerciales o acceso a tecnología. Busca imponer el alineamiento detrás de su estrategia y las condiciones de su saqueo de nuestros recursos. Al mismo tiempo no tiene nada que ofrecer, el papel que ya ocupa China desde hace años no puede ser substituido por EE.UU. en retroceso. Lo que si hace es reforzar su presencia militar en el Atlántico, en Malvinas y presiona por incrementar sus bases militares.
* Estamos viviendo una época de profunda descomposición del imperialismo que destruye fuerzas productivas, saquea, provoca guerras, y ataca las condiciones de vida y de trabajo de las masas. No hay marcha atrás. Esta incapacidad para realizar concesiones a las masas se expresa en las tendencias derechistas, autoritarias, dictatoriales y fascistas de los regímenes políticos en muchos países, abandonando hasta las formas democráticas de dominación.
* Ante semejante situación se hace más visible la incapacidad y cobardía de los gobiernos y direcciones políticas y sindicales reformistas, nacionalistas, socialdemócratas, stalinistas, etc. para dar una respuesta a la altura de las necesidades. Se someten a sus burguesías y al imperialismo, impera para todos ellos las políticas de conciliación de clases.
* Y se hace más visible la profunda crisis de dirección revolucionaria de las masas para responder con sus métodos, con su política, con su estrategia, que oriente la rebelión de las masas hacia su única salida, la revolución social, que termine con el parasitismo financiero, termine con la dominación del imperialismo, que expropie los principales medios de producción, para liberar definitivamente las fuerzas productivas y puedan desarrollarse plenamente.
* En todas partes aparece el problema de la dirección revolucionaria que plantee esa estrategia independiente, de clase, socialista, revolucionaria, y especialmente en Europa que necesita más que nunca que la clase obrera se levante contra la guerra, enfrentado la presencia de la OTAN y las bases militares de EE.UU. en su territorio, contra el creciente militarismo. Sólo la clase obrera, organizada, independiente y en lucha puede derrotar al imperialismo y poner fin a la guerra que les amenaza ahí nomás y contra sus gobiernos e imponer una paz sin anexiones.
Ya tropezamos con todas las piedras posibles en la tarea de poner en pie esa dirección, debemos realizar un profundo balance de todas las experiencias, aprender de todos los errores y desviaciones. Hace más de 100 años la socialdemocracia se pasó al terreno del imperialismo al colaborar en la 1ª Guerra Mundial con la burguesía de cada potencia en guerra. Luego el stalinismo demostró también el fracaso de su política antimarxista de pretender que el socialismo se podía “construir en un solo país”, de disolver la III Internacional, al plantear la “coexistencia pacífica” con el imperialismo, sus políticas de frente popular con las burguesías “progresistas”, de creer que había “vías pacíficas al socialismo”, etc. El derrumbe de la URSS fue la coronación del derrumbe de su política que llevó a la pérdida de enormes conquistas de las masas y que se restableciera el capitalismo en una cantidad de países donde la gran propiedad había sido expropiada. A su vez, la IV Internacional no estuvo a la altura de ocupar el lugar vacante de dirección internacional y sus direcciones –ya sin Trotsky al frente- pasaron de posiciones frentepopulistas, proestalinistas, en los ´50 a la reivindicación del foquismo en los años 60/70 y al democratismo vulgar, abandonando el programa de la IV Internacional que sigue vigente. El revisionismo en todas sus formas hizo un gran daño a la tarea histórica de poner en pie el Partido Mundial de la Revolución Socialista. El marx-leninismo-trotskysmo sigue en pie, sus contribuciones al comunismo científico siguen teniendo absoluta validez. Han sido derrotadas las direcciones que han traicionado sus banderas, que las han prostituido.
* Hoy es más que urgente y necesario construir esa dirección que exprese conscientemente la rebelión de las masas y las oriente hacia su estrategia de poder. Se está produciendo una rebelión de las masas en Europa, con Francia a la cabeza contra la reforma jubilatoria, con varios paros generales de todas las centrales sindicales y movilizaciones y acciones radicalizadas para exigir al Gobierno que dé marcha atrás con su reforma. En Inglaterra se suceden huelgas históricas desde el año pasado, ahora en Alemania, luchas que hacía más de 3 décadas que no sucedían. Hubo huelgas en otros países. El movimiento de las masas en Europa entronca con las grandes luchas de los últimos años en Latinoamérica y en EE.UU. El común denominador es la rebelión contra una situación que no se soporta más. Los revolucionarios debemos partir desde ahí, desde esa lucha vital por el pan, por trabajo, por presupuestos para vivienda, salud y educación que están en el centro de todas las demandas, para entroncarlas con las luchas contra toda forma de saqueo y sometimiento de las naciones oprimidas, planteando la necesidad de que la mayoría oprimida se organice en las semicolonias en frente único antiimperialista, bajo la dirección política de la clase obrera, para luchar por su propio poder político. Debe estar presente todo el tiempo el alerta sobre el peligro de la guerra que amenaza con transformarse en mundial y cuyos efectos llegan a todos los trabajadores. Sobre la necesidad que la clase obrera internacional tome en sus manos la lucha por terminar con la dominación de EEUU y las potencias imperialistas con la OTAN. Esta política sólo se puede imponer con lucha, con nuestros propios métodos, con los métodos que conquistamos y defendimos los derechos laborales y sociales. Es necesaria la lucha unitaria de todos los trabajadores, de todos los oprimidos. No hay acuerdo posible, no hay consenso ni conciliación posible, con quienes nos explotan y saquean, ni con sus gobiernos. Para librar esta lucha debemos conquistar la independencia política respecto de todas las variantes de la burguesía y la pequeño-burguesía. Luchamos para que los sindicatos y las centrales tomen en sus manos toda esta lucha de conjunto, debemos arrancarlos de manos de los gobiernos y partidos patronales. La lucha por la independencia política del proletariado se concentra en la construcción del partido revolucionario en cada país como parte de la IV Internacional. Partidos que recojan las mejores tradiciones del bolchevismo, alrededor de la estrategia de la revolución proletaria, de la revolución social que lleve a la clase obrera como caudillo indispensable, para luchar por el poder político, por la dictadura del proletariado, para terminar con la dictadura del capital e imponer por primera vez la democracia para los oprimidos, ayudando a poner en pie asambleas populares, soviets, coordinadoras de asambleas o como se llamen sus organismos. ¿Por qué la clase obrera? Porque es la única clase que no tiene ataduras con la propiedad de los medios de producción, con la gran propiedad, porque ha demostrado que es la única que puede luchar consecuentemente contra el imperialismo, que puede tomar la defensa de la nación oprimida y tiene un plan para reconstruir la sociedad sobre bases socialistas terminando con el caos y la anarquía capitalista. Porque el capitalismo está agotado y debemos terminar con él antes que sea demasiado tarde. Esta es la situación que está planteada objetivamente. Quien nos prometa otra salida nos está llevando a una nueva ilusión, a una nueva frustración, ¡ya basta!
Este 1° de Mayo tenemos que aprovecharlo para balancear todas estas cuestiones. El partido es el programa, donde se concentra la experiencia y la tradición de la clase obrera internacional, es la caracterización de la etapa actual en que se encuentra la lucha de clases internacional y la necesidad histórica, urgente, imprescindible de resolver esta tarea.
¡VIVA LA CLASE OBRERA INTERNACIONAL! ¡MUERA LA BURGUESÍA Y EL IMPERIALISMO!
¡VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIAL! ¡VIVA LA DICTADURA DEL PROLETARIADO! ¡QUE VIVA EL SOCIALISMO!
GLORIA A TODOS LOS MARTIRES DE LA CLASE OBRERA QUE DIERON SU VIDA POR TRANSFORMAR ESTA SOCIEDAD Y LIBERAR AL MUNDO DE SUS CADENAS