Sobre el 1º de Mayo
En 1889 la Segunda Internacional instituyó el 1º de mayo como jornada de lucha para perpetuar la memoria de los trabajadores que murieron luchando por una jornada de 8 horas. En el país la primera conmemoración tuvo lugar el 1º de mayo de 1890.
Se resolvió establecer este día como día internacional de lucha de los trabajadores como homenaje a los Mártires de Chicago, quienes fueron condenados el 11 de noviembre de 1887, 5 de ellos a la muerte en la horca, y otros 3 a varios años de cárcel. El fiscal de entonces dijo: “Estos hombres han sido seleccionados porque fueron líderes. No fueron más culpables que los millones de sus adeptos. Señores del jurado: ¡Declarad culpables a estos hombres, haced escarmiento con ellos, ahorcadles y salvareis a nuestras instituciones, a nuestra sociedad!”.
Años después, se comprobó que el juicio fue una farsa desembozada, el gobernador de Illinois, John Peter Altgeld los indultó y los 3 detenidos recuperaron sus libertades. Fueron militantes anarquistas que organizaron la lucha por establecer las jornadas de 8 horas, ya que por entonces trabajaban 12, 14 y hasta 18 horas en jornadas agotadoras. Todos ellos eran destacadas figuras de la Internacional (Asociación Internacional de Trabajadores).
“El capitalismo llegó al mundo a través de lodo y sangre” dijo Marx. Sacrificios y muertes para los esclavos modernos, los trabajadores asalariados. La lucha por las 8 horas hacía consciente la necesidad de una jornada laboral que no agotara las fuerzas y hubiera tiempo para la recreación, para leer, estudiar, analizar la realidad y poder organizar la vida. Para los capitalistas somos bestias que debemos vivir para producir.
Hoy, a 134 años de esta lucha ejemplar, millones de trabajadores del mundo sufren desocupaciones, migraciones en masa, precarización laboral de quienes trabajan, miseria y marginalidad social. El sistema social de producción capitalista sobrevive enterrando en la barbarie a la humanidad. EEUU, con su guerra comercial, guerra bélica (hoy Ucrania), guerra por la apropiación de los recursos naturales de las naciones en todo el mundo; descarada intromisión en las políticas económicas para subordinarlas a sus intereses y amenazas a quienes no hacen o no cumplen sus mandatos. “Primero Estados Unidos” dicen sus gobernantes. Y para ello aplican sanciones económicas a sus oponentes, se coaliga con otras naciones, contra otras que no aceptan sus regulaciones políticas y económicas.
Socialismo o barbarie, el viejo apotegma socialista, refleja cabalmente la realidad que vivimos. O tiramos abajo el Estado burgués o sobreviviremos en la barbarie capitalista. No tenemos alternativas
No tenemos nada que perder salvo nuestras cadenas, en cambio tenemos todo un mundo por ganar.
Debemos unirnos como clase todos los trabajadores, organizarnos para luchar de conjunto, todos unidos como un solo brazo contra nuestros opresores hasta vencer y conquistar nuestros reclamos.
Debemos conquistar nuestra independencia política de la burguesía y levantar nuestras propias banderas: liberarnos de toda explotación y opresión, nacional y social. Para ello poner en pie nuestro propio partido político, levantar nuestro propio programa de gobierno, agrupar al conjunto de explotados y oprimidos tras nuestra propia estrategia política, la dictadura del proletariado, para comenzar a reorganizar la sociedad sobre bases socialistas hasta fusionarnos con el proletariado mundial hacia el comunismo científico mundial que será nuestra completa liberación.
(Nota de MASAS nº434)
