Avanza la crisis bancaria en EEUU
Cuando Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, y Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal norteamericana (FED), anunciaban que la economía de EEUU estaba sana, que tienen el sistema financiero más fuerte del mundo y que la crisis bancaria iniciada a mediados de marzo había sido superada se produjo el default del First Republic, el más grande desde la crisis de 2008. Días después las acciones de un banco regional de California, PacWest Corp., perdían el 60% de su valor, mientras continuaba la fuga de depósitos de otros bancos regionales.
* El First Republic había perdido más del 50% de sus depósitos: 100.000 millones de dólares. Su salvataje no impidió la continua pérdida de depósitos, y en pocos días sus acciones habían perdido el 98% de su valor de mercado y sus bonos de largo plazo cotizaban a 43 centavos de dólar. Las acciones en Wall Street cotizaron a un mínimo histórico de 5 dólares, lejos de los 147 dólares que cotizaba el 2 de febrero pasado.
Su caída es producto de la corrida que se inició en marzo y la suba de la tasa de interés, que obliga a los bancos a pagar a los depositantes una mayor tasa que la que reciben por préstamos concedidos antes de que subieran las tasas. Gran parte de sus activos eran hipotecas realizadas en época de tasas cercanas a cero.
El rescate del First Republic implicó pérdidas para sus accionistas, sus clientes y para el propio gobierno, y también que el banco más grande, el más endeudado y más riesgoso aumente su tamaño y su control sobre el mercado financiero.
* La dimensión de la actual crisis bancaria es única: los tres bancos que colapsaron en lo que va de este año tenían en conjunto 548.500 millones de dólares de activos, una cifra que supera los 373.600 millones de dólares del conjunto de activos de los 25 bancos que colapsaron en la crisis financiera internacional de 2008.
* Como consecuencia las fusiones, entre 1999 y 2022 el número de bancos e instituciones financieras con garantía oficial de los depósitos se redujo en un 54%. La concentración financiera es aún mayor si se considera que a septiembre de 2022 sólo cuatro bancos poseían el 39% del total de los 23.6 billones de dólares de activos pertenecientes a los 4.674 bancos y entidades financieras con garantía oficial de los depósitos.
* El banco más grande de todos, el J.P. Morgan, fue penalizado en los últimos años por incurrir en cinco delitos graves por lavado de dinero y manipulación de mercados. A pesar de ello, siguió creciendo en tamaño y dominio de los mercados. Promovido por la autoridad monetaria, articuló el reciente salvataje del First Republic, que terminó con la realización de importantes ganancias al absorber ese banco en default. El J.P. Morgan posee el 43% del total de los depósitos no asegurados de los bancos comerciales y entidades financieras con garantía oficial de los depósitos.
* La reciente crisis bancaria también ha expuesto los intentos de la autoridad regulatoria a lo largo del último año por controlar las criptomonedas. Sillicon Valley, Silvergate y Signature Bank –los primeros bancos en quebrar en esta temporada– parecía estaban íntimamente relacionados con la emisión de criptomonedas. La posterior caída del First Republic, y la forma en que fue “rescatado” por el JP Morgan, muestran la tendencia a concentrar cada vez más el poder financiero en muy pocas manos, alentada desde las autoridades.
* La crisis deja al desnudo un fenómeno que perpetúa la crisis: con el aval de la autoridad monetaria, los bancos más grandes absorben a los más pequeños, dando sensación de “estabilidad” de las finanzas, pero incrementa el riesgo de incendio del conjunto del sistema financiero.
* El J.P. Morgan el banco norteamericano más grande y con mayor tenencia de deuda con derivados, y considerado por los organismos regulatorios como un banco de alto riesgo, obtuvo el aval de la autoridad monetaria para “rescatar” al First Republic, aportando 30.000 millones de dólares, que se sumaron a otros 13.000 millones de dólares que aportaron otros 11 bancos (entre ellos Bank of America, Citigroup y Wells Fargo) que participaron del salvataje, operación que fracasó ya que no pudieron evitar el default.
* El J.P. Morgan recibirá 92.000 millones de dólares, incluyendo lo que este y otros bancos aportaron inicialmente al salvataje. Contará con 170.000 millones en préstamos y 30.000 millones en activos financieros. La FDIC -Federal Deposit Insurance Commision-absorberá la mayoría de las pérdidas del First Republic y proveerá al J.P. Morgan una línea de crédito especial por 50.000 millones de dólares.
En marzo decíamos “Explotó un fenómeno que denunciamos, el crecimiento del endeudamiento ilimitado de los Estados, las empresas y las familias como producto de las políticas aplicadas por la Reserva Federal de EEUU desde la crisis financiera del 2008, que vuelve a poner en riesgo al conjunto del sistema financiero. Aquella crisis nunca pudo ser cerrada”. (Masas 432)
Estamos ante una extraordinaria intervención del Estado para rescatar al sistema financiero utilizando el dinero de los contribuyentes. Y la crisis sigue sin ser cerrada. No pudieron evitar la caída del First Republic ni podrán evitar los que siguen. Un proceso similar sigue en Europa. Es una muestra de la descomposición imparable del capitalismo que se descarga sobre nuestras espaldas.