El gobierno de Lula es incapaz de proteger a los pueblos indígenas de la saña capitalista
El Bolsonarista Tarcisio reprime la manifestación de los indígenas
Hace sólo seis meses que Lula/Alckmin tomaron pose de su cargo, en una ceremonia reproducida hasta la extenuación, con una multitud de «representantes del pueblo brasileño» subiendo la rampa del Planalto junto al nuevo presidente. Entre ellos estaba el jefe Raoni, un indígena Kayapó. La escena alimentó grandes ilusiones de que, a partir de entonces, los indígenas tendrían otro destino en el país. Era la forma del nuevo gobierno de decir que el tiempo de los ataques a los indígenas del gobierno Bolsonaro, había quedado atrás. Medio año bastó para que la realidad demostrara que aquello no era más que teatro.
El pasado martes, los indígenas guaraníes de la región de Jaraguá, en São Paulo, llevaron a cabo una manifestación en la carretera de Bandeirantes, que une la capital con el interior. La manifestación contra la Ley Marco Temporal PL 490/07, que se votaría en la Cámara de Diputados ese mismo día, fue duramente reprimida por la policía militar del estado de São Paulo, incluida su tropa de choque. Las escenas de mujeres y niños corriendo a esconderse de las balas y las bombas, mientras el brazo armado del Estado llevaba a cabo su acción, recuerdan una larguísima historia de ataques del Estado brasileño a los pueblos originarios del país.
El proyecto de Ley Marco Temporal para la demarcación de las tierras indígenas pretende establecer la fecha de la Constitución, en 1988, como fecha límite para la demarcación de las tierras ocupadas por los indígenas hasta entonces. Se trata de un proyecto totalmente artificial, que ignora la realidad de las ocupaciones de tierras en la actualidad y tiene la verdadera intención de ayudar a la explotación extractivista de las regiones ocupadas por los pueblos indígenas y favorecer a las empresas mineras, grileiros, madereras, etc.
La Ley Marco Temporal fue votada y aprobado en la Cámara de Diputados el 30 de mayo, por 283 votos a favor y 155 en contra. Fue una nueva derrota del gobierno de Lula para con el Centrão, en una votación que incluyó votos favorables de la base de apoyo del gobierno (PSB y PDT). Los miles de millones de reales liberados por el gobierno en enmiendas parlamentarias en la semana de la votación no cambiaron el cuadro general que ya se venía perfilando. La aprobación indicó que Lira y el Centrão tienen en sus manos al gobierno de Lula.
Sumado a este problema, la Medida Previsional (MP) que modifica la estructura de los ministerios del gobierno Lula fue aprobada en el Congreso Nacional, con votos del propio gobierno. Esta MP, entre otros cambios, vacía los ministerios de Pueblos Indígenas y Medio Ambiente. La responsabilidad de la demarcación de las tierras indígenas vuelve al Ministerio de Justicia y Seguridad. El Ministerio de Medio Ambiente ya no será responsable del Catastro Ambiental Rural, que será transferido al Ministerio de Gestión e Innovación de los Servicios Públicos. En conjunto, estos proyectos exponen la fragilidad del gobierno de Lula frente a la burguesía terrateniente rural y extractivista. Su objetivo es tener el control total de las ricas regiones ocupadas por comunidades indígenas, ribereñas y otras comunidades locales.
Los pueblos indígenas continúan aislados en su lucha, sus direcciones políticas se ubican principalmente en el campo de la oposición burguesa, disputando o tratando de disputar cualquier migaja que caiga de la mesa de los partidos burgueses que controlan el Congreso Nacional. Un ejemplo de ello es la dirigente del PSOL Sonia Guajajara, que llamó a la sociedad a presionar a los diputados para que voten en contra del Marco Temporal. Este es el camino de la derrota.
Los indígenas de Pico do Jaragua, en Sao Paulo, utilizaron el método correcto, que es la acción directa colectiva, paralizando una importante autopista de Sao Paulo, pero sólo el día de la votación. Se ha lanzado una nueva convocatoria de manifestaciones para el domingo 4.
Como se ve, el gobierno burgués de Lula es cada vez más incapaz de atender las demandas más elementales de los explotados, además de ser el agente directo de los ataques a los trabajadores, como en el caso del nuevo techo de gastos, el llamado Marco Fiscal. Lo esencial es que las direcciones políticas del movimiento social siguen defendiendo al gobierno y renunciando a su independencia de clase
La única manera de combatir consecuentemente el Marco Temporal y otros ataques a los indígenas es mediante la lucha de clases, es decir, con las masas en las calles, con el proletariado organizado a la cabeza. Esto implica que las direcciones políticas de los sindicatos y centrales rompan con el gobierno y convoquen a asambleas para organizar la lucha.
Frente a la realidad, gana fuerza la bandera levantada por el POR desde el primer día de este año, que es la de formar una oposición revolucionaria al gobierno burgués de Lula, que tiene como principales reivindicaciones las necesidades más urgentes de las masas, capaces de ponerlas en movimiento, los puestos de trabajo, los salarios y sus derechos. ¡Abajo la represión policial a los pueblos indígenas! ¡Por el derecho de manifestación, de bloqueos y ocupaciones! ¡Rechacemos el Proyecto de Marco Temporales!
(POR Brasil – Masas nº690)