Rechazamos el discurso de Bullrrich contra las madres trabajadoras desocupadas, las infancias se cuidan garantizando comida, salud y educación
Al anunciar el protocolo antipiquetes, Bullrich apuntó en su discurso contra las madres que integran los movimientos de desocupados y llevan a sus hijos a las movilizaciones y acciones de lucha. Según la ministra “exponen a las infancias” llevándolas a lugares violentos.
En primer lugar, debemos decir que todos los gobiernos y este en particular son los que exponen al hambre y la miseria a las infancias, según los datos de UNICEF, 6 de cada 10 niños pasan hambre en la Argentina y el 40% está por debajo de la línea de pobreza. La burguesía, como clase dominante, mediante sus expresiones políticas en el Gobierno no tiene respuesta para esos millones de niños y sus madres, los condenan al hambre y la marginalidad. Su programa hacia las mujeres es la doble explotación y responsabilidad individual de la crianza de los niños, una tarea que debería ser colectiva. Repudiamos los dichos estigmatizantes de la ministra, su política llevará a la profundización de la pobreza y precarización del trabajo impactando en la alimentación de los niños.
Como organización saludamos a las mujeres que van a las movilizaciones a luchar por trabajo, comida y vivienda. Son las mujeres que salen a denunciar que las partidas para los comedores populares o no llegan o cada vez alcanza menos. Son los Gobiernos los responsables de que no cuenten con Jardines materno infantiles, de que no tengan un trabajo formal y tampoco tengan una vivienda propia.
Frente a las luchas que se vienen, contra el DNU, contra el plan de ajuste de Milei es clave pensar la organización para luchar, atendiendo a la situación de las madres, que en muchos casos son el único sostén de sus hijos y no tienen donde dejarlos. Para fortalecer los procesos de luchas, debemos revitalizar los espacios de las ollas populares en los piquetes, exigir partidas presupuestarias para los refrigerios en las escuelas, en los comedores populares, debemos exigir el pase a planta de todas las compañeras que trabajan en esos lugares.
La maternidad y el cuidado de las infancias es un asunto que debe ser atendido desde el Estado. La socialización del trabajo doméstico es la única salida para terminar con la doble opresión hacia las mujeres y sacar del hambre y la pobreza a los cientos de niños que hoy no tienen un plato de comida diario.