El Megadecreto deroga la Ley de Alquileres
No habrá ninguna regulación para que las inmobiliarias y los grupos inmobiliarios puedan aprovecharse de la altísima demanda para imponer todo tipo de condiciones a los inquilinos: hacerles pagar mayores comisiones, 2 meses de depósito en dólares; todas las expensas; obligación de los inquilinos de realizar todos los arreglos; reducir a 2 años la duración del contrato; se puede pedir cualquier garantía; pactar la forma de ajuste más leonina del alquiler; y hasta pagar en dólares, criptomonedas, o en “litros de leche” o “kilos de novillo”. (Diana Mondino, burlándose de las familias desesperadas por alquilar).
La Ley de alquileres fue sancionada por el Congreso en 2020 y modificada en octubre pasado. Con estas condiciones “liberadas” es posible que aparezcan más propiedades en oferta pero sin duda agrava las condiciones de los inquilinos totalmente desprotegidos.
Para el Gobierno defender el mercado significa dar completa libertad a los propietarios a costa de quitar derechos a los inquilinos. Los desposeídos no tendrán derecho a nada.
La cuestión de la vivienda es gravísima, el déficit supera los 3 millones de viviendas y todos los gobiernos han dado la espalda a resolver este problema esencial privilegiando el interés de capitalista. El gobierno de Fernández presentó como un gran logro haber construido 100.000 unidades en todo el país en cuatro años cuando se necesitan 400/500.000 por año para resolver este drama.
Muestra el fracaso de los gobiernos que dejaron librado al “mercado”, a los capitalistas, la construcción masiva de viviendas y su financiamiento. Esta obra deber ser realizada por el Estado bajo control obrero colectivo.