El DNU de Milei, también golpea a Vaca Muerta
El DNU 70/2023 que anunciado por el presidente Javier Milei contiene una serie de artículos que afectan al sector energético a partir de la derogación de leyes y decretos que le otorgaban al Estado poder de controlador fiscal. Afectando así, al comercio exterior, el artículo 142 del DNU sustituye el artículo 609 del Código Aduanero y plantea que “el Poder Ejecutivo Nacional no podrá establecer prohibiciones ni restricciones a las exportaciones o importaciones por motivos económicos. Solo se podrán realizar por ley”. La intencionalidad clara, es la perdida de toda regulación estatal, dejando en manos privadas la importación o exportación de los combustibles, como la quita o reducción de subsidios, es decir el mercado balancea los precios.
Eduardo Ródríguez Chirillo actual Secretario de Energía, ex-funcionario durante el gobierno de Menem y luego de la Alianza, afirmaba en septiembre al participar en el Club del Petróleo. “La obligación del Estado es la seguridad del abastecimiento, que no es el autoabastecimiento. La seguridad del abastecimiento es que los argentinos tengan siempre gas y electricidad, pero no necesariamente el propio que se produce o genera en el país”. (Pagina12) . En este sentido que la preocupación no esta centrada en el desarrollo de la industria nacional, como articulador del trabajo y el mercado interno como motores del crecimiento económico.
Un enclave que explica, esta liberalización de las funciones del Estado, se encuentra en la aplicación de las Sociedades Anónimas, acordes al régimen de la Ley General de Sociedades. “Las sociedades o empresas con participación del Estado, cualquier sea el tipo o forma societaria adoptada, se transformarán en Sociedades Anónimas”, menciona el artículo 48° del DNU. Es decir como S.A las empresas del Estado son pasibles de compra y venta, sin limitaciones para ser negociadas entre privados.
Por su lado, el gobernador Figueroa expreso su rechazo al aumento de las retenciones que van del 8 al 15% para el sector industrial, efecto que reduce las arcas fiscales neuquinas, sin tener en cuenta el mayor ingreso que significa la devaluación extraordinaria del peso. Además por su parte, los trabajadores petroleros, verán afectados sus salarios si restituye el Impuesto a las Ganancias.
Toda esta liquidación de instrumentos estatales, tendientes a eliminar toda regulación entre capital y trabajo, consolida de manera descarada las políticas imperialistas sobre la clase trabajadora, llevando al extremo las condiciones de reproducción de la misma. Ello evidencia que las medidas conciliadoras, que el peronismo se ha jactado de ser su autor directo, como repuesta burguesa se está agotando. Por su parte las burocracias sindicales, que garantizaron el ajuste de los Fernández y Massa, hoy apenas muestran tibios reflejos ante el caótico DNU, presionados por las movilizaciones populares.
Ante el imperialismo vigente, las masas debemos organizarnos por medio de Asambleas populares y en los sindicatos, para elaborar un plan de lucha y expulsar a la clase burguesa que dirigió al país durante los últimos 40 años.
