Bolivia: La situación económica para este 2024

Todo el debate económico para este 2024 estará infectado por los intereses electoralistas por la captura del poder hacia los comicios presidenciales del 2025. Primarán en el análisis las percepciones subjetivas para armar discursos con el objetivo de aplastar al candidato oponente, poniendo al rojo vivo esta pelea interburguesa entre los dos bandos masistas más la derecha tradicional.

Para el ministro de economía, Montenegro, un escaso 2.71% de crecimiento del PIB en el 2023, un déficit fiscal del 8% y una inflación controlada, es un “éxito” de la gestión económica gubernamental. Las declaraciones de las autoridades del área se hacen más demagógicas, maquillando los datos y anunciando la pronta industrialización del país, para disimular la crítica situación de la economía. Para el “genio de las finanzas” Arce Catacora, de lo que se trata es de llegar, a como dé lugar, con una imagen positiva para las elecciones del 2025. Para ello hará hasta lo inimaginable para evitar que la economía se vaya a pique.

Para la oposición de la derecha tradicional y los masistas “radicales” renegados del gobierno, su percepción es catastrofista, anunciando un “inmediato colapso” de la economía para el primer trimestre del año, porque el efectivo en dólares de 166 millones que quedan como reservas internacionales “solo alcanzará para subvencionar un mes más la importación de carburantes”, por lo que debería liberalizarse la economía al estilo Milei, levantando las subvenciones y eliminando los bonos. Su propósito: obstaculizar a como dé lugar al gobierno de Arce Catacora para asaltar ellos el poder y tener la mamadera del Estado en sus manos. En este punto, de seguro que el boicot político de sus enemigos derechosos y evistas en la aprobación de nuevos créditos en el parlamento, jugara un papel determinante para la estabilidad del mismo gobierno.

La realidad la refleja, como confesión de parte, Edwin Rojas presidente del Banco Central de Bolivia en una entrevista televisiva, afirmando que “Es una situación de riesgo que tiene el país. (y que) esperemos que esto no se materialice, y que la Asamblea empiece aprobar los créditos”. “El país ya tiene una contratación de deudas por ejecutar de más de 3.500 millones de dólares”. Esto es lo cierto, puesto que una relativa estabilidad económica en el país para el 2024, depende del ingreso de estos préstamos frescos principalmente de China, depende también de la emisión, aunque cada vez les sea más difícil acomodarlos, de nuevos “bonos soberanos”, de atraer inversión extranjera para el litio y la minería, como también de meter uña a los fondos de la Gestora Pública. En el mercado informal, estima el ministro de economía, circulan unos diez mil millones de dólares del sector privado que son los que sostienen en alguna medida la frágil estabilidad económica.

Pero el problema de fondo es explicarnos ¿por qué el Estado boliviano no tiene los fondos suficientes siendo que ahora experimentamos elevados ingresos por la exportación de oro, plata, zinc, como también de la soya? Según declaraciones del mismo gobierno, las exportaciones crecen como la espuma de la cerveza, y en este 2023 las exportaciones de minerales, incluido el oro, duplicaron a la del gas natural. La razón es una, el excedente económico del aparato productivo nacional convertido en dólares que ingresan por la venta de recursos naturales y materias primas, va directamente a los bolsillos de las multinacionales extranjeras, los cooperativistas del oro, los agroindustriales del Oriente y los grandes contrabandistas dejando casi nada al Estado. Por ejemplo, los cooperativistas auríferos y empresarios del oro sólo dejan un 4.8% de impuestos y regalías, las transnacionales mineras en occidente no más de 9% de sus ganancias brutas y los latifundistas del Oriente, ligados a capitales extrangeros, pagan el RAU (Régimen Agropecuario Unificado), impuesto especial de sólo 34.42 Bs. por hectárea agrícola y 2.7 Bs. por hectárea de pastoreo, por año.

Sin lugar a dudas el 2024 se profundizará la política rentista del gobierno en favor de las inversiones extranjeras en Bolivia en la entrega del litio y minerales estratégicos. El “Modelo productivo social comunitario” de Arce Catacora privilegia los intereses de los grandes capitales en Bolivia. Mientras que las mayorías empobrecidas probarán un año más, en carne propia, las consecuencias de la crisis económica del capitalismo mundial y la falta de reactivación económica del país que golpea inmisericordemente a las familias de los bolivianos, con mayor pérdida en la capacidad adquisitiva de los salarios, con mayor nivel de empleo informal, con más despidos y más vulneración de derechos y conquistas laborales.

(POR Bolivia – Masas No.2774)


ESTOCADA MORTAL DE ARCE CATACORA AL MORIBUNDO EVO MORALES

Para acabar con la chacota democrático-burguesa cuya función en primer lugar es la de proteger los intereses generales de los opresores contra los oprimidos y luego los intereses particulares de los gobernantes de turno, hay que acabar con el mismo orden social burgués. Sólo así será posible acabar con la mayor de las injusticias: la opresión de unos cuantos sobre las grandes mayorías oprimidas y explotadas.

El Tribunal Constitucional, al filo del fin de su mandato constitucional y previamente a autoprorrogarse tras el fracaso de la Asamblea Legislativa para llamar a elecciones judiciales por voto popular como dispone la constitución, mediante Sentencia Constitucional 1010/23 de 29 de diciembre de 2023, anula la reelección indefinida como derecho humano que este mismo tribunal avaló mediante Sentencia Constitucional 0084/2017, durante la presidencia de Evo Morales para habilitarlo a una nueva re-re-reelección. Una constatación más de la venalidad del sistema judicial que se entrega sin ningún pudor al gobernante de turno.

La independencia de poderes y el respeto a la constitución es una ficción imposible de materializarse en la chacota democrática-burguesa. La corrupción de la justicia es expresión de la inviabilidad de la “democracia” burguesa en nuestra condición de país capitalista atrasado.

La sentencia constituye una estocada mortal obviamente impulsada desde el gobierno para inhabilitar al caudillo masista en desgracia, Evo Morales.

Discutirán evistas y arcistas sobre si esta nueva sentencia inhabilita o no a Evo Morales, pero se puede adelantar con certeza que la Corte Electoral que también actúa bajo mandato del Poder Ejecutivo, lo inhabilitará. Es el fin de Evo Morales que ya no cuenta con el apoyo suficiente para recurrir a la acción directa como él quisiera, para impedir su inhabilitación.

Lo destacable es la indiferencia de las masas ante el pleito entre politiqueros. Los oprimidos saben por experiencia, que la corrupta justicia es una tara endémica propia de la incapaz burguesía nativa, su Estado y sus gobiernos y está asqueada de la politiquería burguesa.

(POR Bolivia – Masas No.2774)

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