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Milei en el reflejo de Elon Musk

Elon Musk ostenta la mayor fortuna a nivel mundial y es dueño de Starlink, Tesla, X (ex Twitter) y Space X, entre las principales. Tesla, particularmente, es hasta ahora la mayor productora de autos eléctricos en el mundo, seguida muy de cerca por la china BYD (quien tiene restringida su venta en Estados Unidos por sus fuertes aranceles proteccionistas). La empresa de autos ha cobrado protagonismo por lo que sucede en suelo europeo.

En los últimos días, el magnate Elon Musk ha vuelto a referirse a Milei de manera elogiosa, esta vez en torno a las reformas electorales (aun no aprobadas). Ya lo había hecho al asumir el gobierno el 10 de diciembre y el “nuevo rumbo” tomado por el país. Javier Milei, a su turno, reivindicó algunos intercambios telefónicos y hasta llegó a mencionar en cadena nacional a Starlink como una de las posibles beneficiadas por su MegaDecreto.

Es bien conocido el público reconocimiento que Milei hace en torno a Elon Musk, entre otras cosas, por su manejo respecto a los sindicatos. Tal es así, que una parte de las leyes y decretos recientemente lanzados, persiguen un modelo similar al que el propio dueño de Tesla impone en sus empresas. Sucede que el principal multimillonario tiene prohibido allí cualquier tipo de sindicalización o ajustes a convenios colectivos de trabajo, bajo la amenaza de despidos inmediatos.

Sin embargo, en Suecia, algo más de 130 trabajadores comenzaron con una serie de reclamos a Tesla por su intención de sujetarse a los convenios colectivos del país. Desde el mes de octubre, y ante la negativa de la empresa, han comenzado un paro por tiempo indeterminado en los pequeños talleres que sirven para reparar a los autos de Tesla. IF Metall, principal sindicato sueco, ha salido a apoyar activamente la lucha garantizándole el pago del 130% de sus salarios.

El desinterés de Elon Musk por escuchar los reclamos ha suscitado un amplio movimiento de solidaridad de 12 sindicatos más: los trabajadores del correo no entregan patentes ni matriculaciones; los encargados de las cargas eléctricas en las estaciones se niegan a realizarlo; tampoco se recogen residuos en las instalaciones, a instancias del sindicato “LO Transport”. Y eso no es todo.

El movimiento se propagó fuera de sus fronteras extendiendo la solidaridad al sindicato 3F de Dinamarca, en donde estibadores y camioneros se niegan a transportar nuevos vehículos hacia Suecia. Y también el sindicato finlandés AKT se ha plegado, en un escenario sin precedentes en los últimos 30 años. Es evidente que hay una clara comprensión del peligro que significa la aceptación del “modelo Elon Musk” en países donde la sindicalización está en torno al 80-90% de los trabajadores (en Argentina ronda el 40%).

Ahora el principal temor de la empresa es que esta oleada de solidaridad, que lleva meses, alcance a la principal productora europea de autos en Alemania que, sin embargo, por legislaciones del país, le está prohibido realizar huelgas en solidaridad. No obstante, la IG Metall alemana relata que ha aumentado exponencialmente la cantidad de solicitudes de sindicalización en la fábrica Tesla de Grunheide (cerca de Berlín) de más de 11.000 obreros.

A pesar de la amplia solidaridad y la disposición a la lucha que se ha visto durante los casi 100 días de huelga (desde el 27 de octubre) y que han logrado golpear efectivamente, no puede descartarse que Tesla logre destrabar el conflicto, tanto por su poderío económico, como por las propias tendencias conciliadoras de las direcciones sindicales. Éstas han ofrecido el “modelo Amazon”, en la cual se contrata una tercerizada local que acepte los convenios colectivos y deslinde de responsabilidades a la firma principal, adoptando así una relación encubierta.

Los intentos de Milei de acabar con todo tipo de legislación laboral, de protección a los trabajadores, tiene su reflejo, en otra escala, en las decisiones de Elon Musk, que han engendrado un enorme movimiento que los líderes europeos ven con preocupación. Pero el ataque a los derechos conquistados, a pesar de sus intenciones, pueden terminar incubando poderosas respuestas. Así como Milei cree reflejarse en Elon Musk, el proletariado argentino debe mirarse en su reflejo europeo, asimilar las lecciones, barriendo con todos los dirigentes traidores. La clase obrera debe oponerles a los planes de Milei/Elon Musk la más amplia unidad para no solo rechazar el DNU y la Ley Ómnibus, sino también para conquistar su lugar de dirección política del resto de los oprimidos, enarbolando su programa histórico de emancipación de los trabajadores.

(Nota de Masas n°449)

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