Otra vez llega la jefa del Comando Sur de EEUU, en el Día de Malvinas

EE.UU. colaboró activamente con Gran Bretaña en la Guerra de Malvinas. La OTAN dispone de una poderosa base militar en las Islas. Son las potencias enemigas, que oprimen a nuestra Nación. El gobierno cipayo recibirá a la generala Laura Richardson y buscará complacer todas sus exigencias. Fue recibida por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse.

EE.UU. lleva adelante su guerra comercial contra China en territorio Argentino, su consigna es “con China nada, nada de nada”, para bloquear su presencia en el país y en el Continente. La Generala más de una vez se ha referido a las riquezas de América Latina como si fueran una reserva propia de su país, cuestionando la creciente presencia China.

Los temas en cuestión: la base de observación espacial chino-argentina en Neuquén; el puerto en construcción en Río Grande, Tierra del Fuego; la vía troncal del Paraná en la que se firmó un cuestionado acuerdo de dragado con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos; la compra a Dinamarca de aviones F-16 y las “bases humanitarias” en Chaco y Neuquén.

La base de observación espacial está asociada con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), una base igual a la que tiene la Unión Europea en Malargüe, Mendoza. El embajador Stanley interviene con la voz del amo: “me sorprende que la Argentina permita que las fuerzas armadas chinas operen en Neuquén”.

El gobierno de Alberto Fernández comenzó la ampliación del puerto de Río Grande para beneficiar a la industria que recibe sus insumos desde Ushuaia y a la Marina, porque tendría mejor acceso a la Antártida. EE.UU. insiste desde hace tiempo de que hay intervención y financiamiento chino.

Alberto Fernández firmó un acuerdo colonial que le otorga el dragado del Paraná al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE.UU., fue firmado por la Administración General de Puertos, tras una negociación secreta con la Embajada. Ni la Cancillería, ni el Ministerio de Defensa, ni la jefatura de Gabinete, habrían tenido intervención.

Ese tratado da un control sobre la principal salida de alimentos que tienen Argentina, Paraguay y hasta Brasil. Siempre sospechado de enormes cargamentos de soja y cereales que evaden la liquidación de divisas, las retenciones y otros impuestos. Y también de contrabando y tráfico de drogas. EE.UU. dice preocuparse porque China tiene dos puertos (Lima y Timbúes). 

Imponen la compra de aviones chatarra F16 en poder de Dinamarca para evitar que Argentina compre modernos aviones de combate a China con armamento no intervenido por Gran Bretaña. Una compra por 300 millones de dólares, mientras se afirma que no hay plata para los comedores ni para remedios.

Se debe terminar inmediatamente con este sometimiento al amo imperial rechazando toda intromisión en los asuntos internos del país. Ni en la base científica de Neuquén, ni en el Puerto de Río Grande, ni en el Paraná, ni en las represas de Santa Cruz, ni en la central atómica. Se debe desconocer el acuerdo firmado con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU., se deben recuperar todos los puertos privatizados y el Río Paraná.

La defensa de la soberanía nacional importa a todo Lationoamérica porque se quiere utilizar a la Argentina como plataforma para intervenir sobre los demás países. La burguesía es una clase antinacional, de rodillas frente al imperialismo, esta tarea nacional sólo puede ser asumida por la clase obrera en el poder acaudillando a la mayoría oprimida.

(Nota de MASAS n°454)

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