¡Todo el apoyo a los trabajadores de Textilcom!

La empresa Textilcom intenta vaciar sus plantas del interior del país. En Catamarca 124 trabajadores ocupan la planta de defensa de su trabajo. En La Rioja 140 trabajadores permanecen acampando en la puerta de la empresa. La empresa cuenta entre sus principales clientes a importantes marcas como Grisino, Cristóbal Colón y Cheeky. Si bien la planta principal se encuentra en el barrio porteño de Pompeya hace dos años se expandieron en aquellas dos provincias. “Carlos Vilariño, el dueño, se borró totalmente”, denuncian los compañeros.

Una trabajadora de La Rioja comenta: “El 19 nos dijeron que el 20 no nos presentemos a trabajar” después del feriado provincial. Ese día recibieron otro mensaje diciendo que próximamente tendrían novedades sobre la situación de la empresa. “El martes nos presentamos a trabajar, a ver qué pasaba y nos dimos con que la fábrica ya estaba cerrada y no nos dejaban entrar”. La empresa adeuda dos meses de salario.

Cabe recordar que hace dos años varias empresas de la confección de indumentaria anunciaron con bombos y platillos la apertura de fábricas en las provincias del noroeste, como por ejemplo lo hizo RA Intertrading. Todo esto gracias a jugosos beneficios por parte de los gobiernos, donde los subsidios llegaban hasta el 80% de las contribuciones patronales y aportes personales. En el caso de Textilcom además recibieron a tasa subsidiada $40 millones de la Caja de Créditos la Provincia de Catamarca y $80 millones del Banco Nación.

Ante los despidos se hace necesaria la respuesta desde cada lugar de trabajo, pero más importante es la respuesta general del sindicato. La dirección nacional del SOIVA sin embargo todavía no ha sacado ni siquiera un comunicado en defensa de los trabajadores de Textilcom y antes había brillado por su ausencia en las medidas de lucha convocadas por la CGT.

Desde abajo tenemos que organizar la resistencia. Es necesario ganar las calles, sacar los conflictos a las calles para ganar la solidaridad de otros trabajadores, de los vecinos. Imponer un plan de lucha a las direcciones sindicales. Es necesario parar ahora con esta sangría que nos debilita aún más como clase. Ya vivimos la tragedia de la desocupación masiva.  Hay que levantar claramente la defensa de los puestos de trabajo. Esta planteada la bandera de estatización de toda fábrica que cierre bajo control de sus trabajadores.

Lo que hoy pasa en Textilcom mañana se replicará en otros lugares de trabajo. Tenemos que unificar la lucha por derrotar la política de ajuste del gobierno Milei y el FMI, para impedir que se legalice el DNU y la Ley Ómnibus; y también para impedir los despidos, para ajustar los salarios y las jubilaciones y los planes para que alcance para vivir. Para terminar con la pobreza y la precarización generalizada.

(nota de MASAS n°458)

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