Petroleros: El salario da pena y las ganancias son ajenas…

Los salarios petroleros son migajas, en tiempos de producción récord en Vaca Muerta, que llegó a los 690.000 barriles por día (bpd) en marzo a nivel nacional (de los cuáles casi el 60% corresponde a Vaca Muerta). En junio el gas fue de 134 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d), con una participación del 46% del shale. Según estos datos, la producción de petróleo y gas natural en la Argentina está en el mejor momento de los últimos 20 años, según un reporte de la consultora Economía & Energía. En materia comercial, la balanza energética durante el primer trimestre llegó a 1.670 millones de dólares y el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el resultado positivo se expandirá hasta US $3.300 millones a fines de 2024.

En este contexto de alza energética y financiera, los trabajadores del petróleo apenas alcanzan un salario que cubre la canasta básica. Según el acuerdo, del Sindicato de Gas Y Petróleo de Rio Negro, Neuquén y La Pampa, establece que el salario bruto mensual tendrá un valor mínimo de referencia de 1.740.000 pesos (base mayo 2024 que incluye el 8,8% de IPC de abril 2024) a partir del 1 de julio y se actualizará conforme acuerdos paritarios que se firmen de aquí en adelante, mientras no se aplique el impuesto a las ganancias. Se estima que el 70% de los trabajadores de la industria extractiva de la provincia pagarán ganancias. Serían unos 20 mil los trabajadores de los yacimientos alcanzados por este impuesto. Por ello, Figueroa está realizando reuniones con distintos sectores para evitar que los petroleros se vean alcanzados por el impuesto.

Días atrás, el 18 y 19 de junio el gremio amenazó con un paro por los” trabajadores de ocho horas”, cuyos ingresos estaban debajo de la canasta básica, medida que fue levantada por la conciliación obligatoria. Es muy evidente que el lugar estratégico que ocupa en la economía nacional, provoca que se busquen “acuerdos” para que no se detenga el saqueo sistemático y permanente de las empresas del imperialismo.

Hay que tener presente que ese monto será para quienes no realizan horas extras y no superen el piso del 1.740.000 pesos por mes. Ahora se suma el conflicto por el impuesto al salario. La realidad es que desde la adenda las condiciones laborales de los obreros petroleros han empeorado, y que la división en los distintos convenios de trabajo es una situación de constante presión ya que cambia el salario, las condiciones de trabajo y transporte y hasta la comida.

La riqueza que se saca todos los días de la provincia debe estar en manos de una empresa estatal bajo control obrero colectivo, para que dejen de llevarse millones de dólares todos los días las empresas rapiñas, para que queden en el país y sirvan al desarrollo de la industria, para que dejen de contaminar el agua y también para que los obreros puedan trabajar en otras condiciones. Es fundamental discutir en todos los lugares de trabajo en asambleas democráticas las condiciones de trabajo, lo que dice Rucci “que no le tenemos miedo a la muerte” es de boca de alguien que tiene asegurada su vida y su bolsillo, la vida de los obreros vale. Para frenar el saqueo no hay otra salida que la estatización de toda la industria petrolera.

(Nota de MASAS n°460)


Otra muerte de un operario en Vaca Muerta

El oscuro acuerdo en 2013, YPF- Chevron, fue parido chorreando sangre con una brutal represión en la puerta de la Legislatura neuquina que estuvo cerca de provocar la muerte de un docente. Hoy, 11 años después, las muertes provocadas por los altos niveles de explotación humana se explican con el incremento de las muertes con la implantación del fracking. El cual tiene altos dividendos para el gran capital imperialista y “derrama” pobreza y muertes para los sectores populares.

El 3 de julio, por la tarde, murió otro trabajador en cercanías al yacimiento Mata Mora, a pocos kilómetros de San Patricio del Chañar en Vaca Muerta. Según la información circulante, este fallecimiento se produce por aplastamiento provocada por la cabina de un camión. Esta situación nos remite a lo ocurrido en febrero del 2024, en La Amarga Chica. Allí, dos operarios se encontraban trabajando cuando un camión de la empresa TSB, atropelló a uno de ellos y lo aprisionó contra un contenedor.

Se incrementan los “accidentes laborales” en el yacimiento Vaca Muerta, con más de 1000 casos de su inicio, y los asesinatos laborales, que llegan a 19 en 2024.

La única respuesta es tirar abajo la Adenda e imponer el control obrero colectivo de la producción, el control sobre la seguridad y las condiciones de trabajo.

Es expulsando a las burocracias sindicales y recuperando los medios de producción en manos de los trabajadores, es el único camino posible para la emancipación de los oprimidos para llegar a la sociedad comunista.

(Nota de MASAS n°460)

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