Francia: La campaña electoral del PTS/Révolution Permanente, no fue revolucionaria
El PTS afirma que la candidatura de Anasse Kazib fue una campaña revolucionaria. En su balance de las elecciones señala algunos aspectos de su campaña:
La campaña como diputado por la segunda circunscripción de Seine-Saint-Denis obtuvo 1128 votos emitidos (3,67%). No formó parte del NFP ni llamó a votarlo en segunda vuelta.
“Para nosotros, luchar contra la extrema derecha significa luchar por la regularización de los sin papeles, la apertura de las fronteras, el fin de los centros de internamiento, y vincular todo esto a pelear por salarios más altos para todos, jubilación a los 60 años, para mejorar la vida de todos los trabajadores”.
“Si creemos que Bardella significa más racismo y más reformas antisociales, la respuesta no debe ser ir a repartir volantes para Hollande y Cahuzac, sino ir a buscar a los trabajadores a las fábricas y preparar la huelga para preparar el contraataque. No podremos arrancar a los trabajadores de las garras de la RN sin un programa duro, que incluya la jubilación a los 60 años, salarios más altos, transporte gratuito, el fin del genocidio en Gaza, la disolución de las fuerzas especiales de policía y la regularización de los inmigrantes sin papeles. Pero todo ello supone movilizar a todos los sectores de la población interesados en luchar contra la extrema derecha y las políticas antisociales, empezando por el mundo del trabajo”.
Señalan “la posibilidad de crear una alternativa seria e intransigente al proyecto reaccionario y antiobrero de la extrema derecha, defendiendo un programa para luchar seriamente contra la pobreza, el endurecimiento autoritario del régimen y la guerra, y dirigir la batalla contra la extrema derecha y Macron”.
Saludamos que haya mantenido su independencia frente a NFP a diferencia de otros agrupamientos que se denominan trotskistas.
Esta ausente la definición del significado del programa para los comunistas, en qué se concentra la independencia de clase. No es la suma de reivindicaciones democráticas y sociales más o menos correctas que hemos mencionado. Eso no es un programa. Es un planteo reformista, la cuestión del poder para la clase obrera no aparece en su propaganda electoral.
El programa debe partir de señalar la necesidad de destruir el estado burgués, la dictadura del capital, por medio de la revolución social y la instauración de la dictadura del proletariado, el gobierno obrero, apoyado en las organizaciones de masas. Ese es el primer paso para empezar a construir el socialismo, que deberá entroncar con las revoluciones triunfantes en el resto de los países, poner en pie los Estados Unidos Socialistas de Europa. No hay una sola mención a expropiar la gran propiedad capitalista de los medios de producción.
Esta política, como la que aplican en Argentina, es electoralista, no revolucionaria.
La posición de IS/UIT-CI tampoco sostiene una política de independencia de clase
“El Nuevo Partido Anticapitalista Révolutionnaires, en el que militan nuestros camaradas de la LIS Francia, presenta listas propias en 28 circunscripciones”. Critica al Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) de Besancenot y Poutou por su equivocado seguidismo al NFP.
“Y para la segunda vuelta del domingo 7 de julio, más allá de sus limitaciones, habrá que dar un voto crítico al NFP para impedir el triunfo de la extrema derecha”.
Aun quedando a contramano del importante apoyo popular en las elecciones al Nuevo Frente Popular, no había que votarlo, señalar el carácter burgués y reaccionario de sus componentes y de su política. La historia demuestra que las políticas de frente popular desarman y frustran a las masas y crean las mejores condiciones para el futuro triunfo de la ultraderecha. El Partido Socialista ya fue gobierno y fue responsable de la aplicación de las políticas más reaccionarias contra la mayoría. ¡Ningún voto para la política de la burguesía!
No es casual que sectores del nacionalismo burgués aplaudan este triunfo y que pretendan imitarlo en nuestro país.
La posición de IS/UIT-CI tampoco sostiene una política de independencia de clase
Hace un correcto balance de las elecciones, pero al igual que la corriente del MST llamaron a votar por el Frente Popular.
“Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) también sabemos que muchas y muchos votantes al NFP lo hicieron con la nariz tapada, para parar a Le Pen y a la ultraderecha. Esa coalición de centroizquierda, de izquierda reformista, no es parte de la solución sino del problema, algunos de los miembros que hoy figuran en sus listas han estado en el gobierno o incluso han sido presidentes como François Hollande, del Partido Socialista (PS) gobernó para las multinacionales y los grandes empresarios contra la clase trabajadora. Tal cual lo hacen otros supuestos gobiernos de izquierda como en el estado español el de Pedro Sánchez (PSOE) o el alemán de Olaf Scholz (PS). Por otro lado, los demás integrantes del NFP, junto al PS, como la Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Melenchon, el Partido Comunista (PC) y las direcciones de las centrales obreras, no fueron hasta el final en 2023 en la lucha por derrotar a Macron y su reforma previsional”.
La conclusión de esta caracterización es que de ninguna manera se podía votar, dar un apoyo político al Frente Popular.
Dicen: “Ahora quieren utilizar su triunfo electoral para pactar con Macron ir a un gobierno compartido, reclamando tener el primer ministro. O sea, integrarse a un gobierno capitalista (“cohabitar”). La historia ya ha demostrado, en la misma Francia (con François Mitterrand-PS, presidente de la República Francesa desde 1981 hasta 1995), que los gobiernos de conciliación de clases terminan aplicando los mismos planes de recorte y ajustes contra el pueblo trabajador”.
Su organización le dio el apoyo político consciente a quien aplicará una política contra el “pueblo trabajador”.
Dicen: “Desde la UIT-CI llamamos al voto crítico, en la segunda vuelta, a los candidatos del NFP para parar a la ultraderecha”.
Es necesario que los sectores que se reclaman trotskistas realicen un balance de las políticas que desarrollaron en estas elecciones. No hay forma de avanzar en la construcción del partido revolucionario, cuartainternacionalista, sin una clara delimitación programática frente al Frente Popular (táctica contrarrevolucionaria que hemos denunciado desde su origen) y cuál es la táctica para enfrentarlo, en la perspectiva de la revolución social, del gobierno obrero.