Provocaciones fascistas
Cuando le consultaron sobre las tomas de universidades, el jefe de Gabinete Guillermo Francos dijo: “En los ´70 también tomaban universidades. Se tomaban universidades y después se generaba un movimiento que utilizaba la violencia para expresar sus posiciones, se convirtió en guerrilla subversiva y generó después la represión”. Esta asociación miserable está al servicio de desnaturalizar la extraordinaria lucha de estudiantes, docentes y no docentes y justificar su represión. Es otra falsificación de la historia que justifica la dictadura genocida.
Dice que “el gobierno se gana con votos, no se gana haciendo una marcha o tomando una universidad. Si quieren ganar y cambiar la posición del Gobierno nacional que vayan a una elección y la ganen, tienen todo su tiempo por delante los chicos, hagan un partido y ganen. En este momento el Gobierno es de Milei”.
Es el colmo del cinismo. Milei ganó las elecciones diciendo que combatiría a la casta, nunca que reduciría el presupuesto universitario a la mitad para ahogar la universidad pública. No fue votado para realizar un ajuste violento contra la mayoría. Por eso no pocos que votaron a Milei son parte de este movimiento extraordinario que rompe con las ilusiones que pudo generar. El tema es bien concreto: la defensa de la Universidad, de la educación, de la salud se hace ahora, exigiendo los presupuestos que corresponden y el ajuste a los salarios de docentes y no docentes, con los mismos métodos de siempre, las asambleas, las ocupaciones, las clases públicas, las movilizaciones, la huelga.
Bullrich dijo que “los estudiantes buscan una revuelta a la chilena, que destruyeron todo, con muertos”, ante la movilización al Palacio Pizzurno dijo: los alumnos “van a ir con Molotovs”, por lo que hay que estar preparados: sus servicios pueden ir con molotovs para provocar.
Insistió: “Lo que están buscando es algo muy pesado. Ellos tienen en la cabeza el modelo chileno, que fue el descontrol total a partir de un grupo de estudiantes, con revueltas, con muertos”.
En junio con la brutal represión contra la movilización que rechazaba la Ley Bases lastimaron a más de 100 manifestantes y detuvieron indiscriminadamente a 33 compañeros. El pedido del fiscal federal Carlos Stonelli fue de prisión preventiva para todos los detenidos. Un mamarracho que sostenía como única prueba para una medida tan grave, el tuit de la Oficina del Presidente acusando de “terrorismo” y “golpe de estado” a los manifestantes. Esa era la línea de ataque de Bullrich. Tan absurdo que todos los detenidos fueron liberados. Esa es la línea que desarrolla hoy en los medios de comunicación frente al levantamiento estudiantil.
Militantes de la Libertad Avanza fueron a provocar a la asamblea de la Universidad de Quilmes y utilizaron gas pimienta siendo repelidos por los estudiantes.
Un provocador conocido por su militancia en las redes se hizo presente en el Congreso. Fue identificado y corrido por varios manifestantes, en su auxilio actuaron policías disfrazados que se metieron en un bar y también utilizaron gas pimienta.
El protocolo ha sido pisoteado por la movilización popular que también pasa por encima de las provocaciones de un gobierno cada vez más débil que no asusta con sus amenazas y su represión. La represión contra los jubilados y las amenazas contra los estudiantes aceleran la ruptura con el Gobierno. Aunque pueda tirar algún zarpazo el león va siendo enjaulado por la multitud que no espera las elecciones ni que se reorganicen los partidos y acomoden sus roscas.
(Nota de MASAS n°467)