La caída del régimen de Al Assad en Siria agrava la guerra en Oriente Medio
Declaración del CERCI – Comité de Enlace por la Reconstrucción de la IV internacional
El domingo 8 de diciembre cayó el régimen en Siria, después de 53 años de dominación. Bashar al Assad huyó a Rusia. Las fuerzas armadas desmoralizadas opusieron poca resistencia. Fue una toma casi pacífica del gobierno. El régimen contaba con 200.000 efectivos militares que estuvieron en guerra durante 10 años mientras que los insurgentes podrían sumar unos 20.000. La caída de Bashar al Assad, em esas condiciones, indica que su gobierno se encontraba totalmente descompuesto y desmoralizado.
Siria ocupa un papel muy importante en Oriente Medio. Estuvo gobernada por la minoría Alawi con apoyo shiita, cristiano y druso desde el golpe de estado en 1970, en un país de mayoría sunnita (70%). Se caracterizó como un gobierno fuertemente represor que había derrotado a los grupos insurgentes en la guerra civil iniciada en 2011 (Primavera Árabe). Estiman que más de 500.000 sirios murieron y más de 5 millones migraron principalmente a Turquía (3,6 millones) y Líbano (1 millón). Miles estaban en las cárceles, algunos por varias décadas. Un régimen apoyado en temibles organismos de seguridad interna, que torturó y fue denunciado por utilizar armas químicas contra su población.
Rusia e Irán que eran el respaldo fundamental del régimen habían debilitado su apoyo, seguramente por otras prioridades militares. Hezbollah tuvo una fuerte presencia en Siria en el pasado. Sólo tuvieron un enfrentamiento con el HTS (Hayat Tahrir al Sham – Movimiento para la Liberación del Levante) al día siguiente de la intervención insurgente en Alepo y se retiraron. Rusia tiene un puerto en Tartus que le permite acceder al Mediterráneo donde tiene parte de su armada y cuenta con la base aérea de Jmeimim.
La arremetida de la oposición duró menos de dos semanas. Primero dominaron Alepo, la ciudad más grande, luego Hama y Homs y se dirigieron hacia Damasco. El líder del frente HTS es Abu Muhammad al-Jolani. Proviene de un bastión que lograron conservar en Idlib donde aplicaron sus concepciones islamitas sunnies. Fueron parte de Al Qaeda hasta 2016. Una de sus primeras medidas fue abrir las cárceles. Proclama que quiere un gobierno de unidad nacional, respetando todas las etnias, todas las religiones. Y no avanzaron sobre la zona costera con presencia alawi. Llamó a preservar los bienes del Estado y encomendó a Mohamad al Bashir a que ordene la transición y la transmisión del poder.
Biden saludó la caída de Al Assad como “un acto fundamental de justicia”, y mencionó al HTS como “rebeldes contra el régimen” e inmediatamente cayó Al Assad planteó “que debían evitar el resurgimiento del Estado Islámico”, consecuentemente, bombardearon 75 objetivos en el centro de Siria, contra sus bases, sus dirigentes y arsenales, desde días antes que cayera el gobierno. EE.UU. mantiene bases militares, una en el norte en territorio kurdo protegiendo sus intereses petroleros y gasíferos y otra guarnición en el sur. EE.UU. mantiene su calificación de grupos terroristas, aunque apoyó hasta 2020 el levantamiento insurgente contra Assad. Nunca dejó de intervenir sobre Siria.
Israel se ve fortalecida porque corta el suministro de armas, municiones y víveres a Hezbollah tanto en Siria como en Líbano y se debilita Irán. Al día siguiente del “alto el fuego” con Líbano bombardeó los pasos entre Siria y Líbano. Después de la guerra en 1973 no había vuelto a incursionar en territorio sirio y lo hace en estos días violando el acuerdo de desmilitarización de la zona de 1974, desplazó unidades militares con blindados e infantería más allá de las alturas del Golán penetrando en el territorio para establecer “una zona e seguridad”, bombardeando arsenales militares que no quieren que caigan en manos del HTS. Aviones de combate atacaron el aeropuerto de Mezzeh, una base aérea en el sur, los cuarteles de la Cuarta División y de la Guardia Republicana, en el Monte Qasiun, así como regimientos y brigadas del Ejército con almacenes de armas y municiones. Fueron bombardeadas zonas en las sureñas provincias de Daara y Sweida. Se registraron más de 300 ataques aéreos. Luego invadió más zonas del sur de Siria, una situación que agrava la crisis. Las FDI (fuerzas de defensa israelíes) abrieron fuego con artillería “para evitar que elementos hostiles se acerquen a la frontera”. Ha informado que ha destruido toda la flota de mar en la bahía de Minet al Beida y el puerto de Latakia. La caída de Assad fue la oportunidad para extender su política genocida de aplastamiento palestino y contra la resistencia de Hezbollah.
Turquía aparece abiertamente involucrada en el financiamiento y armamento del HTS, como también Qatar. Turquía intervino desde el comienzo de la guerra civil atravesando la frontera para atacar a los kurdos de las Fuerzas Democráticas Sirias. Los kurdos fueron expandiéndose en la región y Turquía quiere impedir que se fortalezcan. Ese es un punto importante de conflicto con EE.UU. Se ofrece para reconstruir Siria y apoya hipócritamente una “transición pacífica”. Pretende que retornen los millones de sirios que migraron y que son un factor de crisis en su país, lo que ya empezó a ocurrir. Ahora tendrá mejores condiciones para reprimir y perseguir al pueblo kurdo.
Una cuestión a tener en cuenta en estos conflictos es la disputa con la OTAN por la ruta del gas de Oriente Medio a Europa pasando por Siria con gasoductos. Siria es esencialmente un país de tránsito. El proyecto Catarí de llevar su gas licuado natural a Turquía pasando por Siria, Jordania y Arabia Saudita fue rechazado por Siria. Irán tenía un proyecto similar pero dejando afuera del negocio a Turquía y Qatar.
Hay información de que antes del comienzo del asalto sobre Alepo hubo una reunión de responsables de inteligencia de Turquía, Qatar, Emiratos, Arabia Saudita y de EE.UU. realizada en el sur de Turquía en el centro de Comando del HTS donde habrían acordado los límites de su operación y le habrían informado que Rusia no protegería a Assad.
Se agrava el proceso de balcanización de Siria, de fragmentación y disgregación. Las intervenciones militares de EE.UU. e Israel están destrozando aun más el país, ya han destruido buena parte de su capacidad militar disputando por tomar su control y limitar lo máximo posible el poder del HTS evitando su rearme y potenciamiento. El HTS que dirigió el enfrentamiento y formó gobierno no podrá garantizar la paz en un escenario de recrudecimiento de la intervención imperialista en la región y la ofensiva anexionista del Estado sionista de Israel. Tampoco logrará la unidad nacional que anunció ni ocupar todo el territorio.
La autodeterminación de Siria depende de acabar con la opresión de las multiples nacionalidades, constituyendo un Estado Federativo Socialista. Ese objetivo se extiende a toda la región de Oriente Medio, como ha evidenciado la guerra de Israel en la Franja de Gaza y en el Líbano. Concretamente, se trata de organizar un movimiento revolucionario para derrotar y expulsar al imperialismo norteamericano y aliados. Es imperativo construir un frente único antiimperialista, bajo la dirección del proletariado. Solamente la revolución social puede romper la cadena de opresión del capital imperialista y conquistar el derecho a la autoterminación de las nacioes oprimidas. La guerra iniciada en octubre de 2023 de Israel contra el pueblo palestino expuso las profundas contradiccionees que vienen sacudiendo el Oriente Medio en los marcos de la descomposición del capitalismo mundial. Es por eso que no habrá pacificación en Siria con la caida de la dictadura de Bashar al Assad. Están a la vista los ataques de Israel y de los Estados Unidos para detruir cualquier capacidad de resistencia siria a los objetivos anexionistas que están en la base de las guerras en curso.
La emancipación de todos los pueblos oprimidos de Siria y de toda la región sólo será alcanzada poniendo en pie una República Socialista de Oriente Medio que garantice la autodeterminación de cada nacionalidad, expulsando al imperialismo, recuperando todos los recursos. El camino de la revolución social está abierto, depende de la construcción de las dirección revolucionaria del proletariado.
Estamos viviendo una etapa de profundas convulsiones en todo el mundo producto de la acelerada descomposición capitalista que abriga en sus entrañas las tendencias bélicas, las crisis políticas y el agravamiento de la lucha de clases. En las últimas semanas se destaca el fracaso de la tentativa de autogolpe de Estado en Corea del Sur; la falacia del acuerdo de cese del fuego entre Israel y Libano; el agravamiento de los conflictos en Georgia; la caída del primer Ministro de Francia; las huelgas en Alemania y la segura caida de su primer ministro Scholz; el recrudecimiento de la guerra en Ucrania y en la Franja de Gaza. Acontecimientos que revelan el agotamiento del orden internacional pactado después de la Segunda Guerra Mundial y la lucha por imponer un nuevo orden.
El factor que se ha distinguido en el último período es la creciente necesidad y disposición de lucha de las masas, y, entre ellas, la del proletariado fabril. Es lo que se ha observado en varias manifestaciones en Europa, Asia e, inclusive, en los Estados Unidos. El Comité de Enlace por la Reconstrucción de la IV Internacional ha demostrado que objetivamente emerge de las tendencias desintegradoras del capitalismo el programa de la revolución social. Se trata de que la vanguardia con conciencia de clase lo encarne y traduzca en el interior de las luchas, vinculando las reivindicaciones más elementales a la estrategia de la revolución socialista.
¡Que el pueblo sirio y las demás nacionalidades decidan sobre el nuevo gobierno!
¡Organizar el frente único antiimperialista por la autodeterminación de Siria!
¡Expulsar todas las fuerzas económicas, políticas y militares que ejercen la opresión nacional!
¡Unir a las masas explotadas de Siria con la de todos los paises de Oriente Medio!
¡Por el fin inmediato de la guerra en la Franja de Gaza y en el Líbano, con la retirada de las fuerzas de ocupación israelí!
¡Impulsar la lucha unitaria de las naciones oprimidas contra la dominación imperialista, bajo el programa de la revolución social y la estrategia de los Estados Unidos Socialistas de Oriente Medio!
10 de Diciembre de 2024