Homenaje en vida al nuestro camarada Miguel Lora Ortuño
Miguel se encuentra hospitalizado aquejado por un cáncer, desgraciadamente, terminal. Fundador y constructor de URMA, será por siempre un ejemplo del revolucionario profesional que sólo en el seno del POR pueden darse, que entrega toda su existencia a la causa revolucionaria por acabar con el régimen capitalista en total decadencia que arrastra a la humanidad hacia la barbarie; el luchador incansable por la instauración del gobierno obrero, campesino y clases empobrecidas, liberando al país de la opresión imperialista cuyos intereses expoliadores nos imponen la condición da país capitalista atrasado, semicolonia del imperialismo. (Masas N°2819- POR Bolivia)
«UN MAESTRO REBELDE»
A: Miguel Lora
Por: Cda León
En la cumbre altiva de la tierra andina,
nació tu voz firme, clara y genuina.
Miguel Lora, guía de un sector oprimido,
forjaste esperanza donde había olvido.
Con la luz del saber rompiste cadenas,
dando al pensamiento alas y antenas.
En las aulas humildes fuiste el torrente,
que enciende la mente y despierta al valiente.
Trotskista rebelde, luchador sin fronteras,
alzaste la vida contra las mentiras.
Tus palabras fueron puentes al mañana,
un himno de lucha, antorcha que hermana.
Te enfrentaste al poder con verbo sincero,
sin miedo al castigo, maestro guerrero.
El pueblo en tus manos halló la verdad,
y en tus ideales, plena dignidad.
Sembraste en la tierra semillas de fuego,
ideas que arden, que rompen el silencio.
Tus lecciones viven en cada barricada,
en cada protesta, en cada roja alborada.
Hoy tu bandera se multiplica en los vientos,
en cantos de lucha, en firmes intentos.
Bolivia te honra, maestro querido,
tu espíritu guía al pueblo aguerrido.
Miguel, tu legado jamás se apagará,
la llama en URMA siempre arderá.
Eres faro eterno, revolución en canción,
profesor del alma, símbolo de acción.
Y cuando el futuro recuerde tu nombre,
sabrá que en tus pasos vivió un hombre,
que alzó con coraje su contundente voz,
marcando la historia proletaria junto al martillo y la hoz.